La cooperación a ambos lados de la valla consiguió dispersar en tres horas el numeroso grupo. La Guardia Civil, en cooperación con las fuerzas de seguridad marroquíes, logró abortar en la madrugada del miércoles un intento masivo de asalto a la valla de Melilla protagonizado por alrededor de un millar de subsaharianos.
La Delegación del Gobierno explicó ayer en una nota de prensa que los inmigrantes se aproximaron al perímetro fronterizo de Melilla en fila india desde los campamentos que mantienen en el monte Gurugú, iniciando una marcha en torno a la medianoche, que se dirigía a la zona conocida como Arroyo Villa Pilar.
Los inmigrantes fueron “refrenados y dispersados” por las fuerzas marroquíes, que estaban alertadas una vez activado el protocolo de cooperación entre España y Marruecos. La colaboración interfronteriza provocó que el grueso de los inmigrantes, formando un grupo compacto, se dirigiera a la zona del paso fronterizo de Farhana.
En torno a las tres de la madrugada, el grupo ya había desistido de su empeño y retornado hacia el interior de Marruecos sin que lograra alcanzar la valla fronteriza de Melilla y sin que se produjera, por tanto, ningún intento de salto a la misma.
Según la Delegación del Gobierno, este intento frustrado “demuestra una vez más la extrema presión migratoria sobre esta ciudad” y “avala la necesidad de reforzar las medidas antiintrusión que componen su perímetro fronterizo”, entre las que se encuentran las cuchillas que se han vuelto a colocar en el perímetro.
La Guardia Civil desplegó todo su dispositivo antiintrusión, reforzado en los últimos meses por un equipo del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), y también por el helicóptero dotado de infrarrojos, que se mantuvo alerta durante la noche hasta quedar descartado cualquier indicio de nuevo intento de asalto a la valla.
Dos intentos de asalto este mes
Se trata de uno de los asaltos más numerosos que se han registrado desde las avalanchas de 2005. El pasado 5 de noviembre un grupo de unas 100 personas consiguió entrar en Melilla saltando la valla en la zona de Rostrogordo. Durante el salto un inmigrante falleció y otros cinco resultaron heridos leves al caer “accidentalmente” desde lo alto de la valla. El resto que consiguió entrar en Melilla se dispersó por la ciudad divididos en varios grupos.
Un día después, otro grupo de 200 inmigrantes se aproximó a la valla de Melilla para intentar acceder a la ciudad, pero fueron repelidos por las autoridades marroquíes. Este grupo se dirigía a la zona de Barrio Chino y mostró una actitud “violenta” al arrojar piedras a las autoridades marroquíes en su intento de dispersar al grupo.