La Organización de Naciones Unidas para las Migraciones (OIM) cifra en un mínimo de 1.413 los migrantes que murieron o desaparecieron el año pasado en pateras y cayucos rumbo a España, un 20% más que en 2022, 956 de ellos en la ruta canaria y 457 en el Mediterráneo occidental.
Esos datos suponen que en 2023 perdió la vida en las rutas a España un migrante cada poco más de seis horas (3,87 al día): uno cada nueve horas en el Atlántico (2,61 diarios) y uno cada 19 horas en el Mediterráneo (1,25 diarios), según el recuento anual del programa 'Missing Migrants', al que ha tenido acceso a Efe.
La evolución de este tipo de tragedias ha sido dispar según la región geográfica. En los datos de la OIM, las muertes en el Mediterráneo español descendieron un 19% de 2022 a 2023, al pasar de 566 a 457, mientras que los fallecimientos y desapariciones rumbo a Canarias se dispararon un 41%, de 561 a 956.
Según registros oficiales publicados por el Ministerio del Interior, el año pasado accedieron a España en pateras y cayucos 55.618 personas, un 92,3% más, un repunte impulsado por el récord histórico de llegadas a Canarias, con 39.910, un 154,5% más.
El resto de llegadas por mar se repartieron entre la península y Baleares, con 15.435 (+19%); Ceuta, con 67 (-46%); y Melilla, con 206 (+21%).
Entre esas 1.413 pérdidas contabilizadas por la OIM se ha verificado la muerte o desaparición de al menos 51 menores (28 en Canarias y 23 en el Mediterráneo) y de no menos de 121 mujeres (104 en Canarias y 17 en el Mediterráneo).
La gran mayoría de esas personas desaparecieron sin que se recuperara su cuerpo: 742 en el Atlántico y 376 en el Estrecho de Gibraltar, el Mar de Alborán o en las rutas hacia Baleares.
Solo en uno de cada cinco casos hubo un cadáver al que dar sepultura en tierra: 214 cuerpos en las rutas a Canarias (el 22,4 % del total) y 81 en las del Mediterráneo (el 18,% del total).
En la Ruta Canaria el mes más trágico fue noviembre, con 353 muertes y desapariciones; seguido por julio, con 147; octubre, con 94; y junio, con 88.
En el Mediterráneo occidental la mayor parte de muertes corresponden a noviembre, con 95; seguido por agosto, con 80; junio, con 52; y abril, con 49.
Las cifras publicadas por la OIM son notablemente inferiores a las reportadas por Caminando Fronteras, organización social que desde hace años hace un seguimiento del movimiento de migrantes hacia España y avisa a las autoridades de las salidas comunicadas por las familias o de las llamadas de socorro.
Esta ONG cifra en 6.618 las personas que fallecieron en 2023 tratando de llegar a España en pateras o cayucos, 6.007 en Canarias y 611 en el Mediterráneo occidental y el Estrecho de Gibraltar.
Fuentes del programa Missing Migrans han precisado a Efe que sus estimaciones deben tomarse como el "mínimo verificable" porque reconocen que hay "naufragios invisibles" de los que no tienen dato alguno para poder incorporarlo a su recuento.
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