La Mezquita del Toreo indulta un toro a sabiendas de que iba a ser sacrificado

Una ley europea prohíbe importar ganado bovino vivo a la península. La Ciudad disecará la cabeza de Miraclaro.

El presidente de la plaza de Melilla, Antonio Gutiérrez, tenía preparado el pañuelo azul en el palco para darle una vuelta al ruedo a Miraclaro, el quinto y mejor toro de la tarde del miércoles en la Mezquita del Toreo.
Sin embargo, terminó sacando el pañuelo naranja para indultar al astado de la ganadería de Sánchez Dalp, el primero que se indulta en los 66 años de historia del coso melillense, a sabiendas de que el animal no se ganaría el cielo y de que habría que sacrificarlo ya que una normativa europea prohíbe importar a la península ganado bovino vivo y en Melilla no hay condiciones para cuidar el animal. No obstante, desde la Ciudad Autónoma aseguran que van a disecar la cabeza de Miraclaro.
“Ha sido la decisión más inesperada que he tomado y ¡claro que me da lástima que sacrifiquen al toro! Se le veía que tenía muchísima nobleza, bravura y ni un solo mal gesto. Yo le habría dado la vuelta al ruedo, pero se creció en el tercio de banderillas de El Fandi. El matador solicitó el indulto reiteradamente y el público también lo pedía. Consulté al mayoral para ver si también estaba a favor de que no se matara en el ruedo, a sabiendas de que de igual forma moriría. Con todos de acuerdo, tomé la decisión de indultarlo”, explicó ayer Antonio Gutiérrez a El Faro.
Ese indulto ha marcado un antes y un después en la Mezquita del Toreo, insiste el también diputado nacional del PP en el Congreso. “Después del espectáculo del miércoles, si hubiéramos tenido una segunda tarde de toros habría habido lleno en la plaza de Melilla”, señaló el presidente del coso taurino local.
El presidente de la plaza melillense explica también que el mayoral estuvo de acuerdo con el sacrificio de Miraclaro porque aunque no se lo podía llevar de vuelta a la península, el indulto sí se queda como mérito de la ganadería.
Antonio Gutiérrez destacó además que de lo que de verdad se siente satisfecho, con independencia de las orejas concedidas, es de la cantidad de jóvenes que se acercaron a ver el espectáculo de El Fandi, El Cordobés y José María Arenas. “El enemigo de la fiesta nacional lo tenemos dentro. No son conceptos políticos. El ganado malo, los precios de las entradas, la falta de renovación en los escalafones taurinos, los ‘magníficos entendidos de toros’ (dijo con sorna) o la prohibición de permitir que entren en la plaza los menores de 14 años hacen que la gente vaya menos a los toros”, apuntó.
La presencia de jóvenes en una plaza que rozó el miércoles en Melilla el lleno con casi 6.000 asistentes dio un toque de magia a la única tarde de toros de la Feria. “Esa juventud fue lo que me hizo salir con una enorme satisfacción”, recalcó el presidente de la Mezquita del Toreo.
Asimismo Gutiérrez destacó el papel del Ejecutivo local en la solvencia del festejo taurino porque, pese a ser un liberal confeso que se declara en contra de la intervención del Estado en la economía, admite que sin el apoyo de la Ciudad no se habrían podido ofertar entradas desde 20 euros, unos precios muy populares que no se encuentran en ninguna otra plaza española con un cartel como el que se presentó en Melilla.

“El mundo del toro es el espectáculo más democrático”

Para el presidente de la plaza de toros de Melilla, Antonio Gutiérrez, “el mundo del toro es un espectáculo más democrático” de España.”La concesión de la primera oreja corresponde al público, la segunda, al presidente de la plaza”. Consultado por El Faro sobre por qué se hizo de rogar el miércoles a la hora de premiar con orejas a los matadores, Gutiérrez es meridianamente claro: “Para pedir una oreja, el público tiene que pedirlo mediante pañuelos, no a voces porque arriba en presidencia, la única señal que se interpreta es la de los pañuelos. Si no sacan el pañuelo la oreja no se da”, dijo. Éste es el motivo, insistió el presidente de la plaza de toros de Melilla, por el que se tarda más a la hora de conceder el trofeo. “El público decide y tú tienes que hacer lo que pide, te haya gustado o no el matador”, recalcó.
Para otorgar una segunda oreja hay que tener un cálculo del matador y la fuerza y la persistencia con que el público la pide, subrayó el presidente de la Mezquita del Toreo, que este año cumple 16 años ocupando este cargo.

Para el año que viene, más y mejor

Antonio Gutiérrez, el presidente de la plaza de toros de Melilla, es consciente de que será muy difícil superar el año que viene el festejo taurino de este año con El Cordobés, El Fandi y José María Arenas. “Siempre es un reto. Había quien decía que este año no tenía cartel y yo decía que la grandeza de la fiesta nacional y el ganado hasta que no se ven en la plaza no se sabe cómo van a responder”, comenta a este periódico.
Actualmente hay 41 plazas españolas que no celebran festejos por las deudas con los ganaderos y con los toreros.
En cambio Melilla, insiste Gutiérrez, ha mostrado su interés de contratar figuras. “El año que viene tendremos garantizado el listón. Vamos a presionar a la empresa aprovechando el tirón del público de este año”.
Cuando Gutiérrez habla de “la empresa” se refiere a la Ciudad Autónoma, que es la que gestiona el coso local.
Respecto al sacrificio del único toro indultado en la historia de la Mezquita del Toreo, Gutiérrez aclaró que “éste es uno de los inconvenientes que tiene Melilla. Los toros obreros también son sacrificados”, concluyó.