La familia Navarro dispuesta a vender el Perelló, pero no al precio que ofrece Cultura

Los propietarios del Cine Teatro Perelló, dispuestos a vender su edificio a la Ciudad aunque no por menos de cuatro millones de euros. Se lo han confirmado a El Faro miembros de la familia Navarro.

Este viernes saltaba la noticia a los medios de comunicación sobre una posible compra del Cine Perelló por parte de la Ciudad Autónoma. La consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño, lo anunciaba esta mañana en rueda de prensa.

Fuentes de la familia propietaria del Cine Teatro Perelló aclaran a este diario que el precio estimado por la Consejería de Cultura para la compra del edificio es insuficiente e insisten en que su valor estaría alrededor de los cuatro millones de euros. Es más, recalcan que solo el coste de la maquinaria de proyección y de las butacas, que fueron reparadas no hace mucho tiempo, superaría la oferta de Cultura.

Además, añaden que las instalaciones no solo incluyen la sala de proyección sino un sótano con más de 600 metros cuadrados. Estas mismas fuentes apuntan a El Faro que estaría por decidir si en un primer momento, los Navarro llevarían la gestión del cine.

Aún así, los propietarios quieren ser prudentes y recalcan a El Faro que únicamente han mantenido una reunión con Cultura por lo que todas las vías de negociación siguen abiertas. Los Navarro están dispuestos a escuchar otras ofertas de la Ciudad y a vender, tal y como ha apuntado a este diario uno de los seis hermanos propietarios.

Eso sí con algunas condiciones. Además del precio, que consideran que no se ajusta a la realidad, sería un requisito indispensable que el negocio continuara siendo el mismo.

Un punto que parece que Cultura va a respetar, pues la titular de la consejería ha manifestado que después de la compra el Perelló continuaría siendo, además de cine, un espacio cultural para todos los melillenses.

Es más que sabido que el Cine Teatro Perelló no pasa por sus mejores momentos. El tiempo ha hecho mella en un negocio que no hace mucho era boyante. Raro era el día que el cine no estuviera lleno y sus pasillos fueran un continuo entrar y salir de público que acudía a ver las películas que proyectaban.

Familias enteras que asistían a ver cine infantil con sus hijos o militares que al terminar su turno de trabajo, aún con el uniforme puesto, iban a ver los estrenos. Era el recuerdo que tenía Segundo Navarro, uno de los dueños del cine, y que transmitió a El Faro en su última visita a las instalaciones.

Y es que el Cine Teatro Perelló es un negocio familiar que a pesar de vivir momentos bajos, en los que el dinero que entraba a penas daba para cubrir los gastos, ha sobrevivido. No solo a una industria del cine en decadencia debido a la piratería y al nacimiento de las plataformas digitales, sino a todas las salas de proyección de la ciudad.

El Cine Perelló es el único que queda en pie. No solo en Melilla sino en varios kilómetros a la redonda del norte de África. Pero si ha conseguido salir adelante es gracias al apego que tiene la familia Navarro a su negocio, en el que algunos de sus miembros ha crecido bajo sus paredes.

Es por ello que aunque el negocio siga en pie en manos de la Ciudad, más de un Navarro echará de menos regentar el cine, transmiten a El Faro.

Por ahora, uno de los miembros de la familia pide tranquilidad para ver cómo se desarrollan los acontecimientos y si finalmente venden o no el cine Perelló.