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La Federación pide una nueva piscina para atender la demanda

Las cerca de 80 plazas que oferta la entidad para los cursos de aprendizaje de natación quedaron cubiertas en menos de una hora.

Algo menos de una hora es el tiempo que tardaron en agotarse ayer las plazas que la Federación Melillense de Natación tiene este año dedicadas a los cursos de aprendizaje de natación. Así lo informó la presidenta de la entidad, Sonia Urbaneja, quien lejos de celebrar el hecho, explicó que no es más que la consecuencia de las pocas plazas que su entidad puede ofrecer debido a la falta de instalaciones donde poder impartir estos cursos.
“Desde hace ya algunos años, por estas fechas, viene repitiéndose la misma imagen. Aglomeración de gente en los alrededores de la piscina municipal desde horas antes de que se abra el plazo para la inscripción de alumnos a los cursos de natación que ofrece la Federación, ya que muchas familias, que conocen la situación, acuden con tiempo suficiente para tener así opción de conseguir alguna”, lamenta Urbaneja.
La presidenta de la Federación culpa de esta situación a la falta de instalaciones, ya que salvo la piscina municipal y la del colegio La Salle, “no existe ninguna otra que pueda acoger cursos de natación más allá de la época estival. Antes también estaba operativa la de La Hípica, pero ahora sólo lo está en verano”, explica y recuerda que desde hace ya varios años, la Federación viene reclamando la construcción de una piscina para poder ampliar el cupo que ahora tienen.
Urbaneja asegura que los responsables del deporte en la Ciudad Autónoma conocen perfectamente la problemática, aunque por el momento, su solución no parece cercana.
“Esta situación viene de mucho tiempo atrás”, aclara la presidenta de la federación, quien comentó que “en un principio la problemática parecía que iba a quedar solucionada con la  la construcción de la piscina olímpica, una actuación que al final no se llevó a cabo. Luego se habló de una más pequeña que pudiera dar cabida a buena parte de la demanda que existe en la ciudad; pero ésta tampoco se ha construido”, comenta Urbaneja.
Así las cosas, explica, “no se puede hacer más de lo que hacemos”, señala. Este año la Federación Melillense de Natación saca alrededor de 80 plazas para cursos de natación dirigidos a pequeños de entre 3 y 12 años.

Calles y horarios
“No tenemos opción de ofertar más porque no disponemos ni de más horas ni de más calles”, aclara Urbaneja. Y es que, según explicó, la Ciudad Autónoma ha concedido a la Federación Melillense sólo tres horarios, de 45 minutos cada uno. El primero, entre las 16:15 y las 17:00 horas, según Urbaneja el más demandado; el segundo de 20:00 a 20:45 y el tercero, de 20:45 a 21:00.
Sin embargo, la concesión de estos horarios no implica que se disponga de la totalidad de la piscina, sino sólo de algunas calles. En el primer turno son dos en la piscina grande y otras dos en la pequeña y en los horarios de noche son tres en cada uno de ellos, pero todos en la piscina pequeña. Un hecho, éste último, que no da muchas facilidades para las familias, explica Urbaneja, “ya que a esas horas los padres prefieren que sus hijos estén en la cama, como por otro lado es normal”.
La presidenta de la Federación precisa que por seguridad, por cada calle, no es aconsejable que realicen el curso más de diez niños. “No hacerlo así es una imprudencia, al margen de que materialmente no hay espacio para realizar ejercicios, ni siquiera aunque los niños ya se defiendan y sepan nadar”.

Sonia Urbaneja
“Pedimos una piscina pequeña. No necesita gradas”

En la actualidad, la instalación municipal la comparten la Ciudad Autónoma (que la usa tanto para atender la demanda del área de Educación, de Sanidad o de Mayores), el Club Natación, el de Triatlón o la Federación de Natación, explica Urbaneja, “aunque esta lista se está viendo incrementada en los últimos años ya que muchas Federaciones incluyen la natación en la preparación de sus deportistas”.
La instalación en sí, igualmente, es algo obsoleta. Fue construida en 1990 o 92 y sólo dispone de seis calles.
Parece claro, ante estos hechos, que la construcción de otra piscina es la única solución viable.
Urbaneja asegura que no tiene por qué ser olímpica “ni siquiera tener gradas”; sería suficiente, sugiere, “con una piscina de 25 metros, unos vestuarios y  poco más. Existen naves que perfectamente pueden cumplir esos requisitos”, explica la presidenta, para quien saber nadar no es una nimiedad sino algo que considera imprescindible en cualquier menor de Melilla “máxime si tenemos en cuenta que somos una ciudad costera y por tanto con alto riesgo de sufrir accidentes relacionados con la natación”.

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