La Guardia Civil informa a sus agentes de la construcción de un “laberinto” en la valla

La orden de servicio 6/2014 firmada por Martín Villaseñor recoge las pautas a seguir por los efectivos en la frontera ante un asalto masivo de inmigrantes l El juez que investiga las ‘devoluciones en caliente’ imputó al coronel por este documento.

La orden de servicio 6/2014 firmada por el coronel jefe de la Guardia Civil en Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, informa de la próxima colocación en el perímetro fronterizo de “un elemento retardador (laberinto)” en la valla que servirá para dificultar el avance de los inmigrantes durante un intento de asalto masivo. Esta medida está incluida, entre otras, en este documento firmado el 11 de abril de este año por Martín Villaseñor en el que informa a los guardias civiles de cómo tienen que actuar en todas las circunstancias ante un intento de asalto masivo de inmigrantes a la valla de Melilla.
La orden de servicio 6/2014, facilitada a El Faro por fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil, viene a desarrollar el Protocolo de Vigilancia de las Fronteras de Melilla y Ceuta elaborado por la Dirección General de la Guardia Civil el pasado mes de febrero. El documento, firmado por Martín Villaseñor, saltó a la luz pública la pasada semana al ser uno de los motivos de la imputación del coronel de la Guardia Civil en el caso que investiga las llamadas ‘devoluciones en caliente’ de inmigrantes.
En la orden de servicio 6/2014, Martín Villaseñor enumera las medidas que se han tomado para reforzar la vigilancia en el perímetro fronterizo tras el extraordinario aumento de la presión migratoria en este año. Algunas de ellas ya se han ejecutado, como es la instalación de la malla antitrepa y otras están en desarrollo o pendientes de comenzar. Es el caso del “laberinto” que anuncia Martín Villaseñor, aunque no detalla en qué consistirá ese “elemento retardador”, dónde se colocará y si vendrá a sustituir a la sirga tridimensional, de la que afirma que ha sido ineficaz hasta ahora para frenar la entrada de inmigrantes de manera irregular en territorio español.
No menciona tampoco el coronel la instalación de la polémica concertina, pero sí  destaca las nuevas garitas que se colorarán a lo largo del vallado, dotadas con cámaras térmicas, como material de apoyo a las labores de vigilancia de los guardias civiles en la frontera.
Por último, refiere las mejoras de las puertas del cauce en el arroyo de Beni Enzar y de los cerramientos de los perímetros del “recinto aduanero”. Y pasa por alto el sistema de aspersión de agua con pimienta que fue instalado en 2006 al mismo tiempo que la sirga tridimensional, y que nunca se ha llegado a poner en marcha
Para información de los efectivos de la Comandancia, Martín Villaseñor también enumera las medidas que Marruecos realiza o realizará al otro lado de la valla de Melilla con el mismo fin de disuadir u obstaculizar el acceso de inmigrantes a territorio español de manera irregular. Además, del refuerzo en el número de efectivos del Ejército, las Fuerzas Auxiliares y la Gendarmería Real marroquíes, el país vecino contempla la construcción a lo largo del perímetro fronterizo donde así se pueda, de una zanja de más de un metro de profundidad y de una valla adicional, además de la deforestación de los pinares cercanos en una franja de unos 100 metros.

Durante el asalto
En el documento el coronel jefe de la Comandancia recoge textualmente el protocolo dictado por la Dirección General de la Benemérita sobre cómo deben actuar los agentes durante un intento de asalto masivo de inmigrantes en la valla. Por un lado, las medidas de contención y rechazo incluyen “el empleo legítimo de la fuerza basado en el uso de medios antidisturbios reglamentarios, por personal adiestrado y de acuerdo con los procedimientos técnicos autorizados y ajustados los principios de oportunidad, congruencia y proporcionalidad”.
En cuanto al sistema de vallas, “la interna materializa la línea que delimita, a los solos efectos del régimen de extranjería, el territorio nacional, de tal forma que, cuando los intentos de entrada ilegal llevados a cabo por los inmigrantes son contenidos y rechazados, no se produce ninguna entrada ilegal efectiva, la cual sólo se consuma definitivamente cuando el inmigrante rebasa la valla interna”.
Se trata del “concepto operativo de frontera” en el que el juez del Juzgado de Instrucción número 2 ve indicios de incompatibilidad con la naturaleza jurídica de la frontera de Melilla, por tanto, de territorio español. En el auto judicial en el que se imputa un delito de prevaricación al coronel Martín Villaseñor, el magistrado también vio insuficiente la justificación legal de ese “concepto operativo de frontera”. No obstante, en la orden de servicio 6/2014, Martín Villaseñor asume la misma argumentación que la Dirección General de la Guardia Civil en el protocolo elaborado el pasado mes de abril: “Este concepto operativo, que se consolidó en 2005 con ocasión de los primeros asaltos masivos, se ha mantenido inalterable en el tiempo hasta la fecha”. Y añade que “los inmigrantes que son contenidos en las líneas de vigilancia no son objeto de devolución, pues este concpeto parte de la base de que la devolución es consecuencia inmediata de una entrada en territorio nacional; entrada que, en los supuestos explicados, no se produce a efectos de régimen de extranjería”.
Igualmente, para los intentos de entrada por mar, la orden de servicio 6/2014 de Martín Villaseñor explica que la entrada ilegal se consuma si el inmigrante rebasa “la línea de vigilancia y contención establecida”. Esa línea por mar se determina mediante la prolongación del espigón en “una línea imaginaria que represente el límite fronterizo”.
Tanto en el mar como en la valla, la orden de servicio 6/2014 establece que los inmigrantes que consuman su entrada irregular en territorio español deben ser puestos a disposición del Cuerpo Nacional de Policía. Además, los que presenten heridas o lesiones deben ser trasladados a un centro sanitario.

Uno de los motivos de la imputación de Martín Villaseñor

La orden de servicio 6/2014, que desarrolla el Protocolo de Vigilancia de la Frontera de Melilla y Ceuta elaborado por la Dirección General de la Guardia Civil el pasado mes de abril es uno de los motivos que arguyó el juez de Instrucción número 2, Emilio Lamo de Espinosa, para imputar al coronel jefe de la Comandancia de la Benemérita en Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, por la presunta comisión de un delito de prevaricación en la investigación que mantiene abierta sobre las llamadas ‘devoluciones en caliente’ de inmigrantes.
Es el coronel quien firma esa orden de servicio 6/2014, además de haber estado al mando del operativo policial los días 18 de junio y 13 de agosto, cuando se produjeron sendos intentos de asaltos masivos de inmigrantes que son objeto de la investigación. Las diligencias abiertas tratan de aclarar si en esos dos días se efectuaron por parte de los guardias civiles la entrega de un número indeterminado de inmigrantes a las Fuerzas Auxiliares marroquíes, cuando éstos habían consumado su entrada en territorio nacional. El coronel Martín Villaseñor está citado el próximo 3 de octubre en el Juzgado de Instrucción número 2 para explicar cómo se desarrolló el operativo de la Benemérita durante los asaltos de esos dos días.
Además, días antes de esta comparecencia también tendrá que acudir al Juzgado de Instrucción número 5 por la investigación abierta sobre la devolución en febrero de 2013 de 21 inmigrantes que entraron en la ciudad en coches ‘kamikazes’. En este proceso judicial, Martín Villaseñor fue imputado en un primer momento, pero, a principios de mes el juez ‘desimputó’ provisionalmente al coronel. De momento está llamado a declarar en calidad de testigo el próximo 29 de septiembre.