La acusada Zhara Karam, mujer del presidente de CpM, Mustafa Aberchán, defendió ayer que reconoció a todos los pacientes a los que expidió certificados médicos, que en total fueron 42. Según manifestó, lo hizo como médico de la formación para facilitar el trámite del voto a aquellos afiliados que así lo reclamaron, debido a los problemas de salud que padecían.
Karam sostuvo que no hacía falta ser el médico de cabecera de alguien para notificar estos documentos. Asimismo, apuntó que no necesitó ver a todas las personas para hacerles un reconocimiento personal antes de expedir un certificado puesto que las conocía de haber sido pacientes suyos en los diez años en los que trabajó como doctora en los distritos IV y V. Según afirmó, a algunos también los vio en los puerta a puerta y también llegó a consultar los historiales de algunos pacientes.
“Algunas personas manifiestan que no fueron reconocidas”, le comentó la representante del Ministerio Público. “Habrán dicho lo que quieran, pero no es así”, respondió la procesada.
Agilizar la gestión
Según explicó, todos los partidos políticos disponen de un médico para evitar que sus afiliados con problemas para desplazarse y acudir a las urnas tengan que solicitar una cita con el médico de cabecera para que se les expida el certificado médico que acredite ante notario que están impedidos para moverse. La encausada señaló que en estos impresos utilizaba una fórmula genérica, que era la que le indicó el notario que escribiera. “La patología del paciente no se puede describir porque forma parte del secreto profesional”, sostuvo Karam.
A pesar de su explicación, la fiscal insistió en que el Colegio Médico exige que se precisen los motivos que llevan a expedir el documento médico. Al respecto, la doctora, que también es militante de base de CpM, subrayó que estaba en un error puesto que estos certificados irían a una junta electoral, por lo que debía preservar la información médica de los pacientes por ser información confidencial.
No prometió puestos
Por otro lado, Karam aseguró que en la campaña electoral de 2008 no se hizo nada que no se hubiera hecho en otras campañas. Al respecto, sostuvo que ella nunca tuvo conocimiento de que se estuvieran prometiendo puestos de los planes de empleo a cambio de obtener votos. Según subrayó, jamás ofreció ningún trabajo ni tampoco manipuló los votos de nadie.
La mujer de Aberchán también negó que se hubiera dedicado a tranquilizar a las personas que, tras las elecciones, acudían a la sede de CpM para reclamar un puesto público, tal y como describe la fiscal en su escrito acusatorio.
El Ministerio Fiscal acusa a Karam de ser la autora de dos delitos electorales continuados, uno de falsedad continuada, y otro delito de asociación ilícita. Reclama para la encausada un total de seis años y medio de prisión, así como multas que ascienden a la suma de 16.200 euros.
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