La interacción con el paciente, clave para prevenir las agresiones

La directora del Centro Penitenciario ‘Castellón II’, que imparte un curso sobre esta materia en el Comarcal, destaca el buen trabajo de los profesionales de Melilla. Ana Soledad Acosta Moya, psicóloga de Instituciones Penitenciarias, ex directora del Centro Penitenciario de Melilla y actualmente al frente del de ‘Castellón II’ destacó ayer que la interacción profesional-paciente es uno de los elementos claves para prevenir y evitar las agresiones en el ámbito sanitario.
Acosta ha sido una de las participantes del curso ‘Prevención de agresiones en centros sanitarios’, que se desarrolla en el Hospital Comarcal, organizado por la Gerencia de Atención Sanitaria de Melilla del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) y que está financiado con fondos del Instituto Nacional de Administraciones Públicas.
Este curso, que se inició el pasado día 12 y que concluye el próximo 3 de diciembre, afronta este año su tercera edición y se enmarca en la formación permanente de los profesionales sanitarios.
Acosta ha sido la encargada de impartir la parte teórica del curso, en la que ha planteado las bases para después realizar los talleres prácticos. Su participación ha consistido en el desarrollo en cuatro sesiones de tres temas fundamentales. Por una parte ha expuesto el contexto de conducta violenta en el medio hospitalario, una segunda parte de análisis de las estrategias de comunicación y, por último, el planteamiento de posibles situaciones de conflictividad, en el caso de que éstas se manifiesten, y el modo de cómo afrontarlas.
Además de apuntar como posible solución la interacción profesional-paciente, Acosta subrayó también la importancia de la organización “y de la perspectiva del profesional” para prevenir posibles agresiones.
Durante el curso se han tratado las distintas modalidades de agresiones, a la vez que se analizaban las causas por las que éstas pueden llegar a darse.
Sentando la base de que la interacción es fundamental en estos casos, Acosta precisó que las estrategias de comunicación han sido una de las materias donde más se ha incidido en este curso. “Lo que hemos hecho es analizar de manera detallada el estilo de interacción que tiene el profesional con respecto al paciente y hemos analizado, a fondo, la relación entre uno y otro, entrando en conceptos como la afectividad o la manera de relacionarse. En definitiva, la comunicación verbal y no verbal”.
Para Acosta, Melilla no tiene ninguna particularidad propia que la diferencie del resto de España en esta materia y así explicó que “la situación en que se encuentra el paciente, sus familiares y allegados, lógicamente es de tensión”, aspecto que ocurre en cualquier otro punto. Ante ello, añade la psicóloga, los sanitarios deben actuar con “profesionalidad, que la atención que se preste al paciente sea buena”, un hecho que, resaltó, en Melilla se cumple.
En este sentido dijo que “los profesionales realizan un buen trabajo y con una alta profesionalidad” a pesar de que “desarrollan su trabajo en áreas complicadas como urgencias o salas de espera”. Para Acosta, la carga de trabajo del hospital Comarcal “es grande, igual que la de cualquier otro gran centro sanitario”.
Respecto a si el trato con el ciudadano marroquí que tiene dificultades para expresarse por no dominar el castellano tiene alguna particularidad en concreto, la directora de Castellón II precisó que dentro de la relación sanitario-paciente, “como en cualquier otro tipo de interacción hay que tener en cuenta la diferencia cultural, pero que no tiene particularidad alguna. Simplemente hay que tenerlas en cuenta, considerarlas y nada más”.
Acosta señaló también como punto a tener en cuenta para solventar las posibles situaciones de agresividad la formación sobre esta materia de los profesionales sanitarios. Por ello valoró este tipo de cursos “porque ello permite reflexionar sobre cómo hay que hacer el trabajo, algo que el día a día no nos deja llevar a cabo”.
Aseguró igualmente que la “formación es la mejor forma de prevenir” y por ello recomendó “ocupar unos días en pararse a pensar en el trabajo, sobre cómo mejorarlo y hacer un balance de que lo estás haciendo bien. Esa, sin duda, es la mejor manera de prevenir”.