La lucha contra el paro, pilar principal del discurso en el acto de investidura

Imbroda pidió la colaboración del Gobierno central y de todas las instituciones para superar los altos índices de desempleo.

El presidente reelecto de la Ciudad, Juan José Imbroda, llamó ayer a la colaboración entre las distintas administraciones públicas y fuerzas políticas melillenses como única salida frente a los efectos de la crisis económica en Melilla y su mayor repercusión en los problemas endémicos de nuestra ciudad, entre los que situó el paro como el principal “drama” de la población melillense.
Según Imbroda, es preciso conjugar “distintas voluntades políticas” para afrontar los problemas crónicos de Melilla porque de lo contrario “con el fuerte incremento poblacional que ha habido y va a haber, la situación puede convertirse en insoportable y no habrá fondos de asistencia social para paliar siquiera en parte el grave drama del paro”.
Juan José Imbroda llegó a esta conclusión en el contexto de un largo discurso que desgranó, a modo de radiografía, la realidad actual de Melilla, sus principales debilidades y fortalezas, la situación económica de la ciudad y los retos por superar, entre los que situó en primer término la necesidad de buscar alternativas económicas con el concurso de las distintas administraciones y fuerzas políticas.
Imbroda  subrayó que “se avecina un nuevo camino político en la dirección del Gobierno nacional”, pero advirtió que aunque esto abra “un nuevo horizonte esperanzador para la ciudad”, “es imprescindible buscar alternativas económicas a un modelo como el actual, que no puede tender a crear más riquezas de las que hay” y que es, subrayó, “a todas luces insuficiente para resolver nuestros problemas y nuestra necesidades”.

“Condiciones básicas”

Por tal motivo, el presidente Imbroda abogó porque se cumplan “dos condiciones básicas” para encontrar las soluciones más convenientes: Por un lado, “la puesta en común de las políticas de empleo, educación y formación, entre los gobiernos nacional y local” y, por otro, “la exigencia al Gobierno nacional de la voluntad política suficiente que entienda que es razón de Estado el facilitar los medios necesarios para que se pongan en marcha esas nueva alternativas deseadas e imprescindibles”.
Y es que, según Imbroda, “hay que creerse Melilla”. Por ello, respecto de su petición de la puesta en práctica de políticas de empleo, educación y formación que contribuyan a luchar contra el paro y el déficit de formación laboral y académica de nuestros desempleados, Imbroda enfatizó en su discurso la necesidad de tener la mano y de establecer un eficaz sistema de colaboración entre las distintas administraciones. Por ello, subrayó su disposición y la de su Gobierno “a entablar el diálogo necesario con la administración central y con los grupos de la Asamblea” de forma “sincera” y mediante cauces que lo hagan posible en el seno de la Asamblea.

Actuaciones prioritarias

Según señaló, existen una serie de “actuaciones prioritarias” para hacer posible el desarrollo socioeconómico de Melilla. Entre ellas y con carácter principal, la hoja de ruta marcada junto con el Gobierno ceutí, para lograr medidas fiscales que propicien la creación de empleo, mediante la revisión tributaria del IPSI, la adaptación de los impuestos de sociedades e IRPF o “la implantación del ansiado descuento del 50% en las cargas de la Seguridad Social”.
En opinión de Imbroda, todo lo anterior es posible si el Gobierno central hace suyo el aserto de que “hay que creerse Melilla”, es decir, de que es posible el futuro de la ciudad si se toman medidas que contrarresten los problemas actuales y previsibles, de índole económica y social.
Por ello, reclamó del Gobierno central “decididas inversiones públicas que creen una economía sostenible”, poniendo el acento en la necesaria ampliación del puerto comercial, con el beneficio añadido de crear “más suelo disponible”, así como “la acometida valiente y decidida de solucionar los problemas de nuestros vitales transportes, en orden de calidad y precio”.
En el mismo contexto, Imbroda reclamó un campus universitario con más titulaciones y una política “decidida” para acabar con el alto índice de fracaso escolar de nuestros estudiantes y alumnado, mediante la creación de más instalaciones educativas y más contratación de profesorado a fin de acabar también con las elevadas ratios profesor-alumno que se dan en las aulas melillenses.
Igualmente pidió “una línea especial de financiación del Instituto de Crédito Oficial para los emprendedores melillenses y para la constitución de hipotecas en las viviendas sociales públicas y privadas”.

Fuerzas Armadas

Igualmente reclamó una mayor presencia de las Fuerzas Armadas, incidiendo en la conveniencia de  que “la desaparecida 2º Bandera de La legión se habilitara nuevamente con la dotación necesaria para que, conjuntamente con otras unidades, se alcance la cifra de 1.000 profesionales más en nuestra ciudad”.

La UE y la consideración de Melilla com región fronteriza de Europa

Como medida crucial y complementaria a cuantas expuso en su discurso como alternativas para el desarrollo económico d e la ciudad y la lucha contra el paro, Imbroda abogó una ve más por conseguir de Europa un tratamiento especial para nuestra ciudad en virtud de nuestra condición de única frontera terrestre de Europa junto con Ceuta en el continente africano.
El reelecto presidente señaló, a título novedoso, que el pasado 5 de julio se aprobó en el Parlamento Europeo una resolución relativa a la estrategia política comunitaria para fomentar la política de cohesión a partir del 2013, año en que Melilla se ve amenazada con perder las ayudas europeas si no logra algún tipo de consideración especial en atención a sus limitaciones por su situación geográfica, sus limitaciones territoriales, su alta densidad poblacional , sus mayores índices de paro y sus mayores obstáculos para hacer posible el desarrollo económico.
En tal sentido, Imbroda subrayó que la nueva resolución del pasado 5 de julio propone “ayudas especiales  a zonas fronterizas europeas o transfronterizas” que deben ser de aplicación para Melilla, en el contexto de un horizonte de perdida de fondos europeos cuyo impacto negativo en la ciudad es del todo previsible.
Lo anterior, junto con la necesidad de desarrollar las nuevas políticas de vecindad europea, constituyen a juicio del presidente de Melilla una fórmula imprescindible para favorecer el progreso de nuestro territorio.
Por ello, reclamó abiertamente el apoyo del Gobierno central con el fin de contrarrestar el “negativo impacto” de la perdida de unas ayudas europeas que catalogó de cruciales durante los últimos años para la realización de obras públicas, encaminadas a solventar la falta de infraestructuras de Melilla pero igualmente decisorias para lograr que lo s índices de paro en nuestra ciudad no fueran aún más abultados. Hay que tener en cuenta que a 1 de julio, Melilla cuenta con más de 11.000 parados, de los que en un altísimo porcentaje son mujeres y jóvenes menores de 30 años.

La nueva Sociedad de Desarrollo para los distritos más deprimidos

En el conjunto de medidas políticas de calado económico que a juicio de Imbroda resultan cruciales para combatir “el drama del desempleo” y también dotar de mayor “tranquilidad, estabilidad política y social” a Melilla, Imbroda resaltó, como aportación particular por parte de su nuevo Gobierno, la anunciada y nueva sociedad para el desarrollo de los distritos 4º y 5º, con el objetivo de combatir los “déficits” que afectan a los habitantes de los barrios de Cabrerizas, Cañada y Reina Regente.
“Pretendemos –dijo- que se coordinen todas las actuaciones que se pongan en marcha y que deben ir encaminadas a dignificar la vida de barriadas tan queridas y tan nuestras” como las mencionadas.
Una sociedad que constituye prácticamente el principal reto de este nuevo mandato político y que, según ha trascendido, se pondría en marcha bajo la dirección del hasta ahora consejero de Fomento, Rafael Marín.