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La gestión que la Delegación hace de la frontera no está contentando a nadie
La palabra colapso está empezando a convertirse en un sinónimo de la frontera de Melilla. En la mañana de ayer volvieron a vivirse nuevos episodios de aglomeraciones que causaron cierres “intermitentes” en el paso de Farhana, según reconoció la propia Delegación del Gobierno.
La interrupción más prolongada del tráfico duró unos 30 minutos, de acuerdo con la representación del Ejecutivo central en Melilla. No fue hasta las 11:00 horas cuando se consiguió normalizar la situación.
Problemas como el vivido ayer en ese puesto fronterizo están demostrando que las obras que se acometieron en el mismo no están dando los resultados deseados. Todo parece seguir igual, pues la congestión del tráfico continúa y los cierres se siguen produciendo con frecuencia.
Ayer, la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) envió un comunicado a este periódico en el que reclama al Gobierno central el “cierre inmediato” de Farhana hasta que se pueda garantizar la seguridad de los agentes que prestan servicio en el mismo. Desde hace tiempo, asociaciones de la Benemérita y sindicatos de la Policía Nacional vienen denunciando las malas condiciones en las que trabajan los funcionarios en los puestos fronterizos, lo que supone un problema añadido al de los colapsos de tráfico que se sufren.
Los comerciantes de la frontera son otro de los colectivos que denuncia continuamente el mal funcionamiento de los pasos que nos comunican con Marruecos.
No cabe duda de que la resolución todos estos problemas corresponde tanto a nuestro país como al vecino. Sin embargo, tampoco la hay de que la gestión de la Delegación del Gobierno no está consiguiendo contentar a nadie a este lado de la frontera.