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Al Melilla le faltó continuidad en el baile del domingo, en el que solo se mostró intenso en los compases iniciales ante una invitada incómoda que no estuvo por la labor en ningún momento
A Uribe y sus chicos les toca seguir ensayando una coreografía que no termina de enamorar si quieren participar, como desde el club se anima, en el baile de fin de curso para el que de momento parece que solo tienen papeletas los muchachos del Lorca y del Cartagena.
Y es que a la hora de bailar hay que dominar y tener muy claro el estilo con el que se quiere compartir ese momento especial. Uno de los componentes de la pareja tiene que ser el dominador, el que maneje la batuta a la hora de llevar a cabo unos movimientos acompasados. Si no hay compenetración no hay nada que hacer. Lo que puede resultar algo diferente y divertido se puede convertir en algo cansino y aburrido.
Además, para que la cosa funcione hay que disponer de la pareja ideal y al Melilla le tocó el domingo bailar con la más fea o con el más feo, cada uno que lo vea como quiera verlo. La escuadra marbellí estuvo por la labor durante la cara A del single de turno, que precisamente no era para "bailar pegados" sino más bien invitaba a practicar el "kasatschok" ruso. La segunda parte mejor ni recordarla. Nada que ver con la salsa caleña colombiana o el fogoso tango argentino. Todo lo contrario. Pisotones y más pisotones y patadas a destiempo. Y así poco se puede avanzar de cara a ser uno de los protagonistas de la fiesta de fin de curso.
El Melilla, si quiere participar en el baile de fin de curso, tiene que ser más atrevido. Tiene que dominar las formas y los tiempos para plantarse ante la más guapa de la fiesta y no ser rechazado. Tener la iniciativa de decir aquí estoy yo y vamos a divertirnos en lugar de esperar a ver qué pasa y conformarse con sacar a la "comechicle" de turno si es que te dejan entrar a la fiesta.
Cuarta plaza maldita
Los resultados que arrojó la jornada sirven, entre otras cosas, para seguir agrandando la maldición de la cuarta plaza. El Mérida, que se alzó a ella la pasada semana, no pudo consolidarse en la misma a pesar de jugar en su campo frente a uno de los equipos del furgón de cola y que ocupa puestos de descenso como el Atlético Sanluqueño. Mientras que el Villanovense retornó al último puesto que da derecho a disputar las eliminatorias de ascenso tras sumar los tres puntos en su visita al Santo Domingo de El Ejido.
Tras la estela de ambos siguen la UD Melilla, el Jumilla y el Real Murcia. Ninguno de los tres fue capaz de ganar su envite, aunque peor parado resultó el conjunto de la Nueva Condomina que se dio de bruces en su visita al Bahía Sur ante un San Fernando que había encadenado antes de la cita cinco derrotas consecutivas.
A partir de ahí, la clasificación se rompe en dos. El Linares Deportivo se descuelga de los ocho primeros tras volver a caer en casa esta vez frente al Recreativo. Mientras que la parte caliente de la tabla sigue al rojo vivo con nueve equipos en apenas seis puntos.
El Real Jaén, próximo rival de los azulinos, y el Ejido fueron los dos únicos equipos que no fueron capaces de puntuar en una jornada en la que se dieron cinco empates, tres victorias locales y dos triunfos visitantes.
La UD Melilla, que encadenó su décimo tercera jornada sin perder y su décimo cuarto empate en lo que llevamos de Liga, visita el domingo un feudo complicado para medirse a un histórico en horas bajas como es el Real Jaén. Un equipo que el domingo encajó su cuarta derrota consecutiva y cuyos jugadores llevan tres meses sin cobrar. El año pasado el Melilla visitaba el Nuevo La Victoria en una situación parecida y los blancos no tuvieron piedad endosando una manita a los azulinos. Arrieros somos.