El aumento del autoempleo en nuestra ciudad ha sido constante desde 2007, con un incremento del 16% l La mayoría son parados y muchos de sus negocios cierran antes de cumplir los dos años de vida.
¿Se atreve la gente a emprender en crisis? Los datos de afiliación de autónomos parecen demostrar que sí. En nuestra ciudad en julio de 2007 había inscritos en este régimen de la Seguridad Social un total de 2.987 personas, el mes pasado esta cifra había alcanzado los 3.582, un incremento de más del 16% que indica que a pesar de las dificultades económicas han sido muchos los melillenses que han optado por montar un negocio en estos años. En lo que va de 2013 se han adherido un total de 152 autónomos. El dato es optimista, sin embargo, desde la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) hacen una advertencia: Hay que ser “muy cautos” a la hora de analizar estas cifras.
El secretario de la CEME, Jerónimo Pérez, reconoció en declaraciones a El Faro que para la patronal el hecho de que se esté reforzando la iniciativa privada siempre es una buena noticia, pero al mismo tiempo subrayó que hay que ir más allá, analizar la situación en profundidad. Pérez apuntó que la razón que lleva a la mayoría de estas personas a montar su propio negocio es la falta de expectativas y la desesperanza de conseguir ser contratados por una empresa. Es decir, es la propia crisis y el alto índice de paro de nuestra ciudad lo que ha causado este incremento constante de autónomos y de empresas que lo mismo que aparecen, desaparecen.
Si comparamos los datos de Melilla con los del conjunto del país vemos que la tendencia no es la misma. Entre 2007 y 2013 se han producido altibajos en la inscripción de autónomos a la Seguridad Social y aunque es cierto que las cifras del mes pasado apuntan una tendencia positiva, el incremento no ha sido constante, algo que sí ha sucedido en nuestra ciudad.
Pérez insiste en que las características de Melilla y la dificultad para convertirse en asalariados es lo que ha hecho que muchos residentes en la ciudad hayan visto en el autoempleo la única salida al paro, pero esto no significa ni que haya “brotes verdes” ni que la economía local se esté reactivando. “Podemos ser optimistas si vemos las cifras de autónomos. Pero si miramos hacia otro lado, comprobamos que el consumo sigue estancado y el crédito no fluye, no podemos engañarnos”, afirmó el representante de la patronal.
Además, el secretario de la CEME señaló que si se analizan los datos de altas y bajas de autónomos se comprueba que al igual que es constante la inscripción de nuevos emprendedores, lo es también la desaparición de otros que llevaban poco tiempo funcionando como empresarios.
¿De dónde sale el dinero?
Pérez apuntó, tal y como demuestran los datos de créditos ICO concedidos este semestre en Melilla, que los bancos siguen sin prestar dinero. El secretario de la CEME explicó que la mayoría de estos nuevos empresarios no consiguen el dinero a través de entidades financieras, sino que ponen en marcha sus negocios bien gracias a subvenciones estatales o locales (Promesa ha ayudado a más de 300 empresas en los últimos cuatro años), o bien con el dinero de indemnizaciones por despido o incluso de lo que han ido cobrando por las prestaciones por desempleo. Esto quiere decir que se trata de empresas muy pequeñas y que se ponen en marcha con un capital escaso. La consecuencia directa es que el margen de maniobra de estos empresarios también es muy escaso. Pérez subrayó que la mayoría no tienen más de dos año, como mucho, de margen para comprobar si sus negocios siguen adelante o no. Transcurrido este tiempo, si no han comenzado a tener beneficios, gran parte de estos nuevos empresarios no tienen más remedio que bajar sus persianas. Las puertas que ellos cierran, las abren otros en una situación similar, para los que el reloj también corre en contra.
“Antes pensábamos en expansión, en crecimiento. Ahora sólo podemos pensar en volver a casa por la noche con la seguridad de que mañana podremos volver a abrir las puertas de nuestra empresa”, recalcó Pérez. El secretario de la CEME lo tiene claro, estos nuevos emprendedores no buscan crear una gran empresa, sólo poder llevar un plato de comida, pagar las facturas y tener un sueldo a final de mes.
A pesar de todo, Pérez aseguró que no hay duda de que la iniciativa privada es la única vía para poder salir de la crisis económica y que la apuesta por emprender un negocio siempre es mejor que quedarse quieto. Además, el secretario de la CEME apuntó que aunque es cierto que muchos no consiguen salir adelante, también los hay que logran hacerse un hueco en el mercado. “Sea como sea si alguien monta un negocio, le va más o menos bien y contrata a otra persona, supone que dos personas han salido de las listas del paro. Eso, independientemente de todo lo demás, es indudablemente bueno”, apostilló.
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