Cerca de 200 mayores pasan la jornada en Melilla como parte de su aprendizaje.
El saber no ocupa lugar ni entiende de edades. Así lo han querido demostrar los casi 200 alumnos del Programa Universitario para Mayores que en la jornada de ayer visitaron la Ciudad Autónoma de Melilla como parte de su aprendizaje.
Los estudiantes ocuparon gran parte de la mañana en recorrer los lugares más simbólicos de Melilla, como el centro modernista o el casco antiguo, para luego ser recibidos en el Palacio de la Asamblea por el vicepresidente del Gobierno local, Miguel Marín, quien les hizo entrega de una metopa con el escudo de la ciudad a modo de recuerdo y les deseó una feliz estancia, al tiempo que les pidió que se animaran a visitar “hasta el último rincón de Melilla” para llevar sus virtudes y su espíritu de multiculturalidad hasta la península.
En palabras a los medios de comunicación locales, la directora del programa, Concepción Argente, aseguró que la estancia en la Ciudad Autónoma estaba siendo muy placentera, y la señaló al vicepresidente del Ejecutivo local que es un territorio “que forma parte del imaginario español desde siempre”.
En cuanto a la iniciativa de visitar la ciudad, reseñó que se trata de fortalecer los encuentros y los viajes como forma de afianzar conocimientos y experiencia. “Es innegable que vivimos en un mundo de redes en el que hablando se entiende la gente”, agregó.
Al hilo de su intervención, afirmó que el programa para universitarios mayores es un proyecto cargado de seriedad que evoluciona continuamente en beneficio de los estudiantes, aplicando nuevos procesos lectivos a la iniciativa para hacerla más eficiente.
“Una sociedad moderna cuida de todos los colectivos que la componen y los mayores no pueden ser una excepción”, concluyó.