El jurado valorará 47 llamadas a Maldonado en las que se habla de “papelillos”. La sesión de ayer en el juicio del caso del fraude del servicio de la ITV fue ágil. Únicamente quedaron pendientes para hoy tres testigos, que declararán por videoconferencia, después de tres intensas jornadas con más de una veintena de testimonios, sin contar con, al menos, una docena de testigos a los que renunciaron sobre la marcha el Ministerio Fiscal y las defensas de los dos acusados. El día de ayer fue productiva con tan sólo cinco horas en la sala de vistas de la Sección 7º de la Audiencia Provincial de Málaga en Melilla, en las que el jurado pudo escuchar de golpe un total de 47 intervenciones telefónicas pertenecientes a la investigación que realizó la Guardia Civil al jefe de Industria, Ricardo Maldonado. Una de ellas podría ser crucial al presentar una conversación más contextualizada con los hechos que se juzgan.
Concretamente escucharon las llamadas telefónicas registradas entre diciembre de 2002 y mayo de 2003. Camioneros, transportistas y empresarios de Melilla y de la península contactaron con Maldonado para pasar la ITV de sus vehículos. En la inmensa mayoría de los audios en cassettes que se escucharon en la sala de vistas se hablaban de “sobres” y “papelillos” y en todas se concertaban citas con el jefe de Industria.
El punto de encuentro habitual
Uno de los hechos de la investigación que se puso en evidencia ayer, frente a la declaración de dos testigos, es que la empresa de despacho de aduanas en Melilla que, según la Guardia Civil, era propiamente el punto habitual de intercambio de esos “sobres”. Hasta en cinco ocasiones se escuchó el nombre de la empresa, donde los clientes dejaban a Maldonado esos “sobrecitos”, cuando horas antes dos empleados de esa misma empresa aseguraron que únicamente vieron un sobre y que fue el propio Maldonado el que lo dejó para que se entregara a un camionero.
También se pudo escuchar cómo los transportistas informaban al jefe de Industria de que tenían más de una veintena o treintena de documentaciones de vehículos pendientes de pasar la ITV. Es el caso del supuesto intercambio entre uno de los testigos, A.M., y Maldonado de un total de 24 documentaciones de vehículos el 23 de enero de 2003 para pasar la ITV y que una empleada de A.M. entregó en el domicilio particular del jefe de Industria. Ambos hablarían en los mismos términos el 14 y 24 de marzo.
El 18 de diciembre de 2002 ‘Andrés’ anunció a Maldonado que le iba a entregar 32 documentaciones para pasar la ITV y el 26 demayo de 2003 ‘José’ tenía 37 vehículos pendientes de “pasar revista”.
Únicamente se reprodujeron tres contactos telefónicos entre los dos acusados. En uno de ellos, Maldonado le reclama dinero al guardia civil prejubilado, quien le contesta que tiene entre 600 y 700 euros para entregarle. Cabe recordar que ambos declararon que Maldonado había prestado unas navidades a su amigo 3.000 euros para la compra de regalos y que se lo fue devolviendo “poco a poco”.
El camión que no salió del puerto
Las conversaciones escuchadas ayer en la sala no fueron tan completas como la que se produjo el 19 de febrero de 2003 entre Maldonado y un transportista de la península que viajó con su camión a Melilla, pero éste nunca salió del recinto portuario y el jefe de Industria no entró a ver el vehículo en las 24 horas que permaneció en la ciudad. En la primera llamada que se produjo entre ambos acordaron verse en las inmediaciones de la plaza de los Pescadores. El transportista le preguntó “¿Cuánto es?”, explicándole que no sólo tenía que pasar la ITV su camión sino también su Mercedes particular. Maldonado contestó: “120 euros”. Al día siguiente el transportista volvió a la península con su documentación sellada, tal y como comprobó la Guardia Civil en el embarque, a petición de los agentes de la investigación.