La Guardia Civil ha interceptado a más de 150 inmigrantes que invadieron las zonas restringidas del puerto comercial de Melilla con la intención, la mayoría, de colarse en los barcos como polizones y llegar a Europa de forma clandestina, dos de los cuales resultaron heridos por caídas.
Según ha informado en una nota de prensa la Comandancia de la Guardia Civil, los hechos ocurrieron ayer en el interior del puerto de Melilla, cuando más de 150 personas indocumentadas, todas de ellas de procedencia magrebí, lograron acceder por diversos puntos y procedimientos a la zona de seguridad.
Entre los más de 150 inmigrantes interceptados había menores de edad, y la mayoría tenía como objetivo introducirse como polizones en los buques que enlazan el puerto de Melilla con los de la península, mientras otros, en menor medida, trataban de cometer hechos delictivos, como robos de mercancías en los camiones estacionados en los muelles.
La Guardia Civil afirma que la situación "fue especialmente crítica y peligrosa" durante la mañana, ya que diversos grupos de inmigrantes accedieron al puerto a la carrera interfiriendo en las labores de la estiba de los buques, que requiere la circulación de vehículos de gran envergadura.
Según el instituto armado, uno de los inmigrantes, en una "carrera descontrolada" por la zona de seguridad del puerto, estuvo a punto de ser atropellado por un camión al que "literalmente se le echó encima", si bien el conductor pudo evitarlo.
La "difícil situación" obligó a paralizar los servicios de estiba y reforzar el despliegue de la Guardia Civil en el puerto comercial.
La Guardia Civil se refiere a "difíciles y complicadas situaciones" en el puerto, entre ellas la localización de más de 20 personas que estaban "literalmente enterradas" en camiones cargados con cenizas procedentes de la incineradora, o en los bajos y ejes de vehículos articulados.
Dos de los inmigrantes interceptados resultaron heridos tras sufrir caídas, una desde lo alto de un remolque y otra al mar desde un buque atracado, y fueron trasladados al hospital, aunque su evolución es buena y se encuentran fuera de peligro.
La vigilancia del puerto comercial de Melilla requiere un "especial tratamiento" por parte de la Guardia Civil y de otras instituciones y servicios al ser "una zona muy sensible", con "una gran cantidad de recursos materiales y humanos para paliar la grave situación que se da, que es asidua y sistemática".
En lo que va de año, la Guardia Civil ha localizado, auxiliado y desalojado de la zona de seguridad del puerto a unos 4.000 inmigrantes, todos de origen magrebí, la mayoría indocumentados, que dicen proceder de Marruecos y Argelia, de los cuales el 40 % son menores de edad, un colectivo "muy vulnerable" y que se encuentra "en situación de desamparo y en muchas ocasiones en riesgo".
Este año, siete menores han requerido atención sanitaria por caídas en altura, caídas al mar y heridas.
A estos "preocupantes datos" se añaden las actuaciones realizadas en el mar, donde este año la Guardia Civil ha auxiliado a 65 personas en riesgo de ahogamiento, entre ellos 46 menores de edad.
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