El director del Archivo General destacó la importancia de la cultura sefardí en nuestra ciudad.
La importancia de la comunidad judía en la historia de nuestra ciudad ha sido crucial. El director del Archivo General local, Vicente Moga, aseguró ayer que no podría entenderse la Melilla moderna sin la base económica que hicieron los hebreos en el siglo XIX. Moga precisó que gracias al dinero que pusieron los miembros de esta comunidad se pudo construir el ensanche y los habitantes melillenses bajaron de la zona fortificada, El Pueblo, para empezar a residir en otros espacios y comenzar a crear la ciudad en la que ahora vivimos. Contribuir a que la población conozca éstos y otros datos de su historia es la laboral de la Asociación Mem Guímel que ayer entregó sus galardones a este Archivo y al Centro de Historia y Cultura Militar por la ayuda que les han prestado a la hora de indagar en el pasado sefardí melillense. Moga y el director del Centro Militar, Hamadi Mohamed.
Tras recibir el premio de la mano del presidente de la entidad, Mordejay Guahnich, el director del Archivo explicó a los presentes cómo se trabaja en esta institución y algunos de los datos que Mem Guímel ha ido descubriendo a través de los documentos que ellos guardan. Moga precisó que ellos cuentan con documentación escrita y visual desde el siglo XVI y recordó que se trata de una información a la que pueden acceder todos los melillenses que estén interesados en saber más de su pasado.
En lo que se refiere a la comunidad hebrea, el director del Archivo indicó que gracias a esta documentación se han podido conocer los nombres de algunos personajes judíos muy importantes en el desarrollo de Melilla o las profesiones a las que éstos se dedicaban. La mayoría eran artesanos y comerciantes y tuvieron un gran peso tanto cuantitativo como cualitativo en la ciudad, aseguró Moga, que recalcó que no puede entenderse la Melilla en la que ahora vivimos sin los judíos. A pesar de que la cifra de hebreos que sigue residiendo en la ciudad se ha reducido mucho con el paso de los años, el director del Archivo insistió en que la impronta que han dejado es imborrable.
Asimismo, insistió en que Mem Guímel ha podido reconstruir cómo era la vida cotidiana de esta comunidad a través de la información que han encontrado en sus dependencias.
Algo similar ha hecho durante estos meses el Centro de Historia y Cultura Militar. El director de la biblioteca de este centro, Jesús Rodríguez, explicó ayer en declaraciones a El Faro, que los socios de Mem Guímel han utilizado sus fondos documentales para encontrar datos sobre cómo fue la comunidad judía que residió en Melilla durante décadas, después de que se derogara la orden de expulsión. En este punto, indicó que los hebreos tenían una importante presencia en gremios como el comercio, la medicina, las imprentas o las panaderías, algo que en cierta medida ha llegado hasta nuestros días. Rodríguez recalcó que los sefardíes que llegaron desde Marruecos, en parte porque eran perseguidos, fueron muy bien acogidos en nuestra ciudad y por eso se establecieron aquí y estrecharon lazos con el resto de culturas. No obstante, indicó que la comunidad hebrea siempre estuvo muy unida entre sí, algo que aún sucede en la actualidad.
El director de la biblioteca militar destacó el gran trabajo que está realizando la asociación Mem Guímel para que todos los melillenses conozcan la historia sefardí de su ciudad. “El premio debería ser para ellos más que para nosotros”, indicó.
La de ayer es la tercera edición de estos galardones con los que la entidad, que nació en el año 2007, quiere reconocer y agradecer a todos aquellos que colaboran en la difusión de la historia y la cultura judía en Melilla. El presidente de Mem Guímel destacó el gran trabajo que los empleados de los dos centros premiados han realizado en los últimos meses y la gran implicación que han tenido con la investigación que se está realizando desde la asociación dirigida por la historiadora María Elena Fernández.