En este establecimiento melillense se pueden encontrar helados sin azúcar, bajos en calorías y elaborados con leche de soja.
La horchata de chufa es uno de los alimentos más completos y refrescantes del verano debido a sus componentes y a que se sirve fría para sobrellevar el calor. El único establecimiento donde tienen una horchata artesanal que se elabora a diario es en la heladería La Ibense, donde se cuenta con otros productos típicos de la época estival, como los granizados.
Cuatro generaciones de heladeros son la garantía de que este establecimiento, que se sitúa en la calle O’Donnell cerca de la plaza de España, ofrece la mejor calidad y servicio a los melillenses. Desde el día de San José y hasta que el buen tiempo aguante, permanece abierta desde las 12:00 horas hasta que no queda nadie en la calle, tal y como indicó su propietario, José Paya, aunque para fabricar todos los productos ellos empiezan a trabajar a las 7:00 horas de la mañana.
Mucho más que helados
Fresa, chocolate, nata y vainilla son los tradicionales, pero también hay de crema catalana, frutas del bosque o avellanas. Estos son una pequeña muestra de los helados que se hacen a diario en este local. También cuentan con algunos bajo en calorías y sin azúcar.
La estrella del local es la horchata, pero además cuentan con los tradicionales granizados de limón y naranja y otros nuevos de sabores como, fresa, manzana con kiwi, leche merengada o café.
Tartas heladas de elaboración artesanal de sabores tradicionales son otro de los productos que ofrece La Ibense, aunque Paya indicó que por encargo se realizan las tartas al gusto del consumidor.
Para los helados se cuenta con materia prima de primera calidad como leche, azúcar, nata y otros alimentos, como el turrón de Jijona, frutas glaseadas para el helado tutifruti, y frutos secos para los helados de nueces, avellanas o piñones.
En este sentido, cuando se acaba una tarrina de un helado se elabora otra y así garantizan la calidad de los productos y fabrican según se va necesitando.
Una de las curiosidades que se pueden ver en este establecimiento es ‘La Onza de Oro’, un reconocimiento de una fábrica de turrón artesanal para helados que ya contaba con los pedidos del abuelo de José Paya, por lo que hace casi 100 años que esta familia compra este producto a este proveedor.
Consumo
“Según el día y la temperatura se venden más o menos, si es un día de levante se vende más helado que líquidos y si hay poniente, con el clima seco se venden más los líquidos”, explicó Paya.
Además, añadió que “en Melilla el día que notamos que baja la venta es cuando la frontera está un poco delicada, pero no lo noto yo solo, sino la ciudad entera. A ver si de una vez los políticos se dan cuenta que el turismo lo tenemos a dos pasos”, indicó el propietario de la Ibense.
Con sabor a queso o vino
Entre los sabores tradicionales que se pueden ver en la vitrina destacan dos inusuales, el de queso y el de vino.
“El helado de vino se llama crema de Málaga porque está elaborado con un tipo de vino de esta zona y pasas maceradas en el vino”, explicó Paya.
En cuanto al helado de queso, afirmó que los sabores se van investigando durante los meses de invierno y se ofrecen en las ferias de muestra donde se realizan estas propuestas, que si tienen acogida en el público se quedan en las vitrinas de las heladerías, y si no, simplemente dejan de fabricarse.
La Ibense pertenece al gremio de heladeros nacionales que está instalado en Jijona y que cuenta con laboratorios propios donde desarrollan los nuevos sabores.
“No es que hayan cambiado los sabores en estos años, es que antes no había maquinaria para producir helados como los de hoy en día, aunque el procedimiento y la materia prima no han cambiado”
Los sabores que más se venden son el de kinder, que es chocolate blanco con crema de chocolate, un furor entre los jóvenes y niños; el de oreo, turrón y mantecado. Para otro tipo de perfiles se despachan el helado sin azúcar y los que son bajos en calorías. Pero son la horchata de chufa y el granizado de limón los productos que complementan la lista de los más solicitados en la Ibense.
Helados sin peligro
Para aquellas personas que sean alérgicas a la lactosa, esta heladería fabrica de forma artesanal helados de soja con sabor a yogurt natural, chocolate y manzana. Esto se debe a que cada año un grupo se presentaba en el local y no podía consumir helados y al descubrir que con la leche de soja se pueden hacer helados este establecimiento ya los tiene a disposición del consumidor.
Además, para el próximo año, La Ibense contará con un tipo de helados especiales para las personas celíacas, ya que se están preparando envases individuales con el objetivo de que no haya una contaminación de este producto con otros y los consumidores alérgicos al gluten se vean afectados.
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