El Centro Penitenciario obtiene el tercer puesto en el concurso de las cruces de mayo
No es fácil organizar actividades en un Centro Penitenciario. El de Melilla no es una excepción. Por muchos cursos y talleres que deseen desarrollar los educadores y los monitores de ocio y tiempo libre, hay determinadas cosas que no se pueden hacer en la cárcel ni si quiera en el módulo de respeto, un espacio en el que conviven unos 19 internos que están en tercer grado. También está limitado los tipos de materiales que pueden utilizar en los proyectos educativos y en las actividades de ocio. Pero todas estas complicaciones se pueden superar con mucha creatividad, imaginación y voluntad de trabajo. Y la verdad es que estas tres cosas son las que muestran a los 19 internos del módulo de respeto de la cárcel de Melilla, así como a los diferentes colaboradores con los que han contado para poner en pie la gran cruz de mayo que hay en el salón de actos.
Las dos semanas de trabajo intenso han tenido su recompensa porque el martes los internos del módulo de respeto conocieron la buena noticia de que habían ganado el tercer premio del concurso de las cruces de mayo organizado por la Viceconsejería de Festejos. Están muy satisfechos porque este galardón es un reconocimiento que les hace sentirse orgullosos.
Pero este trabajo no lo hicieron solos. Los educadores, los miembros de la Asociación Voluntariado Cristiano y las monitoras de ocio y tiempo libre de los planes de empleo fueron los que echaron una mano para que el salón de actos luzca como un patio con flores.
La complicación de recrear esta escena venía determinada porque sólo podían utilizar papel y madera para hacer este trabajo. Pero entre las ideas de unos y otros fueron creando desde las ventanas con geranios en la pared con un poco de pintura hasta un pozo con cubos de agua.
Los internos cogieron los restos de maderas del taller ocupacional que hay en el centro y les dieron un uso decorativo antes de que acabaran en la basura. También reciclaron servilletas de papel de colores para hacer las flores.
El próximo año no saben si se presentarán de nuevo a este concurso, pero el objetivo será el mismo: Trabajar en equipo.