Las Jornadas de Cuidados Paliativos que durante dos días se han estado impartiendo en el Hospital Comarcal finalizaron ayer con un gran número de conferencias. Así, el principal reto al que se enfrentan los profesionale sanitarios es la definición de la terminalidad de los pacientes no oncológicos, ya que el Plan Integral de Cuidados Paliativos que se desea instalar en Melilla y Ceuta se hará extensivo para todos los pacientes, sin importar su dolencia.
“El plan supone un modelo de organización para atender a los ciudadanos que son candidatos a cuidados paliativos, oncológicos y no oncológicos, y prestarles una asistencia sanitaria coordinada con todos los niveles asistenciales de los que disponemos, como atención primaria, atención especializada, servicio de urgencias, el hospital y un equipo de apoyo que depende de la Asociación Española contra el Cáncer. Coordinar todos esos recursos para prestar una atención tanto al paciente como a las familias”. Así lo apuntó la jefa de área de Atención Primaria del Ingesa y responsable de Cuidados Paliativos, Teresa García Ortiz, quien intervino ayer en la primera mesa de debate de estas jornadas.
En este sentido, resaltó que el modelo organizativo que se ha diseñado sobre cuidados paliativos “pivota principalmente en la Atención Primaria, porque es la puerta de entrada al sistema y creemos que, puede ser por accesibilidad, el principal punto de contacto con el enfermo y la familia”. Aunque añadió que estaría reforzado por el personal del hospital en el desarrollo de estos cuidados especializados.
Aplicación del plan
“Estamos escuchando a los profesionales, que hay una gran dificultad para la definición de la terminalidad de estos pacientes no oncológicos. Hay unos criterios descritos en el plan del Sistema Nacional de Salud en el que se incluyen nueve patologías que, en principio, son candidatas. Serían todas las insuficiencias de órganos y todas las enfermedades neurológicas, pero nos falta definir los criterios de terminalidad, que encierra mucha dificultad”, comentó García Ortiz sobre el principal reto al que se enfrentan los sanitarios.
En este sentido, se nombrará a un comité que realizará este trabajo para Melilla y Ceuta y comentó que el Plan Integral de Cuidados Paliativos se implantará poco a poco entre el 2011 y el 2014.
Por otro lado, el jefe del Servicio de Medicina Interna y uno de los promotores de estas jornadas, Antonio García Castillo, comentó que habían sido todo un éxito de participación y que ya tenían los contenidos de las siguientes charlas. También aseguró que se va a trabajar muy duro en este tema y que comenzarán con lo cursos de formación para los sanitarios del Comarcal.
Una unidad integral
El médico de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, Plácido Guardia Mancilla, indicó en su conferencia que la dificultad que tienen los facultativos es crear unos criterios de terminalidad en el paciente no oncológico.
“Desde el punto de vista de paliativos hemos dicho que a este tipo de pacientes sean o no oncológicos con la condición de terminalidad tenemos que cuidar, controlar síntomas físicos, emocionales y espirituales. Por su puesto, todo lo que lleva una buena calidad de vida y una muerte digna”, apuntó Guardia Mancilla.
Así, explicó que en su unidad comenzaron con los enfermos oncológicos, pero que atienden a todo tipo de pacientes en la actualidad.
“No es el palietivista el que decide cuándo un enfermo es terminal. El que lo decide es la especialidad y el médico que lo ha diagnosticado. Nosotros solamente estamos para darle una atención la enfermo terminal”, aseguró este facultativo.
En este hospital cuentan con dos consultas de enfermerías, dos para los médicos, una de psicología y una sala de reuniónes para el equipo, donde se valora a los pacientes ingresados y a partir de ahí, se incluyen en cuidados paliativos. “Además tenemos otro equipo de asistencia domiciliaria por lo que hacemos una asistencia mixta”, afirmó.
La bioética
También intervino en estas jornadas el profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y director de la estrategia de Bioética de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, Pablo Simón.
“La Bioética es reflexionar sobre los valores morales y éticos que afectan al mundo de la salud y a la atención sanitaria y ver cómo nos podemos poner de acuerdo en determinados valores que pueden ser compartidos por todas las gentes con independencia de las creencias que tengan”, informó.
En este sentido, explicó que al final de la vida las personas se hacen las grandes preguntas, de forma que si los profesionales sanitarios quieren hacer una atención integral de estas personas deben ayudarlas también en campo espiritual, con independencia de si están de acuerdo con esas creencias.
Otra forma de ver la muerte
El psicólogo clínico especialista en Psicología de Hospital, Fidel Delgado, fue el último conferenciante de estas jornadas. Este profesional desarrolla su trabajo en el Hospital de la Paz de Madrid. “El eje de la jornada es el paciente, pero también se habla de los cuidadores principales”, apuntó.
“La pista fundamental que me ha enseñado a mí mi práctica de muchos años es que aproveches el trabajo que haces para otros para también tú aprender, ensanchar tus conocimientos, tu empatía. Que el trabajo de cada día no nos encoja y nos encapsule en una rutina, sino que sea un crecimiento no sólo profesional, sino personal del que trabaja en este campo tan delicado”, destacó como claves para los sanitarios de esta área.
Además, aseguró que para hablar de la muerte con un paciente, “lo primero que hay que revisar es lo qué llamamos muerte”. Así, indicó que normalmente es un tabú, “pero quizás porque el enfoque es muy restrictivo y muy pequeñito. Si concibes la vida como un tránsito resulta que hay muertes todos los días porque cada día cambiamos de una situación a otra más nueva. En cuanto cambiemos el enfoque, se alivia mucho el terror y el miedo a la muerte”.
También comentó cómo llamar a un paciente terminal tiene que revisarse porque esa persona no se acaba o sólo finaliza aquello que está delante de la vista.