La entrada de inmigrantes en Melilla aumenta un 37,5% en 2017, con 4.831

• Apdha lamenta las 249 muertes que se han producido en el país este año y pide políticas “acogedoras”

La llegada de inmigrantes irregulares a Melilla se incrementó un 37,5% en 2017 en comparación con las cifras del año anterior. En concreto, 4.831 personas lograron entrar en nuestra ciudad por vía terrestre o marítima, frente a las 3.512 que alcanzaron este objetivo en 2016. Los datos se extraen del balance de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha).

En el conjunto del país, la llegada de inmigrantes indocumentados por mar se triplicó en 2017. El año pasado alcanzaron la costa española 22.419 personas y 249 murieron tratando de hacer este trayecto. Contando las entradas terrestres, llegaron 28.587 personas.

Las cifras del informe apuntan que las entradas de migrantes en Melilla representan casi el 17% del total que se produjeron en nuestro país y duplican las de Ceuta, donde se quedaron en 2.438.

Este incremento se ha producido en paralelo al descenso del número de inmigrantes que tratan de alcanzar Europa a través del Mediterráneo central, aunque, pese a esta disminución, las entradas por esta zona aún quintuplican a las que se registran por la frontera sur de España.

Cabe resaltar el aumento exponencial que se produjo en el caso de las llegadas por vía marítima a nuestra ciudad. En concreto, el año pasado alcanzaron las costas locales 678 personas, frente a las 87 que lo hicieron en 2016. En los últimos meses de 2017, pero también en los primeros de este año, se ha producido un aumento considerable en la llegada de embarcaciones a la ciudad. En total, fueron 23 las pateras que arribaron a la costa melillense, frente a las cuatro de 2016.

En el conjunto del país, el balance muestra que noviembre fue el mes en el que más llegadas de migrantes se registraron, con un total de 5.221 personas que consiguieron alcanzar territorio español de forma irregular.

Rafael Lara, coordinador del área de Solidaridad Internacional de la Apdha, explicó ayer que el aumento de la represión, la persecución de las ONG que atienden a los inmigrantes y la situación “infernal” en Libia han contribuido a que muchos de ellos hayan buscado vías alternativas en el entorno del Estrecho para alcanzar Europa.

“Las políticas migratorias represivas nunca cierran nada, abren otras vías y hasta más peligrosas”, indicó el coordinador de la Apdha, organización que reclamó un cambio en la mentalidad de la atención de este fenómeno.

Según el balance de 2017 de esta organización, el total de inmigrantes que llegaron a España, sumando la vía marítima y terrestre, es de 28.587 personas.

Con ello España es el tercer país de Europa en recepción de inmigración irregular, detrás de Italia, que ha recibido 119.369, y Grecia, 35.052.

Esta organización ha contabilizado que 249 personas han muerto en 2017 intentando alcanzar España por la frontera sur, con lo que en los últimos veinte años la cifra se elevaría a 6.000.

Esta cifra “horrible”, según Rafael Lara, podría ser solo una tercera parte ya que, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), por cada persona que se ha comprobado que falleció, de otras dos no se supo nunca nada.

La cifra de muertes se redujo ligeramente con respecto a 2016, cuando se contabilizaron 295 fallecidos en el intento de alcanzar España.

Esta organización cree que el significativo aumento de llegada de inmigrantes a Andalucía en general y a las costas de Cádiz en particular (en esta provincia se ha registrado un incremento de más de un 300% respecto al año pasado) se debe a que ha vuelto a aumentar el número de marroquíes que tratan de salir de su país “por la situación de crisis que vive Marruecos desde hace más de un año”.

Marruecos es el principal país de origen de quienes llegan a España, seguido de Argelia, Guinea, Costa de Marfil, Gambia y Siria.

Apdha considera “insoportables” las cifras de fallecidos tratando de entrar en nuestro país

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) tacha las cifras de desaparecidos y muertos tratando de alcanzar nuestro país de “insoportables”. Apunta que el año pasado 249 personas perdieron la vida, entre ellos un niño de tan sólo cuatro años cuyo cuerpo apareció en las costas de Barbate. En los últimos veinte años, 6.000 personas han fallecido tratando de atravesar nuestra frontera sur. Son las cifras oficiales, aunque las estimaciones apuntan a que el número real podría ser el triple. “Alambradas, patrulleras, devoluciones, vuelos de deportación, muerte y sufrimiento no pueden seguir siendo la respuesta de este país a las personas que huyen de la guerra o el hambre”, apunta la entidad, que pide justicia y vías legales, así como políticas más acogedoras. En su balance, hace referencia además a la condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos al considerar ilegal la devolución en caliente de un migrante en la valla de Melilla en 2013, una sentencia que hay que recordar que ha sido recurrida por el Gobierno español. Indica que estos rechazos en la entrada de los migrantes les impiden poder solicitar asilo o ser identificados por parte de las autoridades.