La Justicia da la razón a Ikram Aanan y condena a Nur Al Houda Hamed

Deberá abonar en multas 750 euros, indemnizar a la exsocialista con 150, mantenerse alejada de ella a más de doscientos metros por un período de seis meses y correr con los gatos del juicio entre ambas.

El Juzgado de Instrucción nº4 de Melilla condenó ayer a la cepemista Nor Al Houda Hamed al pago de 700 euros en multas por una falta de lesiones y otra de amenazas contra la exsocialista y autoinculpada en el caso del voto por correo en la Generales de 2008, Ikram Aanan.
La cepemista e igualmente imputada también en el mismo procedimiento de presunto fraude electoral en los últimos comicios nacionales deberá abonar además a Aanan 150 euros en concepto de indemnización y afrontar las costas procesales del juicio celebrado el pasado miércoles para aclarar cuál de las dos agredió y causó lesiones a la otra.
Asimismo, el fallo judicial impone a Nur Al Houda que se mantenga alejada de Aanan durante seis meses a una distancia no inferior a doscientos metros y que en el mismo período de tiempo se abstenga de comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento.
Igualmente, el fallo imputa a Nor Al Houda los costes procesales derivados del mismo juicio, con el apoyo del Ministerio Fiscal que en sus conclusiones se sumó a la petición de penas impuestas finalmente a la cepemista.
En concreto, las multas deberán abonarse a razón de 10 euros durante 60 días por una falta de lesiones, con la accesoria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas, y al pago de otros 10 euros durante quince días, por otra falta de amenazas de las previstas en el Código Penal y con idéntica responsabilidad personal y subsidiaria para el caso de impago.
La sentencia no es firme y contra la misma cabe recurso de apelación en el plazo de cinco días ante la sala fija de la Audiencia Provincial de Málaga en Melilla.
El fallo judicial sirve para arrojar luz sobre un enfrentamiento entre la cepemista y exsocialista que, a juicio de Ikram Aanan, guarda estrecha relación con su declaración autoinculpatoria en el caso del voto por correo en las Generales, en el que además de Nur Al Houda se encuentran imputados su padre, el líder de CpM, Mustafa Aberchán, su madre y hermana y varios dirigentes del PSOE, como el secretario general por este partido en Melilla, Dionisio Muñoz.

Hechos probados

Según la sentencia de la juez María José Alcázar, titular del Juzgado nº 4 de Melilla, el pasado 26 de mayo, sobre las 20.15 horas, en la Avenida Juan Carlos I, a la altura de Zara, cuando Ikram Aanan iba conduciendo su vehículo, muy despacio por las retenciones de tráfico que causó la concentración de los ‘Indignados’, fue abordada por Nur Al Houda, quien “dio un fuerte golpe en el capó del vehículo de Ikram” e “inmediatamente después comenzó a dar manotazos directamente sobre el rostro” de la exsocialista “que estaba dentro del vehículo”.
Nur Al Houda, según la sentencia, introdujo “parte de su cuerpo en el habitáculo del vehículo conducido por Ikram, hasta que fue retirada de dicha posición por el “esposo” de una mujer “a la que Ikram saludaba cuando fue abordada por Nor Al Houda Hamed Karam”.
También se da por probado que la cepemista insultó con gruesos calificativos y realizó amenazas de muerte contra la exsocialista “al tiempo que la agredía” y que “a consecuencia de tales hechos Ikram Aanan sufrió lesiones consistentes en excoriaciones en región malar y mejilla derecha, en región cervical-lateral derecha y erosiones más leves en antebrazo izquierdo”, así como “crisis de ansiedad”.

Versiones contrapuestas

En el juicio, según la magistrada, queda probado por tanto que Aanan dijo la verdad en su denuncia contra Nur Al Houda mientras que esta incurrió “en contradicciones tan básicas y tan burdas” que “sólo hacen indicar que su versión obedece a una denuncia para evitar ser denunciada y a la utilización del ordenamiento jurídico de forma incorrecta”.
Además se añade que, si se diera por buena su versión, habría que entender que el testigo de Nor Al Houda “ha mentido en todo su relato”, mientras que los de Ikram Aanan corroboran totalmente la narración de los hechos tal cual ésta los contó desde un principio, tanto en su denuncia primero ante la Guardia Civil como posteriormente a varios medios de comunicación locales.

No prospera la acusación de obstrucción a la Justicia

La juez no estima en cambio imputar a Nor Al Houda el delito de obstrucción a la Justicia que invocó el abogado defensor de Ikram Aanan, alegando que las lesiones y amenazas que sufrió su representada obedecían a su autoinculpación en el presunto fraude electoral en las Generales de 2008 y a las responsabilidades inculpatorias que de ello se derivan para el resto de 27 imputados en el mismo procedimiento, entre los que se encuentran la misma Nor Al Houda y el líder de CpM y padre de ésta, Mustafa Aberchán.
La juez lo desestima porque entiende que existen entre ambas “muchos motivos de enemistad, políticos sobre todo, más que judiciales” y que por tanto lo sucedido entre las dos puede obedecer a varios motivos, entre otros “el resultado del último proceso electoral” o “las manifestaciones de una y otra en los medios de comunicación, que son muchas”, dice textualmente el fallo, a pesar de que Nur Al Houda jamás ha hecho declaración alguna a un medio de comunicación local.
Quien en cambio sí se ha referido a Ikram Aanan ha sido Mustafa Aberchán, que el pasado viernes la llamó “mercenaria” y “desequilibrada” y dio a entender que la denuncia contra su hija era falsa porque, según manifestó, todo lo denunciado por Ikram prácticamente sucedió al revés de cómo ella lo contó a algunos periódicos de la ciudad, entre ellos ‘El Faro de Melilla’.
De hecho, por la publicación de la denuncia de Ikram Aanan contra Nor Al Houda, Mustafa Aberchán acusó a la dirección de este medio de actuar como “mercenarios, piratas y mafiosos”, anunció acciones legales contra este periódico y señaló que más que “la desequilibrada de Ikram” lo que le preocupaba eran los directores de los medios que se habían hecho eco de una denuncia, a su juicio absolutamente falsa.