¿Qué pueden tener en común los futbolistas Benzemá y Zidane, San Agustín, el Papa Melquíades y hasta un faraón egipcio? A priori, nos parecería impensable encontrar un lazo de unión.
Pero lo hay. Los une su cultura, sus raíces. Todos pertenecían o sus orígenes son amazigh. Algunos lo sabrían, otros no, porque ha sido una cultura apartada y que ha sufrido mucha represión. Una civilización más antigua que los árabes, los romanos o, incluso, los fenicios, pero mucho más desperdigada y repartida por el mundo.
Es una cultura milenaria con bandera, himno e idioma. Suponen en torno a 50 millones de personas en el mundo y la mayoría no sabe ni que lo es. Hablamos de la cultura amazigh. Una civilización que poblaba –y lo sigue haciendo-, toda la mitad norte de África y parte del Mediterráneo. Han pasado multitud de pueblos, culturas y religiones y la cultura amazigh se mantiene viva.
“En Marruecos, la mayoría son de esta cultura, lo que sucede es que se han adherido mucho y han perdido sus raíces”, cuenta Toni Roderic, secretario de la Asociación Cultural Imazigen. Se trata de una entidad que pretende defender y reivindicar al pueblo proveniente de esta cultura. Ocurrió, continúa, como sucedió en Valencia “que van abandonando sus costumbres, su lengua y se castellanizaron”. Los imazigen hoy en día “tienen una fuerza importante” y reclama su lugar.
Mezcla de civilizaciones
Al sufrir una mezcla de civilizaciones, es más fácil encontrar los rasgos típicos de esta población en las zonas rurales. Por ejemplo, los tuaregs en el desierto, son amazigh y “han mantenido mucho más sus características”. “Es una cultura de matriarcado donde las mujeres eran las que de alguna forma marcaron la familia”, cuenta Toni Roderic. Son las que poseían mayores conocimientos. Sabían hacer de todo: cocinar, alfarería, los hornos… Un rasgo muy característico de ellas es que llevan tatuajes en la cara. “Es una cosa ancestral, lo hacían por cuestiones de protección y ciertas creencias”.
Para mantenerse latente, los imazigen hicieron algo que les benefició mucho: se pusieron de acuerdo en torno a una bandera y un símbolo. Arduo trabajo, porque son un conjunto de pueblos dispersos por el norte del continente tras miles de años de historia. Todos “han asumido” estos símbolos de identidad.
Unificar a toda la cultura amazigh bajo una misma lengua “es más complicado”, porque tienen cinco o seis dialectos que dificultan la comunicación. Es un idioma que ha estado muy disperso, también perjudica la situación el que no contaran con escritores y tuvieran una literatura propia, según Roderic. En su escritura hay dos corrientes. Por un lado, quien la escribe con los signos antiguos y, por otro, quien lo hace con alfabeto latino.
Aunque ya hay ordenadores con el alfabeto de signos de tmazight, es más fácil el latino por su extensión, porque hay más. “Conforme la lengua va oficializándose, va ganando en su normalización”, dice. En la actualidad hay movimientos por toda África que trata de revalorizaresta cultura. Sin ir más lejos, Marruecos ha nombrado el tmazigh lengua cooficial del país.
En este mismo país, hay una emisora de televisión en este idioma. En Melilla ha habido programas con esta lengua. Incluso en Marruecos comienza a haber escuelas que imparten lecciones usando este antiguo lenguaje. “Han comenzado a darse clases en esta lengua. Al final, esto servirá para cohesionar”, apostilla.
Un idioma: tmazight
“Teníamos dos clases de idiomas. Uno, el adulto y, otro, el que se le enseñaba a los más pequeños”, cuenta Mohamed que los menores aprenden el idioma con sonidos reales, el ruido que hace una oveja o una vaca. “Aprenden a hablar imitando a los animales”, explica. “A mí me apasiona –continúa-, porque lo primero que yo aprendí a hablar es el tmazight. Saliendo de mi casa y entrando al colegio me encontré con el árabe y el español. No tenía ni idea de que existían otros idiomas, yo sólo hablaba esta lengua y creía que era la única que existía” (entre risas).
Es una cultura muy ancestral, entonces, la mayoría de los que actualmente encabezan el movimiento de lucha y defensa de esta cultura son laicos. Así lo asegura tanto Toni Roderic como el fundador de la asociación melillense, Bussian Mohamed. Aunque muchas personas puedan asociar esta cultura a la religión musulmana, realmente está presente en el islamismo, el cristianismo y el judaísmo.
La religión en los imazigen
Esta presencia se debe a la mezcla cultural y es fruto del paso de las distintas religiones por los territorios imazigen. Un dato importante a tener en cuenta es que amazigh significa “hombre libre”. A lo largo de la historia, ha habido santos y algún papa cristiano que fueron imazigen. Por ejemplo, San Agustín y el Papa Melquíades, número 32 en la lista papal. También hay rostros del judaísmo y en el islamismo, como Al Idrisi.
En el año 2008, coincidiendo con la creación del Instituto de las Culturas, Bussian Mohamed fundó esta asociación en Melilla para defender sus raíces. En un comienzo, nos cuenta, el instituto creado se iba a llamar de la cultura amazigh, pero finalmente se decidió dejarlo como culturas, en general. Tras las primeras actividades de la entidad asociativa, se paralizó un poco y este año la han relanzado coincidiendo con el nuevo año amazigh.
“Era necesario crear esta asociación porque existía un vacío en Melilla, siendo la mitad de su población Imazigen”, admite Bussian Mohamed. Aprovecharon el impulso de la creación del Instituto de las Culturas para prestar atención a la suya propia y trabajar conjuntamente. El nuevo presidente es Abdeslam Ahmed.
“Hay un movimiento en todo el norte de África que reivindica su identidad, nada más”, explica Mohamed. Son personas que “no se sienten árabes, porque no somos árabes”. Según el fundador de la asociación, el Magreb no es árabe. Marruecos es su verdadero nombre porque proviene del amazigh. Viene de Marraquesh que significa tierra de Dios en tmazight. De hecho, “a España no la poblaron los árabes, fueron los imazigen”, explica Roderic. Los que llegaron siendo árabes fueron los califas y la élite musulmana, pero el resto de pobladores fueron amazigh.
Hay muchos imazigen rubios y de ojos azules, porque no son árabes. “Las grandes ciudades son las que se han arabizado”, dice Mohamed. Se encuentran en el desierto, en las montañas o en las islas fue donde no llegaron los pobladores árabes y son los que han podido mantener esta cultura prácticamente intacta.
Melilla, en el cambio de año amazigh
Cada 13 de enero Melilla celebra la llegada del año nuevo amazigh. Este 2016 han recibido, con trece días de retraso respecto a nuestro calendario, el año 2966. En la última entrada de año se celebraron diversas actividades entre la plaza de las Culturas, al aire libre, y el Palacio de Exposiciones y Congresos de la ciudad. Al no haber grandes referencias históricas desde la antigüedad, el calendario está marcado por el nombramiento de un amazigh como faraón de la dinastía XXII, que tuvo lugar 950 años antes de Cristo. Esta fecha se escogió en Francia en los años 60 al ser un hecho histórico importante por el gran movimiento de lucha de los imazigen.
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