Imbroda destacó un año más la españolidad de Melilla.
Las autoridades políticas y militares de la ciudad se reunieron ayer, como cada 19 de marzo, para conmemorar el Levantamiento del Sitio, con la ofrenda de una corona de laurel en el monolito, situado en Melilla La Vieja, que recuerda este episodio histórico.
Ayer se cumplían 238 años desde que el sultán de Marruecos Moulay Mohamed Ben Abdalah diera por concluido el sitio al recinto fortificado de Melilla y decidiera, después de cien días de asedio a la ciudad, retirar sus tropas como respuesta a la defensa que hicieron los habitantes de Melilla y que consiguió que la bandera española continuara ondeando en ella. El mariscal Juan Sherlock fue quien consiguió la victoria sobre después de una lucha en la que los melillenses demostraron su valor.
Desde entonces los habitantes de la ciudad se levantan cada 19 de marzo recordando a aquellos que lucharon para que Melilla continuara formando parte de España, especialmente a los que perdieron la vida durante el asedio y al gobernador Sherlock, como nombre propio de esta lucha.
Así, como es tradicional, las autoridades de la ciudad se dieron en la iglesia de la Purísima Concepción para iniciar los actos con una misa oficiada por el vicario episcopal, Roberto Rojo, que destacó la importancia de la figura de Sherlock en la historia de Melilla y de España y recordó a todos los que perecieron durante aquellos días de lucha para conservar la ciudad.
Después de la eucaristía, poco antes de las 12:30 horas, representantes de la Ciudad Autónoma, encabezados por el presidente de la Ciudad, Juan José Imbrodo, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani y el comandante general de la ciudad, Álvaro de la Peña, se encaminaron hacia el monolito del mariscal Sherlock para depositar la corona de laureles en recuerdo de aquella gesta. Imbroda y El Barkani fueron los encargados de depositar la ofrenda junto al monumento, para después escuchar, junto al resto de los asistentes, la interpretación del himno de Melilla y España por parte de la Orquesta Municipal.
Tras el acto, el presidente de la Ciudad aprovechó su intervención para recordar esta hazaña histórica y poner en valor la actuación de todos los melillenses que lucharon para defender la ciudad, así como de las tropas que vinieron desde la península para apoyarlos y lograr así que Melilla conservara su identidad española. El presidente recordó que los “invasores” que trataron de echar de nuestra ciudad a los españoles venían de la zona de Fez, lejana al entorno de Melilla.
Así, Imbroda indicó que tras el fin del asedio marroquí, el 19 de marzo fueron los melillenses los que decidieron que se destinara una partida de dinero para que se recordara siempre esta fecha con una acción de gracias por la consecución de la paz y la tranquilidad para las decenas de familias que durante semanas vivieron sitiadas tras las murallas de lo que entonces era Melilla.
El presidente señaló que desde aquel momento y hasta ahora, se ha celebrado ininterrumpidamente este acto heroico. No obstante, el máximo dirigente del Gobierno local apuntó que además de respetar esta tradición por su significado histórico es importante analizar las consecuencias que ha tenido en la Melilla actual, de la que ahora disfrutan los ciudadanos. “Esta ciudad intercultural y ejemplo de convivencia es en gran medida consecuencia de la hazaña del mariscal Sherlock y sus hombres”, indicó el presidente.
Imbroda destacó la “españolidad convencida e ininterrumpida” de Melilla. Además, el presidente indicó que es importante no olvidar que la ciudad pertenece a una de las naciones más avanzadas del mundo en todos los aspectos.
Imbroda insistió en que Melilla es un ejemplo de unión de culturas y que sus habitantes demuestran cada día esta realidad, que es una herencia de la gesta de 1775, en la que, según los historiadores, murieron un total de 90 personas, 88 soldados, una mujer y un niño.
Por su parte, El Barkani, que acudió por primera vez al acto como delegado del Gobierno, destacó la importancia de esta celebración que está instaurada en Melilla desde hace 238 años. Así, destacó la gran participación en el evento. Además, aprovechó para felicitar a todos los que celebraran ayer el día del padre en nuestra ciudad.
Asimismo, a preguntas de los periodistas sobre su ausencia el año pasado en la conmemoración del Levantamiento del Sitio, el delegado indicó que no iba a responder a unas críticas que se hicieron de forma anónima. “Cuando he estado en Melilla, he venido”, sentenció El Barkani.
Tanto Imbroda como El Barkani insistieron en la importancia de mantener las tradiciones que recuerdan cuál es el origen de la actual Melilla y que sobre éstas tiene que asentarse el futuro de nuestra ciudad, para que continúe creciendo y siendo ejemplo fuera de nuestras fronteras de paz, tranquilidad, convivencia e interculturalidad.
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