La Guardia Civil ha detenido a una persona por un supuesto delito contra la salud pública y tráfico de drogas en el aeropuerto de Melilla con ocasión de los registros e inspecciones de los viajeros que desembarcan procedentes de la península.
La actuación fue realizada el pasado jueves día 06 de junio, cuando la Guardia Civil, realizando los cometidos de Resguardo Fiscal del Estado y Seguridad Aeroportuaria, llevó a cabo el control sobre un joven que llegaba procedente de Málaga.
Una vez trasladado al pasajero a la oficina ubicada en la sala de llegadas y preguntado si tenía algo que declarar,y manifestar que no, se le realizó un registro de su persona y del equipaje.
Tras acometer un registro corporal del pasajero, se localizaron adosado en su cuerpo y envuelto en papel celofán varios envoltorios en forma de cogollos que por su textura y olor resultó ser sustancia estupefaciente marihuana, con un peso de 1 kilogramo.
Continuando el registro en su equipaje, se localizó la cantidad de 1.200 blíster en forma de pastilla de medicamento Rivotril, con un total de 18.000 pastillas, cuyo principio activo es el clonazepam.
Asimismo fueron localizados tres paquetes envueltos y dispuestos a granel y repartidos en 12 botes de frasco original de aproximadamente 74.000 pastillas de Tranquimazin, perteneciente al grupo de medicamentos llamados benzodiacepinas, con efectos muy graves para la salud si no tiene un control médico.
El pasajero, un joven de 21 años de edad, con residencia en la ciudad autónoma quien ha sido puesto a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra la salud púbica y tráfico de drogas junto a la droga intervenida, siendo el valor aproximado en el mercado de la droga y medicamentos aprehendidos de aproximadamente 4.700 euros.
Se recuerda que los medicamentos deben contar con la preceptiva prescripción facultativa (receta médica) y su posesión está fuera de los canales autorizados por la Agencia Nacional del Medicamento; la Ley 29/2006, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios; la Ley 14/86, General de Sanidad; y el Real Decreto Legislativo 1/2015, amplia normativa que establece la custodia, conservación y dispensación de medicamentos en uso humano exclusivamente a las oficinas de farmacia y otros organismos oficiales.
El consumo de estos tipos de medicamentos que afecta principalmente al sistema nervioso central, mezclado con otro tipo de droga como alcohol, hachís, cocaína… pueden potenciar sus efectos y constituir serios problemas secundarios que pueden acarrear en el ámbito psíquico que conlleva entre otros, a padecer alucinaciones y conductas psicóticas y trastornos graves de conducta.
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