Oumaima Abbou, una joven de 24 años originaria de Alhucemas, Marruecos, encarna una inspiradora historia de lucha y superación. Su vida cambió drásticamente en 2004 cuando un devastador terremoto destruyó su pueblo. A pesar de la tragedia, su familia milagrosamente sobrevivió y decidió mudarse a La Bocana, un pequeño poblado pesquero marroquí cerca de Melilla.
La vida en La Bocana con 5 hermanos no fue fácil. La pobreza y la falta de recursos eran la norma, pero desde pequeña, Oumaima demostró una pasión inquebrantable por el aprendizaje, destacándose en su escuela primaria. A medida que crecía, superó la oposición de su comunidad y la de su propia familia para continuar sus estudios, ya que en su entorno era inusual que las chicas siguieran más allá de la educación básica.
Con la ayuda de amigas como Maru y Gloria, quienes convencieron a sus padres de la importancia de la educación, Oumaima persistió. Caminaba largas distancias a diario para asistir a su instituto, a menudo atravesando terrenos difíciles y peligrosos. Su dedicación y amor por la ciencia la llevaron a completar el bachillerato en ciencias.
Posteriormente, ingresó en la Universidad Pluridisciplinar de Nador para estudiar la carrera de "Ciencias de la Materia Física", siendo la única de su familia y su comunidad en lograr terminar una carrera universitaria. Durante su tiempo en la universidad, pasó hambre, pero lo que más le afectaba era ver a su madre trabajar arduamente para financiar sus estudios.
La pérdida de su hermano menor, Anas, en 2022, casi la detuvo. Sin embargo, con el apoyo de su familia y amigos, Oumaima logró defender su proyecto final y obtener su grado en Ciencias Físicas. A pesar de las adversidades y las críticas de su comunidad, se mantuvo firme en su objetivo de alcanzar una vida mejor y sacar a su familia de la pobreza.
Hoy, Oumaima sigue su camino hacia el éxito, inspirando a otros con su resiliencia y determinación. Su historia es una luz de esperanza para las jóvenes de su comunidad, demostrando que con esfuerzo y perseverancia, es posible superar cualquier obstáculo.
El camino de Oumaima Abbou hacia la realización de sus sueños no ha sido solitario. Detrás de su historia de superación hay una red de personas e instituciones que han desempeñado un importante papel para que pueda alcanzar sus metas.
Desde sus primeros años escolares en La Bocana, María Matilde Segura Gilabert (Maru) y Gloria Angosto Dionis desempeñaron un rol significativo. Ambas, veraneantes en la zona, no solo brindaron apoyo económico a Oumaima, sino que también convencieron a sus padres de que le permitieran continuar con su educación, algo poco común en su comunidad. Estas dos mujeres vieron en Oumaima un potencial que merecía ser cultivado y lucharon para que tuviera las oportunidades que merecía.
En la parte académica, Oumaima también encontró apoyo en los hermanos Hassan y Hossein Hossein Mohand. Ambos, profesores tutores del Centro Asociado UNED en Melilla, que reconocieron la excepcionalidad de su caso. A través de sus esfuerzos, lograron que Oumaima pudiera continuar sus estudios de postgrado en España. Estos hermanos no solo facilitaron su traslado, sino que también se aseguraron de que recibiera una beca completa para su matrícula en el Máster Universitario de Prevención de Riesgos Laborales en la UNED.
La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) también ha sido un punto de apoyo importante en la trayectoria de Oumaima. Gracias a la intervención del rector Ricardo Mairal y el respaldo de vicerrectoras como Rosa María Martín Aranda y Laura Alba, Oumaima pudo matricularse en el máster y recibir una formación de alta calidad. La Fundación Mujeres por África, presidida por Mª Teresa de la Vega, también le otorgó una beca para realizar una labor investigadora en el Instituto de Sistemas Fotovoltaicos de Concentración, S.A.U. (ISFOC) en Puertollano (Ciudad Real), empresa pública perteneciente a la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha.
El equipo del Vicerrectorado de Internacionalización y Multilingüísmo de la UNED gestionó todos los documentos necesarios para su estancia en España. Asimismo, el Vicerrectorado de Ordenación Académica trabajó diligentemente para asegurar que Oumaima pudiera aprovechar al máximo su máster en prevención de riesgos laborales. La implicación y cercanía de la profesora Cristina García Ael, Coordinadora del máster, ha sido crucial para el inicio de sus actividades académicas en la UNED. Del mismo modo, desde el principio, se ha contado con la ayuda incondicional del Centro Asociado de la UNED en Ciudad Real, con una larga trayectoria en el intercambio de investigadoras africanas a través de su colaboración con el Ayuntamiento de Puertollano.
El apoyo institucional se extendió al ámbito empresarial con la acogida de Oscar de la Rubia y Julio Bono, directores del ISFOC. Este Instituto, ubicado en Puertollano, y adscrito a la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se encuentra a la vanguardia en la I+D+i de la energía solar fotovoltaica, y sus diferentes aplicaciones, eficiencia energética, sensórica, generación de hidrógeno verde, siendo la empresa donde Oumaima realizará su investigación durante un año, consolidando sus conocimientos y adquiriendo experiencia práctica en su campo de estudio. Al llegar a la ciudad y mientras buscaba un lugar donde vivir, María José Bermejo Fernández tuvo la amabilidad de acogerla en su casa, demostrando una vez más el espíritu de solidaridad y apoyo comunitario que la ha acompañado en su viaje.
Finalmente, el recibimiento en Madrid fue un momento emotivo para Oumaima. Acompañada por los hermanos Hassan y Hossein, fue recibida calurosamente por la Vicerrectora Primera y Vicerrectora de Investigación, Transferencia y Divulgación Científica, Rosa María Martín y otros miembros del equipo de la UNED, quienes dedicaron tiempo a mostrarle la ciudad y hacerla sentir bienvenida. Este acto de hospitalidad subraya la red de apoyo que ha sido esencial en el viaje de Oumaima, desde Marruecos hasta España.
En conjunto, en la historia de Oumaima Abbou no solo destaca su increíble fortaleza y determinación, sino también la importancia del apoyo comunitario e institucional. Cada persona y entidad que ha intervenido en su vida ha contribuido a que una joven de un humilde pueblo pesquero marroquí pueda aspirar y alcanzar metas que antes parecían inalcanzables. Su éxito es un testimonio del poder de la colaboración y la solidaridad en la realización de los sueños. Este ejemplo de éxito vital ha permitido que una joven mujer vea cumplidos sus sueños.
Requisitos: Ser mujer, tener nacionalidad y residencia en un país africano y además, contar con un título académico emitido en esa región, son los requisitos necesarios para poder obtener ayuda de movilidad desde la Fundación Mujeres por África.
Oumaima cumplía todos ellos, pero para conseguir su sueño y estar ya en España, ha contado con del apoyo constante de personas e instituciones que han creído en ella. Gracias a ello, acaba de iniciar una nueva etapa en su vida.
Desde estas líneas deseamos a esta joven mujer marroquí muchos éxitos para llegar a ser ese referente de liderazgo femenino tan importante hoy en día entre las mujeres científicas.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…