La Educación, un espacio profesional sin barreras

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Cuatro profesoras de la ciudad cuentan a ‘El Faro’ cómo un día entraron en una clase y, tiza en mano, comenzaron a trasmitir conocimientos a un grupo de alumnos.

Las tradiciones y la sociedad marcaban a la mujer como la encargada de la educación de los hijos. Este hecho facilitó que  pudieran ejercer esta ‘obligación’ como una profesión, pasando a ser institutriz, maestra y profesora desde hace siglos. Se ha avanzado mucho en cuanto a las condiciones de trabajo para la mujer en la enseñanza y actualmente no existen barreras que puedan impedir que una mujer pueda dar clases en Educación Infantil, Primaria, Secundaria o en la universidad, uno de los últimos terrenos conquistados.
Cuatro mujeres que hoy se dedican a la Educación en Melilla cuentan a ‘El Faro’ cómo llegaron a decidirse por desempeñar esta profesión, si tuvieron dificultades en su entorno social para desempeñarla y si actualmente encuentran problemas para continuar con su trabajo.
María José Belmonte, Tlaitmas Mohamed, María José Moreno y Yolanda García ofrecen sus experiencias desde diferentes puntos de vista, la dirección, la jefatura de estudios, la Educación Primaria y la Formación Profesional, respectivamente.
Todas coinciden en que la Educación es un ámbito laboral ‘amable’ para la mujer, es decir, que no han tenido que luchar para poder llegar a dar clases y que cuentan con el respaldo de compañeros.

Algunos peros

A pesar de que los colegios e institutos cuentan con un grupo numeroso de profesorado que son mujeres, sobre todo, en Educación Infantil y Primaria, no existe esta misma proporción en los cargos directivos.
Estas cuatro mujeres coinciden en que la falta de tiempo puede ser una de las causas que frenen a sus compañeras, e incluso a ellas mismas, a emprender un proyecto profesional en la Dirección del centro en el que trabajan, puesto que, en ocasiones, implica no sólo una responsabilidad extra, sino más carga de trabajo, a la que luego hay que sumar las tareas que emprenden en sus hogares.
Otro de los aspectos tratados con estas cuatro maestras y profesoras fue la introducción en los temarios de las aportaciones de mujeres a lo largo de la historia en las asignaturas. Se trata de un asunto aún complejo pero que cada vez más suele ser comentado en clase, bien por las alumnas o por las profesoras, para que desde pequeños vean dos cosas, esto es, que mujeres y hombres son iguales en derechos y obligaciones; y que en el estudio y los avances de la Filosofía, el Arte, las Matemáticas o la Ciencia también han contribuido mujeres.

“La mujer tiene miedo de atarse por las cargas familiares ”

María José Belmonte, profesora de Educación Infantil y  actual directora del CEIP Real

“La mujer tiene miedo de atarse por las cargas familiares pero cualquiera que se lo proponga puede acceder a la dirección de un centro”, aseguró la profesora de Infantil y actual directora del CEIP Real, María José Belmonte. En este sentido, aseguró que en muchas ocasiones sus compañeras o ella misma están más vinculadas con la responsabilidad de atender su contexto familiar; de hecho, su propia situación es compleja puesto que están a su cargo el cuidado de personas mayores y de uno de sus hijos.  Sin embargo, aseguró que el desempeñar este cargo directivo no le impide desarrollar esta otra tarea y que todo depende de la persona y de “cómo te organices”.
En su familia había maestros y elegir ser profesora no fue una imposición sino su vocación. Belmonte aseguró que nunca se ha sentido discriminada y que sus compañeros, hombres y mujeres, la han apoyado siempre.
El anterior equipo directivo no quiso continuar y durante un tiempo ningún compañero quería ocupar esta responsabilidad, según informó. Así, en esa época se permitía que otros profesores de otros centros pudieran dirigir  este colegio y en el momento que dijo que a ella no le importaría presentarse, encontró y sintió tanto apoyo por otros profesores, incluso de fuera que propuso un programa sencillo. Tras tres años de trabajo en la dirección, todo el equipo diseñó un nuevo proyecto más completo y desde entonces lleva siete años como directora y tiene previsto, si todo sigue igual, quedarse otros cuatro años más.
Sobre el cargo de dirección, Belmonte incluso comentó que podría ser “un poco rotativo” para que sus compañeros vieran lo complejo y el trabajo que lleva “tirar del colegio”. Además, indicó que puestos como la secretaría y la jefatura de estudio en ocasiones no tienen el mismo reconocimiento que su puesto y también realizan una tarea llena de esfuerzo que pocas veces tiene su reconocimiento por los profesores, alumnos y padres de los centros docentes.

“La educación y la formación de otras personas siempre me ha atraído”

Tlaitmas Mohamed, profesora de Lengua y jefa de Estudios adjunta en el IES Enrique Nieto

“La educación y la formación de otras personas siempre me ha atraído”, aseguró la profesora de Lengua Castellana y Literatura y actual jefa de Estudios adjunta del IES Enrique Nieto, Tlaitmas Mohamed.
Ella eligió entrar en el mundo de la Educación y dentro de esta profesión lleva unos 20 años. Confesó que su familia siempre la ha apoyado y a pesar de que cuando era joven para las chicas era menos frecuente que estudiaran. Incluso destacó que por parte de su entorno “ había cierta admiración y respeto” porque una mujer siguiera su educación y formación. Del hecho de ser profesora destacó que el contacto con los alumnos, la trasmisión de conocimientos, el día a día, el hecho de trasmitir una actitud, un respeto y el trato personal son muy importantes en su trabajo.
Actualmente, Mohamed ocupa un puesto de jefa de estudios adjunta en el Enrique Nieto, algo que no fue intencionado, sino que fue proposición de sus compañeros el desempeñar este cargo. Así, matizó que lo pensó mucho porque “sabía que jefatura era una responsabilidad y no es un trato de enseñar sino para llamar la atención al alumno”.
Ante la pregunta del porqué hay pocas mujeres en la Educación en puestos directivos, Mohamed indicó que en colegios e institutos son los profesores los que presentan sus candidaturas con su programa y su equipo. Lo que quiere decir es que hay pocas mujeres que se presenten a estos puesto, y aseguró que uno de los motivos por los cuáles sucede esto puede ser la falta de tiempo. Ella y muchas de sus compañeras, aseguró, trabajan fuera de casa y luego se ocupan de muchos detalles de la vida familiar, por lo que a penas les dejaría tiempo para asumir  la dirección de un centro.

“Intento que se respeten, para que comprendan que somos iguales ”

María José Moreno, maestra de Educación Primaria en el centro Enrique Soler

“En cualquier tema que surge, intento es que entre ellos se respeten mutuamente, si hay rechazo o poder sobre las niñas lo intento atajar de cuajo para hacerles comprender que somos iguales aunque con características físicas distintas”, aseguró la profesora de Educación Primaria, María José Moreno del Enrique Soler.
Su primera idea fue estudiar medicina pero por diversas circunstancias acabó cursando Magisterio en Valencia y le cogió “el gusto” a la carrera. Luego fue en Melilla donde la acabó. Moreno indicó que “al principio son más difíciles las cosas puesto que tienes los conocimientos pero no la experiencia”. No obstante, aseveró que “el trabajar con los niños es muy motivador, ya que a pesar de pasar los años y de que algunos de esos alumnos tienen hijos, te reconocen por la calle y eso para mí es muy positivo, pues quiere decir que te portaste bien con ellos y que aprendieron algo”.
La mayoría de sus compañeros son mujeres no hay problemas de integración ni rechazo ni hacia ellas ni para los hombres, tal y como comentó.
En este sentido, Moreno afirmó que está contenta con  los niños aunque hay altibajos en su profesión, entre otras cosas, porque los padres muchas veces “no entienden tu trabajo y consideran que no te dedicas bien a sus hijos”. Sin embargo, declaró que la ratio es muy alta y no hay ni tiempo ni medios en muchas ocasiones, aunque indicó que tiene suerte, pues en el Enrique Soler cuentan con más medios que en otros centros.
Por otro lado, Moreno comentó que son concientes del poco número de mujeres que son directivos y declaró que “no se si hacemos todo lo posible por cambiar la situación”. Así, argumentó que estos puestos de dirección implican muchas horas y es para muchas de sus compañeras algo complejo el conciliar vida familiar y laboral, ya que desde el puesto de maestra ella tiene que realizar varios trabajos en su casa como la corrección de exámenes o realizar una programación
Por último, comentó que en cuanto a la autoridad, según su experiencia, la mujer tienen que hacer más esfuerzo para hacerse de respetar, puesto que la figura masculina impone más a los alumnos.

“Buscas técnicas para entrar en clase el primer día y poner una normas”

Yolanda  Gómez, profesora en el centro Leopoldo Queipo en el ciclo formativo de Informática

“Tienes que buscar técnicas para entrar en clase el primer día y poner unas normas”, indicó la profesora de ‘Fundamento de hardware’ y ‘Sistemas operativos’ de los ciclos de formativos de Informática del Leopoldo Queipo, Yolanda Gómez, respecto a si las mujeres tienen que esforzarse un poco más para hacerse respetar por sus alumnos.

Ella comenzó dando cursos de formación en el Inem tras acabar la carrera y aunque pensó que no le iba a gustar, le encantó la experiencia hoy en día guarda buenos recuerdos de esos primeros alumnos. Más adelante surgió la oportunidad de entrar en el instituto y a pesar de que no tenía muy claro cómo era la enseñanza pública está muy contenta con su trabajo.
Gómez aseguró que nunca tuvo  barreras que la hayan impedido desempeñar su profesión y que sus padres siempre han apoyado sus estudios, en primer lugar, y más tarde la elección de dar clases. “De hecho, si no fuera por mi familia no podría desempeñar esta profesión porque algunos años tengo horarios de mañana y otros de tarde y otros compartidos, por lo que entre todos nos organizamos”. Así, aseguró “hago algo que me gusta y por eso vienes a trabajar con alegría porque sabes que estás  enseñando y no descuidas tu casa puesto que los niños se quedan con sus abuelos o su padre”.
En este sentido, indicó que en algunas ocasiones son las mujeres las que por no dejar que otros realicen ese trabajo en casa o con los hijos se impiden desempeñar su propia profesión. en el centro veo a mujeres dentro de jefatura a la larga si habrá cambios
Por otro lado, indicó que en la mayoría de las clases hay más chicos que chicas, a pesar de que cuando ella estudió la carrera no había tanta diferencia con respecto al número de alumnos y alumnas.

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