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La estrella melillense descubierta por Got Talent trae un espectáculo "alucinante" al Kursaal

Hija ilustre de Melilla y calificada en más de una ocasión como la Beyoncé española, María Mendoza no podía escoger otro sitio que no fuera su ciudad natal para estrenar su primer espectáculo como directora: 'Dibulandia, un mundo de niños'.

Después de dar a luz a sus dos hijas, la finalista del concurso televisivo Got Talent España en 2016 llega con las energías renovadas para defender con la potencia de su voz un proyecto propio.

Lejos de lo que muchos pudieran pensar, la melillense, que entró por la puerta de Got Talent con 22 años, desempleada y "la ilusión de ser cantante profesional", no le dio "un carpetazo" a su vida en la ciudad autónoma para irse a probar suerte a la península.

En cambio, la talentosa joven ha pasado los últimos años descubriendo la maternidad y ejerciendo como profesora particular de canto, pero sin dejar de ser artista.

Así, acostumbrada a poner de pie a espectadores y jueces y decidida a "levantar el vuelo musicalmente hablando", la estrella local trae al teatro Kursaal el próximo fin de semana 'Dibulandia', una puesta en escena que para ella es "alucinante" y espera que para el público también lo sea.

Después de meses de arduo trabajo, "acostándonos a las cinco y a las seis de la mañana", María Mendoza se presenta acompañada de "lo mejorcito" que hay en materia artística en la ciudad para "enseñar lo que es capaz de hacer". Antes, conversa amablemente con El Faro sobre su quehacer más reciente.

-¿Cómo ha sido su vida después de ser finalista de Got Talent?

-Mi vida después de Got Talent ha seguido dedicada a los escenarios, al mundo del espectáculo, en mayor o en menor medida. Al final, vivimos en una ciudad pequeñita, donde hay que darle cabida a todo el mundo y comprendo que no podemos estar siempre en escena, como nos gustaría. No obstante, he seguido dando conciertos. Yo tenía mi propio grupo (María Mendoza Band) y estuvimos rodando dos años, sobre todo en verano que es cuando la agenda cultural es más amplia y cuando los bares y los sitios de ocio te reclaman más; y luego, haciendo espectáculos grandes en el teatro o en el auditórium.

-¿Le abrió puertas el paso por el programa?

-Hombre, claro. Al final, es un punto más en tu currículum el terminar por delante de tantísima gente que se quedó en el camino, tanto en el casting como en el programa, y bueno, a nivel local, ser más reconocida lo que hace es abrirte más puertas y que la gente quiera contar con tu talento en un momento especial de su vida como puede ser una boda o la despedida de un trabajo.

-¿Qué vamos a ver en el Kursaal este fin de semana?

-Quienes vengan al teatro este fin de semana podrán compartir con nosotros qué es lo que pasa en el mundo Dibulandia durante un día. Es una propuesta muy completa porque tiene música y voces en directo, baile, partes de teatro y algún jueguecillo esporádico de magia. Además, lo conduce el payaso Sarapín, que es el que lanza todos los números. Creo que va a gustar mucho.

-¿Cómo nació Dibulandia?

-Nació porque yo quería hacer un proyecto bajo el nombre de María Mendoza, sin la identidad de nadie más, para enseñarle al público melillense lo que yo soy capaz de hacer como artista. En principio, se formó en mi cabeza como un concierto, y después fue creciendo esa idea porque pensé que había que tener un hilo conductor que uniera todas las canciones y números que tenían que ser representados. Fue creciendo y creciendo hasta llegar a lo que es hoy 'Dibulandia'. Quería además contar con compañeros que han estado a mi lado durante todos estos años de crecimiento personal y artístico, y creo sinceramente que me he rodeado de lo mejorcito que hay en la ciudad y estoy muy orgullosa por ello, porque son grandes artistas, tanto los músicos como los cantantes y los bailarines.

-¿Cómo llegó a la conclusión de que podía dirigir un espectáculo?

-Es la primera vez que dirijo un espectáculo y más de estas características, porque yo siempre me he montado mis pequeños shows cuando he hecho algún concierto, pero, no a lo grande, como es 'Dibulandia'. Pero yo sabía que podía y más con la ayuda de los profesionales que me han acompañado, que se han involucrado muchísimo en el proyecto desde la primera hora. Realmente, aunque yo he puesto la idea de base, hemos crecido todos juntos.

-Se ha dicho que 'Dibulandia' no es un musical ni un concierto. ¿Por qué cree que hay que ver el espectáculo?

-'Dibulandia' no es ni musical, ni concierto, ni obra de teatro. 'Dibulandia' lo es todo. Es un mundo de fantasía donde tiene cabida todo lo que tenga que ver con el arte. Un lugar para soñar, para evadir los problemas del día a día y por un momento conectar con tu niño interior y volver a tu infancia y disfrutar como disfrutan los niños, sin preocupaciones. Es un espacio donde solo caben la felicidad y el pasárselo bien. Es un espectáculo para niños y mayores porque hay personajes que a los más pequeños le van a encantar y a través de los que los adultos vamos a conectar también con la infancia que hemos vivido. Hay personajes muy clásicos, y otros actuales, pero unos y otros les gustarán a todo el público. Hay que verlo porque es un mundo mágico para soñar, una hora y media para salir de los problemas y simplemente dedicarte a disfrutar y poner la mente en blanco.

-¿Quiénes participan en esta puesta en escena?

-Participamos cinco cantantes y la hija de una de las cantantes: Gonzalo Carmona, Javi Romero, Mabel Romero y su hija Isabel Caro, Ana Belén Vallejo y yo. Luego, músicos, tenemos siete: el director musical y batería, Juan Luis Reguero; al piano, Riduan Moh; al teclado, Sara Ahmed; en la trompeta, Jesús Nuñez; en el bajo, Juan Miguel Requena; en la guitarra eléctrica, Juan Mimun; y en la percusión, José Hurtado. Aparte, contamos con el Ballet de Nuria Nieto, que dirige al ballet y tiene números sola también, y unos cuantos extras para alguno de los números. Asimismo, tenemos a Jesús Mendoza como director artístico. Toda la parte artesanal que se va a ver en el espectáculo ha sido gracias a su buen hacer, a sus horas de trabajo, a sus noches sin dormir, y a lo que es capaz de hacer con sus manos que de verdad es increíble y le doy las gracias por eso.

-¿Por qué decidió quedarse en Melilla después de participar en Got Talent? ¿Qué la ata a nuestra ciudad?

-Me quedé en Melilla por una sencilla razón: quedé embarazada durante el transcurso del programa y consideraba que, con una bebé recién nacida, no era el momento más adecuado para volar a la península y buscar una vida fuera. Los primeros meses y años de vida de un niño necesitan mucha atención y mucha dedicación y ahora, que he tenido una segunda niña, y la primera ya es más mayorcita, es cuando puedo empezar a levantar el vuelo musicalmente hablando y por eso me he decidido a hacer 'Dibulandia'. Eso es lo que me ata a esta ciudad, que tengo a mi familia y mi trabajo. Entras en una rutina en la que no puedes permitirte el lujo de un día darle carpetazo a tu vida y salir fuera a buscar oportunidades porque ya tienes una responsabilidad como madre y tienes que mirar por tus niñas.

-¿Se puede vivir de la Cultura en la ciudad? ¿Qué echa de menos?

-Vivir de la Cultura en esta ciudad es un poco complicado por el simple hecho de que Melilla es una ciudad pequeña y hay que darle cabida a todos los compañeros. No puede estar siempre la misma persona haciéndolo todo, porque al final también se satura el público y el público lo que quiere es variedad. Yo tengo la suerte de tener mi trabajo como profesora de canto a nivel particular y lo voy compaginando con la vida de artista. Pero, vivir exclusivamente de los conciertos o los espectáculos que yo pudiera hacer al año, para mí sería inviable. Echo de menos un sitio para los fines de semana, en el que cupiéramos todos los de la profesión artística y pudiéramos ir rotando. No sé, quizás como un piano-bar, podríamos llamarle. Creo que sería una buena propuesta.

-¿Después de 'Dibulandia', qué podemos esperar de María Mendoza?

-Espero que se sigan viendo creaciones mías porque tengo más proyectos en mente. 'Dibulandia' no es mi último trabajo. Espero que la gente se quede satisfecha con este espectáculo y que Cultura esté contenta también por haber depositado su confianza en mí y que podamos seguir trabajando. Hay una idea que me gustaría presentar a corto plazo y que pueda salir adelante porque para una artista lo más importante es subirse a un escenario. Y si nos quitan eso, es como si nos quitaran una parte de nuestro cuerpo. Quiero que disfrutéis del espectáculo, que lo paséis muy bien y que nos veamos muy prontito.

 

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