La Cumbre Social aúna la voz de los que rechazan los recortes estatales

La agrupación de sindicatos y asociaciones se presentó ayer en sociedad con el objetivo de seguir ganando apoyos de cara a las próximas movilizaciones contra el Gobierno.

El Campus de la Universidad de Granada (UGR) fue el escenario escogido en la jornada de ayer para presentar públicamente la Cumbre Social de Melilla, compuesta por 26 formaciones sindicales y asociaciones de la ciudad autónoma que se han unido con el firme objetivo de protestar con una sola voz contra los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy. Hay que recordar que fue constituida el pasado 26 de julio.
Una representación de estas agrupaciones, compuesta por una veintena de personas, fue la encargada de dar a conocer a los medios de comunicación los objetivos de la Cumbre Social. Los portavoces escogidos en la jornada de ayer fueron el secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Julián Millán y Elena Ibáñez, integrante de Pro Derechos Humanos. Estos dos vocales fueron los encargados de detallar los primeros pasos que dará la cumbre en Melilla, cuyo primer acto de protesta tendrá lugar el próximo 3 de agosto a las 11:00 horas frente a las puertas de la Delegación del Gobierno.
Por el momento, se han sumado a esta iniciativa formaciones tan variadas como UGT, CCOO, SUP, CEP, UFP, JSME, Prodein, Pro Derechos Humanos, Guelaya, EAPN, Amlega, CSIF, SATE-Stes y miembros del Movimiento 15-M, entre otras. Un crisol de ideas y colectivos laborales que comparten su rechazo a la política que está llevando a cabo el Gobierno central.
Entre agosto y septiembre, tendrán lugar una serie de protestas, las cuales desembocarán “en un referéndum popular” para que los ciudadanos se pronuncien sobre la gestión que está llevando a cabo la Administración del Estado. Los representantes de la Cumbre Social de Melilla apuntaron que si el Ejecutivo no acepta esta propuesta de escuchar la voz de los españoles, serán los propios sindicatos y asociaciones los que se hagan eco de su opinión para trasmitirla al Gobierno.
“El Partido Popular (PP) presentó un programa electoral que nada tiene que ver con las medidas que se están tomando ahora contra la crisis. Por ello, instamos a Rajoy a que dé marcha atrás y termine con esta política de recortes injustificados”, subrayó el secretario general del SUP.
En el caso concreto de la ciudad autónoma, la Cumbre Social volverá a protestar frente a la Delegación del Gobierno el próximo 23 de agosto, en esta ocasión a las 20:00 horas. Asimismo, sus portavoces confirmaron la participación de Melilla en la marcha convocada en Madrid para el 15 de septiembre. De manera paralela, se está meditando convocar un paro en ciertos sectores laborales el 12 del próximo mes.
A todo esto, hay que añadir la constitución de mesas informativas en distintos puntos de la ciudad autónoma para explicar a los ciudadanos cuáles son las intenciones de la Cumbre y los motivos por los que han decidido protestar. La agrupación también estará presente en las redes sociales, en concreto en Facebook, en la cuenta Cumbre Social de Melilla.
En cuanto al número de personas que podrían secundar las protestas en la ciudad autónoma, los portavoces señalaron que la cifra era difícil de calcular. “Hay que tener en cuenta que sólo en lo que respecta a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contamos con un millar de apoyos”, subrayó Millán, “cada colectivo y organización respaldará en la medida de sus posibilidades. Por el momento, los contactos que hemos tenido han sido positivos, ninguna asociación se ha negado a participar y nuestra idea es que cada vez se sumen más”, aseveró. Asimismo, indicó que cualquier persona puede sumarse a las protestas, sin necesidad de que pertenezca a ninguna agrupación.
Esta amalgama de sindicatos y asociaciones comienza a andar con la expectativa de que sus medidas informativas y el crisol de voces que la componen logren animar a la ciudadanía para que salga a la calle a protestar. Habrá que esperar para ver si esta iniciativa tiene éxito en sus objetivos y si logra encauzar con eficacia las pretensiones de los distintos grupos y colectivos laborales que la componen. De momento, su principal punto en común es su rechazo a la política del Ejecutivo central.