Los conminó a volver a la costa marroquí cuando alcanzaban el Dique Sur. Una patrullera de la Guardia Civil conminó ayer a tres subsaharianos a regresar a la costa marroquí desde la que minutos antes se habían arrojado al mar con la intención de alcanzar a nado las playas de Melilla.
Testigos de la actuación policial relataron a ‘El Faro’ que sobre las once de la mañana del día de ayer la Guardia Civil vio perfectamente cómo tres subsaharianos iniciaban una travesía a nado desde las proximidades del cercano puerto marroquí de Beni-Enzar hasta la playa de La Hípica.
Los inmigrantes fueron detectados en su maniobra por el puesto de vigilancia permanente sito en el Dique Sur.
De hecho, cuando los tres inmigrantes se encontraban próximos al espigón del Dique Sur, una patrullera de la Guardia Civil salió a su encuentro y los conminó a que regresaran al puerto marroquí, sito a escasos metros del lateral trasero del mismo dique.
Las fotografías que ilustran la información, facilitadas a este Diario por el aficionado José Vázquez, demuestran claramente la sucesión de los hechos: En primer término, los inmigrantes se acercan a nado al espigón del Dique Sur; en la segunda fotografía, vemos cómo son detectados y conminados por la Guardia Civil a que retornen a la costa marroquí; y, por último, en la tercera instantánea, los mismos inmigrantes, repiten en trayecto de retorno su travesía a nado.
El suceso es uno más en el goteo constante de inmigrantes que desde el inicio del pasado verano han llegado de continuo a nuestras costas, a bordo en la mayoría de las ocasiones de balsas de juguete tipo ‘Toy’.
No existe un recuento oficial de cuántos han llegado en los últimos cinco meses, pero la cifra posiblemente podría superar los 800, teniendo en cuenta que ha sido constante la llegada de pateras con una media de 20 inmigrantes a bordo, entre ellos numerosos menores y mujeres embarazadas.
La intensidad de la presión migratoria vía marítima no sólo carece de precedentes en la historia de la inmigración subsahariana hacia Melilla, sino que mantiene en torno a los 800 el número de acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla, cuya capacidad máxima es de 480.
La mayor presión migratoria también se está dejando notar en los centros de acogida de menores en situación de desamparo, especialmente en el de la ‘Purísima Concepción’, donde sus 170 acogidos al día de hoy superan en más de un tercio su capacidad máxima.