La Hermandad del Rocío está encantada con la ‘Zambombá’ que celebró el pasado sábado y que se convirtió en un auténtico éxito de participación. Tan contentos están con los resultados obtenidos que ya piensan en que se organizarán nuevas ediciones para años venideros, según comentaron fuentes de la hermandad.
Celebrar este tipo de fiesta flamenca, tan típica de localidades sureñas andaluzas como Jerez, era un deseo que la Hermandad del Rocío tenía desde hacía largo tiempo. En su organización han trabajado nada menos que durante los últimos seis meses, al objeto de que no fallara absolutamente nada y pudiera conmemorarse la ‘Zambombá’ sin contratiempos. Y así fue.
Aunque en principio parecía que podía haber problemas por unas primeras horas lluviosas por la mañana temprano, sobre el mediodía la climatología dio tregua y salió el sol, lo que hizo que luciera aún más la fiesta, que se inició a la una de la tarde en la sede de la Hermandad, situada en Melilla la Vieja. “Como el día amaneció feo temimos por el fracaso de la organización pero al final quedó un día espectacular”, comentaron nuestras fuentes.
El éxito fue total. De hecho, fueron tantas personas a celebrar allí esa ‘Zambombá’ que la Hermandad se quedó sin sillas y mesas que ofrecer. Afortunadamente sus ‘vecinos’, los Scouts, pudieron prestarle más elementos para que se acogieran a todos los que querían participar.
La música corrió a cargo del propio Coro de la Hermandad del Rocío, que interpretó los villancicos más tradicionales en dos pases que cosecharon un considerable éxito entre el público. Además, también participó la directora de la Escuela de Baile ‘Pilar Muñoz’, María del Carmen Florido, con uno de sus grupos, lo que dio un toque muy alegre al evento. Asimismo cantó también la docente Lupe Galván, que puso el acento flamenco en la celebración. Ya a última hora, sobre las ocho de la tarde, actuó la Tuna de Melilla.
En definitiva, los asistentes quedaron encantados con la fiesta, que transcurrió en un ambiente muy acogedor, flamenco y rociero, como era la intención de los organizadores, que ofrecieron una rica comida con los productos propios de estas fechas a precios muy populares.