Procedente de Francia, sus ocupantes pretendían denunciar su supuesto robo una vez hubieran pasado la frontera. La Guardia Civil informó ayer de la intervención en el puerto de Melilla de un coche de alta gama procedente de una empresa de alquiler de vehículos de Francia, que estaba amparado con un contrato legal de arrendamiento durante una semana, cuyos ocupantes pretendían pasarlo a Marruecos para después denunciar un supuesto robo.
Los hechos ocurrieron el pasado miércoles, cuando los agentes estaban realizando el control selectivo de vehículos que desembarcaban del buque procedente de Almería. Cotejaron la documentación del vehículo, de marca Mercedes C180, con placas de nacionalidad francesas, que estaba ocupado por dos personas, del que comprobaron que procedía de una empresa de alquiler de vehículos con sede en Francia.
Tras realizar gestiones directas con la empresa de alquiler, los agentes detectaron que se había dado un incumplimiento de las condiciones del contrato, ya que los ocupantes no contaban con autorización para la salida del turismo del territorio peninsular. La empresa solicitó a la Guardia Civil la inmovilización inmediata del vehículo para evitar que pudiera salir del territorio Schengen.
Según la Guardia Civil, este ‘modus operandi’ es muy conocido por los agentes del Resguardo Fiscal, por el que llegan a Melilla con la cobertura legal de un contrato de alquiler, que en este caso concreto era de una semana, para posteriormente introducirlo en Marruecos y presentar una denuncia por supuesto robo o sustracción en territorio comunitario. De esta forma, los ocupantes del vehículo quedarían exonerados de cualquier tipo de responsabilidad penal.
El vehículo intervenido alcanza un valor de mercado de unos 36.000 euros, que ha quedado a disposición de la empresa arrendataria.