La fiscal le pide 4 años de cárcel por un delito continuado de maltrato a su mujer

• La denuncia se presentó en 2014 pero, según la supuesta víctima, la conducta fue habitual desde que se casaron en 1999. La acusación particular eleva la petición de pena a 6 años. El inculpado niega los hechos

El Ministerio Fiscal solicitó ayer cuatro años de cárcel para un acusado de un delito continuado de malos tratos a su mujer, de la que está actualmente divorciado. La acusación particular elevó la petición de pena a seis años: tres por la citada conducta, dos por un delito grave de amenazas y uno por otro delito leve de la misma índole que el anterior. La defensa, en cambio, pide la libre absolución de su cliente.

El juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla, quedó visto para sentencia tras testificar el acusado y los testigos.

La denuncia fue presentada por la supuesta víctima en febrero de 2014 aunque, según aseguró, los malos tratos fueron habituales durante su matrimonio, que duró entre 1999 y 2011, y tras el divorcio.

El acusado, José M. A., negó a preguntas de la fiscal que “insultara” y “escupiera” a su mujer, así como que le reprochara que “no llevara dinero a casa” o que “no cocinara”. También rechazó que la amenazara y que le “rompiera la nariz” en una casa donde veraneaban en la Bocana.

Después, la acusación particular le preguntó si amenazó a la mujer después de que a él le embargaran la nómina por “impago” de la pensión acordada tras la separación.

A continuación, José M. A. respondió a las preguntas de su abogado, a quien aseveró que el divorcio se debió a “un problema de faldas”. Asimismo, añadió que ella “se automedicaba” y negó que le prohibiera que llevase “bikini” o “faldas cortas”.  Y el juez le preguntó a qué cree que se debe la denuncia. “A despecho”, respondió el investigado, quien añadió que ella, a las dos semanas del divorcio, quiso “volver” con él.

Testigo perjudicada

La presunta víctima de maltrato declaró a continuación y lo hizo tras un biombo. La mujer afirmó a la fiscal que había sido víctima de expresiones “humillantes” del tipo “no sirves para nada” y “eres mala mujer y mala madre”.

“Era celoso. No me dejaba tener amigas, no salía a la calle sola sin mis padres”. También afirmó que no le dejaba llevar “faldas cortas” ni “ropa muy pegada”.

“Cuando me separé, me llamaba por teléfono y me decía que no sabía con quién estaba jugando y que me cubriera las espaldas. Y que si le tocaba la cuenta corriente, me iba a enterar”, agregó.

Agresiones físicas

“En la Bocana se le escapó un cate y me dio en la nariz”, aseguró la testigo perjudicada, que añadió que “siempre” la “cogía del cuello”. Según indicó, en junio de 2013, ya divorciados, vivían bajo el mismo techo, aunque “él dormía en el salón”.

Fue en esa fecha cuando se produjo una agresión que terminó con llamada a la Policía. “Yo estaba en mi pijama, me iba a echar de la casa. Me cogió del pelo y me dio patadas. No era lo mismo de siempre. Llamé a mi hermana y le dije: ‘Avisa a la Policía, que me mata”. Según su relato, llegaron los agentes y a él “lo esposaron”. La mujer añadió que uno de los efectivos le dijo que “denunciara” a su exmarido, pero finalmente no lo hizo. “Algunos eran amigos de él y negociaron, porque si lo denunciaba, él perdía el trabajo”, aseveró la denunciante.

Tras ese episodio, afirmó que le quedaron “lesiones en el cuello”, porque le “había apretado con los dedos” y le quedaron marcas.

Denuncia en 2014

La mujer declaró que en febrero de 2014 su ex acudió al despacho del abogado que llevó el divorcio y le “abrió la cabeza”. El letrado interpuso denuncia por esto, que finalmente fue archivada en 2016 al no poder probarse la culpabilidad de José M. A. Fue también en febrero del 14 cuando se presentó la denuncia por maltrato.

La fiscal le preguntó a la presunta víctima si sus familiares sabían del maltrato. “No quería que se enteraran de mis problemas. Me daba vergüenza”, replicó. “¿Y cuando sufría agresiones?”. “No salía de casa”, contestó.

Familiares de ella

La madre de la denunciante señaló que tenía “poca relación” con su yerno. “Mi hija no me contaba nada. Una vez, vino con el ojo morado y me dijo que se había golpeado con un mueble”.

La hermana de la supuesta agredida confirmó que en febrero de 2013 llamó a la Policía para avisarles de que el acusado estaba agrediendo a la mujer, así como que acudió al lugar con los agentes. Aparte, afirmó que “antes de casarse” su hermana estaba “normal” y que luego sufrió un “deterioro físico”. Además, indicó que él la trataba “con desprecio”.

También declaró una amiga de la pareja, quien negó haber presenciado agresión alguna en la Bocana. “Si la hubiera visto, lo habría denunciado”.

La pareja actual del investigado también testificó, negando las acusaciones y subrayando que la relación entre él y su ex era “buena”.

Informe psicológico

Entre los testigos que prestaron declaración en el juicio, que se prolongó casi cuatro horas, hubo una psicóloga que, a preguntas del juez, señaló que la víctima sufre una “sintomatología compatible con situaciones de violencia de género”.

La acusación particular le preguntó si existía “relación de dependencia de ella respecto a él pese a los malos tratos”. La psicóloga respondió que sí y que ello podría explicar que volvieran a vivir juntos tras el divorcio.