Seis de las 29 detenciones producidas en el marco de la operación Spax, llevada a cabo por la Guardia Civil y la Policía de Alemania en colaboración con las de Francia, Holanda y Bélgica contra una red de tráfico de drogas y de personas, se realizaron en Melilla.
La Oficina de Prensa (OPC) de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla informó de que, además, las primeras reuniones de trabajo y coordinación con la Policía alemana tuvieron lugar en nuestra ciudad, a la que se desplazaron agentes de las Policías BKA y Fráncfort para planificar todos los detalles.
De la seis detenciones, cinco se llevaron a cabo en el puerto melillense con aprehensiones de droga y vehículos y otra, en la fase de explotación, se hizo de forma simultánea en las provincias de Málaga, Madrid, Barcelona e Ibiza y en el ámbito comunitario en Alemania y Francia. Todos los detenidos en Melilla son varones y con nacionalidad española que transportaban la droga en muchas ocasiones en furgonetas, donde construían los dobles fondos.
En la operación Spax se intervinieron más de una tonelada y media de hachís, dinero, vehículos, ordenadores, teléfonos y abundante documentación muy valiosa para conocer el entramado y las diversas actividades criminales de esta organización, que también contaba con tecnología para falsificar visados e introducir inmigrantes en Europa.
La droga procedía de Melilla
La droga procedía de Melilla y era trasladada en dobles fondos de vehículos hasta Francia, Bélgica, Holanda y Alemania, países donde triplicaba su precio, la ‘guardería’ de la misma radicaba en Málaga y los dobles fondos de los vehículos se realizaban en Madrid, según informó la Guardia Civil.
La operación se inició mediante el análisis de información compartida con la Policía alemana sobre frecuentes aprehensiones de droga en dobles fondos de vehículos, cuidadosamente fabricados para impedir su detección.
Se guardaba en Málaga
Las investigaciones permitieron localizar dos pisos en la localidad de Arroyo de la Miel (Málaga) utilizados como guardería de droga, que contaban con fuertes medidas de seguridad y estaban vigiladas por dos personas de forma permanente desde su interior, armados con una pistola con munición para evitar el robo por parte de otras organizaciones.
Desde Málaga la droga la distribuían en vehículos vía Madrid y Barcelona y desde allí a Francia y demás países destinatarios. En el transcurso de la operación han sido intervenidos 16 vehículos ‘mula’, seis de ellos en España.
En Madrid, donde se asentaba uno de los líderes de la organización, se fabricaban los dobles fondos de los vehículos en un taller situado en el distrito de Villaverde. Estos coches eran trasladados a Melilla para cargarlos con el estupefaciente, utilizando como conductores a personas con escasos recursos económicos.