Nuria Pereira denuncia las amputaciones que, según testimonios de ONGs, sufren los inmigrantes en la valla.
Nuria Pereira, directora del Instituto Europeo Campus Stellae, un centro que organiza másters en Derechos Humanos y Derecho Internacional, comparó ayer el escalofrío que le produce hablar del campo de concentración de Auschwitz, donde los nazis exterminaron a 1,1 millones de judíos, con “la colocación de concertinas en la valla de Melilla”.
Consultada por El Faro sobre el globo sonda que la semana pasada soltó una alta funcionaria de la Oficina de Asuntos Estratégicos del Departamento de Seguridad Nacional y sobre la necesidad de replantear la valla porque no está cumpliendo los objetivos esperados, Pereira afirmó que “lo primero que hay que plantearse es la retirada de las cuchillas. Eso es salvaje. No se hace ni con los animales. Debería estar rotundamente prohibido. Va en contra de los Derechos Humanos. Es escalofriante que se haya institucionalizado la colocación de concertinas en las valla de Melilla”, comentó ayer a El Faro.
Además apuntó que lo primero que hay que replantearse es el desequilibrio que hay entre dos mundos (Melilla-Marruecos) separados por pocos kilómetros”.
Según explicó a El Faro, en los foros en los que participa ha escuchado testimonios de médicos y ONGs que aseguran que las cuchillas instaladas en la valla de Melilla para impedir el acceso de inmigrantes a la ciudad están provocando amputaciones en dedos de las manos y los pies de los subsaharianos que intentan asaltar el perímetro fronterizo. Por eso, en su opinión, “estamos ante una masacre”, señaló.
Pereira comentó además a este periódico que desde Galicia, donde está la sede del Instituto Europeo Campus Stellae, “lo que está ocurriendo en la valla de Melilla se ve con preocupación y con incredulidad. Eso (la colocación de las concertinas) no está sucediendo en un Estado ajeno a nosotros sino en España, en nuestro país, que promueve y defiende los Derechos Humanos”, insistió.
La directora del Instituto Europeo Campus Stellae destacó también su apoyo incondicional a unas palabras del presidente italiano, Mateo Renzi, que recientemente criticó que Europa se preocupe más por rescatar a los bancos que por salvar vidas de personas.
Pereira tiene fe en que con la próxima presidencia italiana de la Unión Europea, el tema de la inmigración pase a ser una prioridad para Bruselas.
Desde su punto de vista, Europa se está quedando en una idea económica y debería implicarse más en buscar una solución a la presión migratoria que viven Italia y las ciudades españolas del norte de África.
El problema, dijo, no se resuelve con vallas “mientras más altas, mejor”, sino con más ayuda al desarrollo y menos industria de armamento y de la guerra.
Amnistía recoge 1.600 firmas por las muertes de inmigrantes en nuestra frontera
Amnistía Internacional inició el pasado 9 de junio una campaña de recogida de firmas para enviar una petición al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, para “poner fin al sufrimiento y a las muertes de personas en nuestra frontera”. En apenas un mes, la campaña ha recibido 1.670 firmas de apoyo (a razón de 55 de media al día).
Para pedir por Internet que los españoles colaboren con esta campaña, Amnistía Internacional ha utilizado la foto de un asalto a la valla de Melilla.
En la imagen, tomada el pasado 3 de abril, se ve a un guardia civil ayudando a un subsaharianos que estaba encaramado a la valla cuando sufrió un desmayo y se vino abajo.
En opinión de Amnistía Internacional, las políticas europeas en materia de inmigración “ponen en peligro las vidas de los migrantes”.
“Miles de personas mueren cada año huyendo de la persecución y la pobreza cuando tratan de llegar a Europa mientras los Estados miembros se esfuerzan en impedirles la entrada. Estas políticas deben cambiar y anteponer la protección de las personas a la de las fronteras”, señalan en la petición de firmas.
MSF destaca su salida de Marruecos entre sus actos más importantes de 2013
Médicos Sin Fronteras (MSF) hizo pública ayer su Memoria 2013 en la que incluye un balance de sus cuentas anuales y resume las actuaciones más importantes en un calendario de doce fotografías que se corresponden con los doce meses del año. Llama la atención que marzo esté dedicado a la salida de la ONG de Marruecos. Según explican, decidieron cerrar sus programas en el reino alauí tras denunciar el agravamiento de la violencia y la vulnerabilidad de los inmigrantes subsaharianos “debido a unas políticas migratorias que colisionan con el respeto a los Derechos Humanos”.
Aunque la ONG ya había anunciado los motivos por los que abandonaba el país vecino, es relevante que incluya su salida de Marruecos junto a sus intervenciones en Mali, Yemen, la República Centroafricana o el conflicto de Siria.