“La gestión clínica reconoce el papel de los sanitarios”

Durante esta semana se ha realizado un curso sobre ‘Gestión clínica de servicios sanitarios’ en Melilla impartido por el profesor de la EASP, Sergio Minué.

Desde el pasado lunes y durante toda esta semana se está celebrando en dependencias del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), el curso ‘Gestión Clínica en Servicios Sanitarios’, dirigido a los coordinadores de equipos de Atención Primaria, jefes de servicio, directores y supervisores y adjuntos de Enfermería. El profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y coordinador docente del curso, Sergio Minué Lorenzo, explicó los contenidos marcados y la importancia de la gestión clínica en esta época de crisis.
Entre los objetivos  de este curso, financiado por fondos del Instituto Nacional de Administraciones Públicas y propios del Ingesa,  se destacan: el análisis de los  fundamentos necesarios para el ejercicio de la gestión clínica, la definición del marco teórico de los modelos de gestión clínica, y capacitar al alumnado en la adquisición de habilidades e instrumentos para el desempeño adecuado de la gestión clínica.  
–¿Qué es la gestión clínica?
–Es un término que se viene utilizando desde finales de los años ochenta. Ahora que estamos en una época de crisis, en la que se pone en cierta manera en duda la sostenibilidad del sistema o si vamos a poder tener el sistema de salud que hemos tenido durante todos estos últimos treinta años, la gestión clínica lo que pone de manifiesto es que el elemento fundamental para hacerlo sostenible es el propio clínico. En el sentido de que es el médico y la enfermera, con su trabajo diario en el hospital o en Atención Primaria, quienes determinan cómo se utilizan los recursos, es decir, qué tipo de placas de radiología hay que utilizar, qué medicamentos o si se manda al paciente al especialista o no se hace. La gestión clínica lo que pretende, fundamentalmente, es reconocer el papel clave que tiene el médico y la enfermera, como elementos fundamentales a la hora de utilizar y gestionar adecuadamente los recursos. Hemos estado hablando en las clases de que en todos los sistemas sanitarios del mundo existen modelos de gestión clínica.
–¿Cómo está el modelo actual en España?
–Nosotros tenemos un buen sistema de salud. Se empezó a  hablar de gestión clínica por parte de un economista español, Vicente Ortún, a finales de los años ochenta. Es decir, llevamos quince años largos hablando de gestión clínica. Por lo tanto, no es ninguna novedad en ese sentido. Ahora, quizás, es más necesaria que nunca por la situación de crisis económica que tenemos.  Fundamentalmente, consiste en que el profesional asuma mayor autonomía en la organización de su trabajo por una parte, pero, a cambio, que sea responsable de ese trabajo, que asuma, en cierta manera, los riesgos derivados de lo que hace todos los días. Es una moneda de doble cara. La cara es más autonomía y la cruz es que tiene que rendir cuentas sobre esa autonomía que te da el sistema sanitario.
En ese sentido, el eterno problema que tienen todos los sistemas sanitarios del mundo es conseguir que los clínicos quieran asumir riesgos y, al mismo tiempo, que el sistema sanitario les descentralice o les delegue las tomas de las decisiones porque es difícil asumir riesgos. A todos nos cuesta. Tenemos una tendencia natural, como seres humanos, a buscar seguridad en vez de riesgo. Por lo tanto, asumir riesgos y meterse en más trabajo del que ya se tiene, es algo que cuesta al médico español, al británico y al americano.
–¿Ese es el objetivo del curso? ¿Va dirigido a los médicos o a los cuadros dirigentes?
–Va dirigido a cualquier persona que tenga que trabajar ahora mismo en la organización sanitaria y eso implica a directivos, pero implica, sobre todo, a profesionales sanitarios, es decir, a médicos y enfermeras. En el curso hay tantos médicos como enfermeras que trabajan en servicios clínicos, no trabajan en la dirección.
– ¿Cómo está estructurado el curso?
–Está estructurado en revisar un poco cuáles son los fundamentos de la gestión clínica en cualquier sistema sanitario, en cualquier comunidad autónoma o ciudad autónoma como es, en este caso, Melilla. En primer lugar, se da una visión general de lo que entendemos que es gestión clínica porque muchas veces entendemos cosas distintas y es importante que todos hablemos el mismo lenguaje. Luego, se habla de la gestión de los profesionales, ya que en sanidad no se trabaja de manera individual, se trabaja en equipos y, en ese sentido, de cómo podemos mejorar el trabajo en equipo. También se va a hablar de cómo podemos evaluar si estamos haciendo las cosas bien o no y cómo se pueden mejorar; y de cómo podemos mejorar la gestión de los cuidados. Es decir, la atención a las personas y a esos cuidados que las personas necesitan cuando están ingresadas en el hospital o cuando están en su casa en el caso de Atención Primaria.
–¿Las nuevas tecnologías contribuyen a la optimización de recursos?
–En el curso hablamos precisamente de la utilización de las tecnologías a la hora de explotar la información y de disponer de ella para tomar decisiones. Gran parte del curso se desarrolla fuera del aula puesto que, tanto materiales en formato de video como en formato de documentación complementaria, como formato de blogs, están en el campus virtual que hemos creado específicamente para este curso. El mundo es distinto desde que existe Internet y en ese sentido va a cambiar el también el proceso de relación entre médicos, enfermeras y pacientes a raíz de la aparición y utilización generalizada de Internet. Pero es que, además, el elemento fundamental del crecimiento del gasto siguen siendo las tecnologías en cualquier país del mundo y en el nuestro también.
-En este terreno tecnológico, ¿la historia clínica digital y la receta electrónica en la gestión clínica?
-Sí, son instrumentos de la gestión clínica. Pero lo importante es que esos instrumentos sirvan para tomar decisiones a los clínicos. Es decir, que no sólo el que yo apunte en la historia clínica los datos del paciente, sino que eso me sirva también para saber cómo están siendo atendidos mis pacientes: si los hipertensos están siendo bien atendidos, si los diabéticos están bien atendidos o si los pacientes que pasan por quirófano están seguros  en cuanto todo lo que es el proceso quirúrgico. Para esto sirven las nuevas tecnologías y sirve la historia clínica. No sólo consiste en registrar datos sino en explotar la información que tenemos sobre cómo estamos atendiendo a los pacientes.