El Museo Militar inauguró ayer la exposición ‘30 años juntos’ con la que rinde homenaje a la Compañía de Mar de Melilla en el treinta aniversario de su integración en la Unidad Logística de la ciudad. El acto fue presidido por el comandante general, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu.
El evento comenzó con el traslado de la Virgen del Carmen de un altar hacia otro por parte de cuatro marineros que la subieron a hombros en la terraza principal del museo. Tras este paseo simbólico y ya en el interior del museo, el coronel Martín Porres tomó la palabra para mostrar su “orgullo” por “contar en la estructura militar del Ejército de Tierra con una unidad con tanta historia e intervención en la vida de los melillenses” como es el caso de la Compañía del Mar.
“Sencillez, humildad y dedicación al servicio”
son algunos de los valores de esta unidad
Importancia histórica
El coronel Porres subrayó la importancia de esta unidad como “pilar fundamental en el desarrollo y ejecución en la logística de la comandancia general de Melilla” y resaltó que “la logística de Melilla no se entendería sin su labor”.
De acuerdo al coronel, la muestra recoge el fondo que “más representa la historia y la vida de la Compañía de Mar”, como es una evolución histórica a lo largo de los distintos uniformes que han lucido los miembros de esta unidad, numerosas medallas y otras reliquias de gran valor histórico. Porres resaltó la importancia de los recuerdos que conmemoran “a todos los caídos en acto de servicio”, y terminó su intervención animando a los melillenses a visitar la exposición para “conocer la unidad más antigua del Ejército de Tierra, heredera de los ‘40 Hombres de Mar’ que ocuparon la ciudad con Pedro Estopiñán y Virués a la cabeza hace más de 500 años, el 17 septiembre de 1497.
Valores ejemplares
Tras la intervención del coronel, tomó la palabra el comandante general, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, quien felicitó a la Compañía de Mar por celebrar su 30 aniversario como parte de la ULOG 24 (Unidad Logística 24) de Melilla. Otazu resaltó especialmente los valores de “sencillez, humildad y dedicación al servicio” que “siempre está revestido de grandes dosis de abnegación”.
Con ello, remarcó el esfuerzo de la Compañía al actuar con “diligencia” en todo momento, a pesar de contar en muchas circunstancias con “recursos insuficientes para desempeñar los cometidos”. Otazu cerró su discurso y dio por inaugurada la exposición recordando los “meses y meses de servicio irreemplazable e insustituible” que lleva a cabo la unidad.
Acto seguido, el comisario de la exhibición dio un rápido recorrido por las piezas expuestas, explicando su historia y la importancia que tuvieron para la Compañía.
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