La consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, resalta que actualmente hay en las instalaciones de la Ciudad Autónoma un total de 175 jóvenes no acompañados.
La fuerte presión migratoria que está sufriendo Melilla durante los meses de verano también está conllevando que se incremente el número de menores no acompañados que llegan a la Ciudad Autónoma, según recalcó ayer en rueda de prensa la consejera de Bienestar Social, Mª Antonia Garbín, quien matizó que, pese al aumento y las continuas entrada s de inmigrantes, los menores de origen subsahariano suponen una minoría en los centros de los que dispone el Gobierno local para su atención.
De este modo, la consejera detalló que desde el mes de mayo han llegado a Melilla 40 inmigrantes que decían ser menores de edad de manera irregular.
No obstante, subrayó que los técnicos de la Consejería determinaron que muchos de ellos pasaban de los 18 años pese a sus afirmaciones, por lo que fueron dados de alta en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Por otro lado, aquellos menores que han llegado acompañados de algún familiar también han sido ingresados en dicho centro.
En lo que se refiere al principal centro de menores de la Ciudad Autónoma, el de La Purísima, su nivel de ocupación está al límite, ya que sus instalaciones están equipadas para atender a 160 jóvenes y en la actualidad hay 142, de los cuales tan sólo 10 son de origen subsahariano.
Al hilo de su intervención ante los medios de comunicación, Garbín manifestó que en total hay 252 menores de edad a cargo del Gobierno local, que es el competente en esta materia, repartidos por los diferentes centros que hay en la ciudad. De ellos, el 69 por ciento son menores no acompañados, aunque la mayor parte de ellos son procedentes de Marruecos, ya que se ha producido un fuerte movimiento migratorio desde el sur y el norte del país vecino.
La situación ha provocado que gran parte de los jóvenes que deberían estar residiendo en La Purísima estén haciéndolo en otros centros de la ciudad, como el Centro Asistencial, la Divina Infantita, Nuevo Futuro o el de Reforma.
Por otro lado, hay que destacar que la cifra de menores a cargo de la Consejería se modifica continuamente en base a que son muchos los que mienten sobre su edad.
No obstante, si los exámenes pertinentes determinan que sobrepasan el arco de los 18 años, pasan al CETI.
Por tanto, Garbín concluyó su intervención aseverando que la fuerte presión migratoria se está haciendo notar en lo que a llegada de menores se refiere, al tiempo que insistió en que la entrada de subsaharianos no está afectando en demasía.
En cuando a comparaciones con años pasados, la consejera destacó que la cifra de entradas de menores es “levemente superior” a la del 2010.
La inauguración del nuevo Centro de Menores vendrá a solucionar la saturación que sufre en la actualidad La Purísima, donde la últimas entradas han provocado que sus instalaciones se encuentren al 88,7 por ciento de su capacidad.
A preguntas de los periodistas, la consejera de Bienestar Social recalcó que el nuevo inmueble está prácticamente finalizado, y que tan sólo queda equiparlo para que pueda funcionar, algo que podría ocurrir a finales de año, según sus cálculos.
“La equipación del centro está en vías de adjudicación, en la cual se espera que se rebaje el precio inicial de licitación, establecido en 410.000 euros”, agregó la Garbín.
Por otro lado, recordó que el traslado escalonado de todos los menores llevará tiempo, por lo que estimó que a finales de año el inmueble ya se encuentrará totalmente operativo.
De este modo, también se reducirá la presión en aquellos otros centros dependientes del Gobierno de la Ciudad Autónoma donde residen inmigrantes menores de edad.