La Mesa de Movilidad ve fallos de base en la iniciativa MetroMinuto

• El colectivo critica la falta de una red de infraestructuras adecuadas para su correcta aplicación

La puesta en marcha de la iniciativa MetroMinuto es “muy ilusionante”, pero “inviable” debido a la falta de infraestructuras que permitan su correcta aplicación, según explicó ayer a El Faro el portavoz de la Mesa de Movilidad y presidente de la asociación Melilla ConBici, Javier Bocanegra.

El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, presentó anteayer el plano MetroMinuto, un mapa que indica la distancia y el tiempo que les llevaría a los melillenses recorrerlas desde distintos puntos de la ciudad.

El plano MetroMinuto

El objetivo de este plano es fomentar los paseos entre los ciudadanos y dejar de lado el coche. De esta forma se incentivaría un hábito saludable, como lo es el hecho de caminar, y se reduciría a contaminación que emiten los automóviles.

Algunos de los fallos de base para sacar el máximo partido a este proyecto que indica la Mesa de Movilidad son la escasez de zonas peatonales, la falta de una red de aceras y pasos para viandantes adecuada y un servicio de transporte público de calidad, de acuerdo con las declaraciones de Bocanegra, quien aseguró que “no se puede empezar la casa por el tejado”.

A pesar de que desde la Mesa de Movilidad celebran el impulso de esta iniciativa, que Melilla ConBici propuso ya en 2014, le ven numerosas lagunas para que sea realmente efectiva. Para empezar, el tiempo establecido en cada una de las distancias señaladas vendría a ser el tiempo medio de un adulto sano, por lo que se estaría dejando de lado el ritmo de los niños, de los ancianos y de las personas con movilidad reducida. Estos grupos de población tienen sus propios tiempos a la hora de recorrer esos mismos trayectos y, sin embargo, el MetroMinuto no los señala, apuntó Bocanegra.

Por otro lado, su aplicación sería poco efectiva porque se sigue primando la circulación de los vehículos motorizados, algo que según el portavoz de la Mesa se puede ver en el estado de aceras estrechas, pasos peatonales sin elevación, escasas paradas de transporte público y numerosas barreras arquitectónicas (farolas o contenedores en medio de aceras) que dificultan el paso de los peatones.

Los mismos problemas

Desde la Mesa de Movilidad recuerdan que se trata de los clásicos problemas a los que se enfrenta la ciudad “desde siempre”. Entre ellos, el portavoz destaca la falta de planificación, ejecución de proyectos a medias y el desconocimiento del reparto modal de la movilidad desde la aprobación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) 2014. Estas carencias suponen “un lastre” para la movilidad a pie y echan a perder MetroMinuto. Por ello, Bocanegra propone que cada vez que se haga un proyecto, se evalúe anualmente y se publiquen los resultados.

• La Mesa, desacreditada por Quevedo

El portavoz de la Mesa de Movilidad, Javier Bocanegra, aseguró que el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, “debería tener en cuenta el sentir de la población” y admitir la validez de la Mesa, la cual fue registrada en la Ciudad Autónoma de Melilla el pasado 21 de julio. Esta fue la respuesta de Bocanegra ante las declaraciones que realizó el consejero anteayer, quien desacreditó la labor de esta organización al afirmar que se trata de una entidad “que no existe” por no estar “legalmente constituida”.

La Mesa de Movilidad está constituida por los grupos políticos Ciudadanos, PSOE, CpM, UPyD y Podemos (todos salvo el PP), así como distintas entidades profesionales y sociales como Melilla ConBici, Guelaya, Fampa, CCOO, UGT, SATE y EAPN. Por ello, Bocanegra insistió que la Mesa está por la labor de firmar el Pacto por la Movilidad, algo que “el PP no ha querido hacer”, así como dicho partido también habría rechazado poner en marcha un foro abierto con todas las partes para trabajar.

Sin embargo, según la Mesa, “es el Gobierno el que debe dar ese primer paso, firmarlo y convocarlo”, algo que de momento no ha realizado ni “se ven indicios para ello”. Así, “sin la voluntad del consejero, no será posible abrir ninguna vía de comunicación y trabajo”.