La viceconsejera de la Mujer, Fadela Mohatar, analiza en ‘El Faro’ sus primeras semanas al cargo de esta área de la Ciudad y nos presenta las actividades que se pondrán en marcha.
La elección de Fadela Mohatar como viceconsejera de la Mujer fue una de las sorpresas de este nuevo Gobierno. Compañera de los medios de comunicación, ha desarrollado su carrera profesional como redactora en los periódicos locales y como presentadora y redactora de la Televisión Pública de Melilla. Siempre implicada con las temáticas sociales, especialmente, con las circunstancias que tienen que ver con la mujer, Mohatar explica en ‘El Faro’ cuáles son los retos a los que se va a enfrentar desde esta nueva perspectiva profesional.
Sus primeras palabras fueron para felicitar, reconocer y alabar el trabajo que las mujeres musulmanas realizan durante estos días de Ramadán, ya que suele recaer en ellas todos los quehaceres de la casa y los preparativos de esta fiesta tan importante.
–¿Cuáles fueron los motivos para que se decidiera a aceptar este puesto en la Viceconsejería de la Mujer?
–El motivo de aceptar este cargo fue su propia naturaleza. Es un trabajo en el que yo podía desempeñar y continuar con una vocación que realmente ha sido el hilo de mi profesión desde hace años. Entiendo que sí hay un hilo conductor entre el periodismo y la política en el momento en el que estás siempre analizando y escrutando la realidad que te rodea. En la presa local estamos siempre analizando los problemas sociales y de ahí la pones en un escaparate que son los medios de comunicación con la intención de conseguir algo, bien llamando la atención de los poderes públicos bien denunciando para que lo conozcan los ciudadanos. Aceptar este puesto me permitía seguir con este hilo conductor y esa vocación de servicio a mi comunidad y además tendría la posibilidad, porque así me lo plantearon cuando me ofrecieron el cargo, de poder proyectar mi forma de ver las cosas para buscarles soluciones. Además, me lo planteo como un trabajo y hoy estamos buscando la solución, pero dentro de un gobierno y de la Viceconsejería de la Mujer.
–¿Cree que el Gobierno, los medios de comunicación y la opinión pública le van a exigir más por no haber estado en política hasta este momento?
- No estoy teniendo esa sensación. Por parte de mis compañeros de Gobierno tengo un apoyo total y en cuanto a los compañeros periodistas, he recibido también muchos apoyos y comprendo su trabajo más que otros políticos, en el caso de que tengan que sacar temas puntillosos y voy a atenderles lo mejor que sepa. En cuanto al resto de la población, por ahora sólo he recibido mucho apoyo. La política evidentemente cae bien en un lado y no en otro. Habrá sectores de la población que consideren que no va a ser positivo y otros que sí. Pero por ahora, las sensaciones que he recibido y las impresiones de mi entorno más cercano son positivas.
–¿Cómo han sido estos primeros días en la Viceconsejería?
– De mucho trabajo. Me exijo muchísimo. Estoy escuchando, que es lo primero que tengo que hacer al llegar a un área en la que soy la ‘extraña’ y la primera semana ha sido de reuniones intensas con todos mis compañeros y los técnicos. Sigo haciéndolo todavía y estoy recibiendo a las entidades que colaboran con la Viceconsejería. Fundamentalmente, me estoy poniendo al día pero al mismo tiempo intentando con los datos que voy recibiendo pensando en estrategias para poner en marcha proyectos.
– Mujer es un área compleja por las actividades y también porque hay una población melillense que cree que esta Viceconsejería no es necesaria. ¿Cómo rebatiría este argumento?
– Hace unos años cuando los ciudadanos empezamos a tomar conciencia de la importancia de la igualdad, quizás podíamos decir que no es bueno hacer distinciones. Pero el problema no está en este argumento. El problema es que partimos de una desigualdad histórica y se hace necesario, no sólo porque lo digamos nosotros sino porque lo apoyan todas las instituciones internacionales, y no queda más camino que realizar una discriminación positiva, sin perder de vista que la población en general se debe tener en cuenta para los problemas que nos acucian. Esa discriminación positiva es necesaria al menos en el tiempo que nos ocupa y creo que también en algunas generaciones venideras, porque nos hemos perdido durante siglos un potencial importante de la mujer que ha llegado con mucho retraso al mundo político, laboral y social. No hay que perder de vista que la mujer en los años 70 era como un menor de edad jurídicamente y no podía ni comprar una lavadora. Vamos a imaginar el camino que llevan avanzado los hombres en la vida pública y vemos como llega con retraso la mujer. No se trata de una Viceconsejería sólo para la mujer, sino que en conjunción con un área política en conjunto va a ayudar para que ese retraso, y en Melilla nadie me puede negar que es superlativo, pueda incorporarse a ese tren del progreso. Si no echamos una mano es difícil que se pueda alcanzar el progreso deseable.
–En la jura de su cargo aseguró que en Melilla la población femenina tenía muy pocas posibilidades. ¿Se refería a la mujer bereber o a todas las mujeres de esta ciudad?
– Hablé de la población femenina en general, pues odio las distinciones a menos que sea para hacer un estudio sociológico o porque tengamos que definir determinadas realidades. La mujer melillense en general tiene el triste privilegio de encabezar el paro femenino al nivel europeo, junto con otras provincias españolas. Me refería a todas las mujeres. Que las bereberes, posiblemente por otros motivos, sean la mayor parte de estas mujeres en paro, sería otra cuestión y que se podría tener en cuenta a la hora de diseñar estrategias y medidas de trabajo. Con una tasa de paro tan alta, con una falta de formación también muy alta en ese sector de la población desempleada está claro que hay un trabajo por hacer.
– ¿Cuál es el proyecto que tomará por bandera?
– Como ahora mismo el problema, preguntes a quien le preguntes, que más le preocupa es el desempleo, tengo la obligación y también será una de las preocupaciones de este Gobierno luchar contra esta problemática. Ahora bien, no es mi función principal, pero esta Viceconsejería tiene una visión transversal dentro del Gobierno, con lo cual una de mis banderas será colaborar con todas las áreas de la Ciudad y pedir toda la ayuda para trabajar por acabar con esa tasa tan dramática de desempleo que tenemos en Melilla y que tanto afecta a la mujer. Pero no será la única. El pasado martes conocíamos que hay una falta de conciencia dramática entre los españoles en cuanto a la violencia de género. Tendremos que ser los políticos los que con ese trabajo intentemos diseñar estrategias para ver el problema, que según los estudios a nivel nacional y local, está en la educación.
–¿Las actividades y proyectos de esta Viceconsejería se encaminarán en este ámbito?
– Tenemos que empezar a incidir desde abajo. De hecho, este año el tema transversal del Día Contra la Violencia de Género va sobre la educación en los jóvenes. Intentaremos desviar un poco el trabajo que se hace hacia la educación. Nos gustaría entrar en las clases y para ello hablaremos con el Ministerio, pero la idea es ir despertando esa conciencia en los más jóvenes.
–En esa encuesta sobre la violencia de género que salió publicada el martes se decía que un 1,4 por ciento de los encuestados, y de ellos un tercio eran mujeres, justificaba este tipo de maltrato.
– Hay un problema de concienciación grave. Podemos incidir en que la víctima de malos tratos denuncie y tratar este tema dramático al que ha sido sometido, pero si el resto de la sociedad aún persiste este poso no será suficiente. Hay una exposición que volveremos a utilizar este año sobre los ‘Mitos y verdades’ sobre la violencia de género. Incluso he pensado en un lugar de Melilla donde esta exposición pueda estar de forma permanente. Quizás por mi profesión quiero incidir mucho en que las campañas no sean sólo de prensa y televisión, porque en Melilla hay una población heterogénea y no todo el mundo tiene acceso a los medios de comunicación. Me gustaría hacer campañas muy visuales, en la calle y con carteles grandes. Parece que a base de repetir las cosas se llega al fondo de la gente.
–¿Cuáles serán las próximas actividades de la Viceconsejería?
– Una de las líneas de actuación de esta área es concienciar sobre la perspectiva de género en los medios de comunicación, por eso se premia a los trabajos periodísticos que van en esta línea y así nació el ‘Carmen Goes’. Y desde aquí animo a todos los periodistas de Melilla a presentar sus trabajos porque se ha creado un premio especial para los profesionales de la ciudad. Este premio se incluye dentro de las actividades del 25 de noviembre, Día Contra la Violencia de Género. Y en esa semana se incluyen más actividades y a lo largo del año otras campañas de sensibilización, como las de educación para la salud. Un aspecto en el que queremos seguir incidiendo con asociaciones que colaboran con nosotros.
– Uno de los retos de la sociedad española es la conciliación de la vida laboral y familiar. ¿Cómo abordar este tema desde el área de Mujer?
– En el Centro de Atención a la Mujer, la primera reunión que tuvimos se destacó la importancia de la conciliación de la vida familiar y laboral. Hay una estructura que ya se está llevando a cabo por parte del Gobierno de la Ciudad y en la que yo voy a pelear para que se siga haciendo. Por ejemplo, el tema de las ludotecas, que se está revelando interesante y muy útil para este tema, porque para las familias que no tengan recursos a la hora de contratar cuidadores, que haya un centro específico donde se atiendan a sus hijos, les viene fenomenal. Ahora hay un red importante, pero vamos a insistir en que se amplíen a más distritos de la ciudad y con horarios más amplios. Habrá que hacer un estudio sobre esas necesidades y a partir de ahí, continuar trabajando. También está incidir en que haya más plazas de guarderías, como apoyo de la conciliación. En este sentido, el Gobierno se ha comprometido a la construcción de una más. Otra cuestión, que seguramente llevará mucho más tiempo, será el trabajar con los empresarios sobre la importancia de ofrecer a sus trabajadores facilidades para la conciliación de estos dos aspectos de la vida de la persona, y hay un aspecto para crear el sello de la empresa familiarmente responsable. Comenzaremos con los más grandes para incentivar al resto e intentar conseguir este aspecto. ¿Encima de que estamos contribuyendo al crecimiento de este país vamos a tener problemas para criar a nuestros hijos?
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