Este jueves el salón de actos de la UNED ha acogido la conferencia 'Los colores de España en la mochila’ de Jesús Dolado, cofundador de la asociación Retógenes, en torno a una prenda muy usada en el Ejército español, la Bandera de Percha, que se ha conseguido recuperar después de años de desuso.
La Bandera de Percha ha acompañado a los soldados a lo largo de su historia y ha tenido múltiples usos, explicó Dolado. En el caso español ha sido una prenda que ha evolucionado desde un valor funcional a uno más estético o hasta académico.
Gracias a esta asociación han conseguido recuperar en la actualidad esta prenda tan típica y simbólica, que los soldados regalaban a sus novias al volver licenciados desde Cuba o Filipinas, pero que tuvo muchos más usos.
Entre sus aplicaciones, explicó Dolado, podía servir para dar a conocer la posición, eliminar el sudor, protegerse del sol, como sudario en el momento de la muerte de los soldados o para tapar las pertenencias. Todo ello es fruto de una larga investigación de más de diez años por parte de Eduardo Robles y el propio Jesús Dolado que ha servido para poder recuperar más de 200 pañuelos originales en una sala histórica. "Fue fruto de la casualidad absoluta que decía que los pañuelos tenían que tener unas medidas de 70X70", comentó Dolado.
Aunque esta prenda entró en desuso durante el siglo pasado se ha conseguido volver a recuperar. La Bandera de Percha dejó de utilizarse en el Ejército de España en el año 1927. Este pañuelo, dijo Dolado, no solo es un objeto español sino que se ha exportado por todo el mundo. "Nos copia prácticamente todo el mundo", apuntó Jesús Dolado.
La conferencia estaba abierta al público en general y acudieron tanto personal civil como militar. En la UNED estuvo presente entre otros el comandante general de Melilla, Luis Sáez Rocandio.
Sus medidas eran de 60 x 80 o de 75 x 90 cm. Solían llevar el Escudo Nacional y el nombre de la Unidad colocado en paralelo a las franjas. Estaba confeccionada en tela ligera, de mala calidad textil, con cordones en sus extremos para ser atada. Su color al principio fue rojo, aunque luego se generalizó con los colores nacionales. Carecía de flecos y sólo tenía colores por una cara, traspasando a la otra la impresión, según publica el Ministerio de Defensa en su página web.
Fue en la guerra de África donde realmente se hizo romántica esta prenda recogiéndolo así el cancionero militar. Los soldados guardaban esta prenda como recuerdo de su Unidad y su permanencia a ella, siendo fiel reflejo de la vida militar que habían cumplido.
Como curiosidad, Defensa señala que era una costumbre muy típica que la familia del licenciado colgara en sus ventanas la bandera del recién llegado tras haber cumplido con su obligación y regresado. La Bandera de Percha engalanó las casas de pueblos y ciudades españolas los días festivos, permaneciendo esta tradición en muchos hogares españoles hoy día.
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