El Museo Egipcio de Melilla dependiente de la entidad privada, Fundación Gaselec ofrecerá visitas gratuitas el próximo viernes 4 de noviembre con motivo del Centenario del descubrimiento de la tumba de Tutankamón, realizado por el egiptólogo inglés Howard Carter en el Valle de los Reyes en 1922. Desde que a principios del siglo XIX fueran descifrados los jeroglíficos por el francés Jean-François Champollion, la Egiptología despertó un gran interés en toda Europa.
Según Rosa Pujol, de la Asociación Española de Egiptología, el descubrimiento de la Tumba de Tutankamón es uno de los hechos más importantes del siglo XX para la Arqueología por dos motivos: El primer de ellos, es que a pesar de ser una tumba pequeña para un Faraón de poca relevancia, es de gran importancia al encontrarse prácticamente intacta con más de 5000 piezas.
Bajo el nombre KV62 en el Valle de los Reyes en Egipto, fue encontrada por H. Carter bajo restos de viviendas de trabajadores de la época ramésida. La Tumba consta de cuatro salas y según el investigador Nacho Ares, parece ser que estuvo inicialmente destinada para alguna princesa egipcia y utilizada apresuradamente por la prematura muerte de Tutankamón con apenas 19 años.
Otro importante motivo fue que el descubrimiento de esta tumba y su gran efecto mediático, impulsó bastante la Egiptomanía en todo el mundo. A ello también hay que sumarle la contribución de la leyenda de la maldición de la profanación de la tumba de Tutankamón que ha terminado influyendo en el acervo de la cultura popular en el siglo XX que continúa en este XXI.
Tutankamón (1342-1325 A.C) fue el último faraón de la XVIII Dinastía, que accedió al trono con tan sólo 9 años, tras el fallecimiento de su padre Akenatón. Su muerte con 19 años ha sido objeto de todo tipo de especulaciones debido a las conjuras palaciegas de “Ay” su Gran Visir y del general Horemheb.
Otras fuentes especulan que el motivo de su muerte fue causado por una septicemia debido a una herida mal curada de una de sus piernas. La serie del año 2015 fue rodada en Marruecos y transmitida en Canadá de TV “TUT” en 3 episodios, producida por Muse Entertainment Enterprise y protagonizada por el actor Ben Kingsley, dónde nos acercan a una aproximación histórica de lo que le sucedió al joven faraón.
Descubierta por Howard Carter la tumba de Tutankamón el 4 de noviembre de 1922, al amparo de las excavaciones financiadas por Lord George Herbert –V Conde de Carnarvon- quien sería el primero en morir en extrañas circunstancias el 20 de abril de 1923, por una neumonía fulminante producida por la infección de la picadura de un mosquito.
Esa misma noche se produjo en El Cairo un inexplicable apagón al mismo tiempo que su “Susi” perrita terrier aullaba en el Castillo de Highclere al presentir la muerte de su amo. La prensa sensacionalista de la época influida por las publicaciones de Sir Arthur Conan Doyle (autor del famoso Sherlock Holmes) contribuyeron al darle rienda suelta a la maldición del faraón con más de 30 misteriosas muertes entre aquellos que habían estado en contacto con la tumba de Tutankamón.
Como así es explicado por la escritora Raquel de la Morena en su entrada de youtube, de como murieron misteriosamente entre otros, George Jay Gould que era un millonario amigo de Lord Carnarvon que falleció de fiebres al día siguiente de haber visitado la tumba.
Por otro lado, Arthur C. Mace, del Metropolitan Museum de Nueva York, que trabajó con H. Carter en la catalogación del material extraído de la tumba, murió a bordo del barco en su viaje de regreso a Estados Unidos. Y por último, James Henry Brestel que asistió a la apertura de la tumba enfermando poco después. Así continuaría la lista y para el año 1929 ya serían 16 personas las fallecidas relacionadas con el descubrimiento de la tumba.
En la década de los años 60 y 70 la maldición del faraón reaparecería cuando algunas piezas de Tutankamón se trasladaron en exposiciones temporales por diferentes museos europeos, al acaecer misteriosas muertes entre los directores de estos mismos museos.
Las últimas investigaciones aclaran que el motivo de las misteriosas muertes es debido a la presencia en las tumbas del “Hongo Aspergillus” que pueden causar enfermedades pulmonares en personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Sin embargo Howard Carter (1874-1939) murió de forma natural sin que al parecer le hubiese alcanzado maldición alguna. El importante descubrimiento de este arqueólogo no llegó a recibir honores por parte del gobierno británico además de morir en la pobreza y en1926 recibió la Orden del Nilo del Rey Fud I de Egipto.
Por último, la Universidad de Yale le confirió en Doctor Honoris Causa en Ciencias y fue miembro de Honor de la Real Academia de la Historia de Madrid. En interesante añadir la miniserie de TV de 4 episodios del año 2016, dirigida por Peter Webber y protagonizada por Sam Neill en el papel de Lord Carnarvon
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