La Consejería de Cultura, Patrimonio Cultural y del Mayor cuenta con un montante de 12.630.000 euros de los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma de Melilla para el año 2024.
Una gran parte del presupuesto se dedicará a la protección y promoción del patrimonio histórico y artístico, tal y como va incluido en la nomenclatura de la Consejería, porque esa es la intención del Gobierno local. La popular critica que durante la anterior legislatura no se le diera la importancia que requiere y hubiera pocas partidas para mantener y rehabilitar los edificios históricos.
Cultura preside la Comisión de Patrimonio Histórico, que se encuentra formada por la Administración y profesionales expertos del sector con el fin de velar por la protección del patrimonio de Melilla. “Tenemos una aspiración importante de supervisar que nuestro parque de edificios protegidos deje de deteriorarse”, señala Mohatar, algo que dejó claro al principio de la legislatura.
La Comisión ahora se encuentra totalmente al día con los expedientes que llegan, pero faltan herramientas para ofrecer la protección que requieren los edificios. Por eso, la intención de la Consejería es impulsar un acuerdo junto a Fomento para actualizar el Plan Especial de Ordenación y Protección del Ensanche Modernista y Racionalista con una catalogación completa de todos los edificios para saber cuáles se han deteriorado y cuáles necesitan de esa especial protección.
“Es un reto que nos ponemos para concluir en este año 2024”, asegura la consejera. Con esta actualización la Ciudad tendrá una “foto real” de cómo están todos los edificios modernistas y cuáles padecen de un “riesgo importante” para poder intervenir cuanto antes.
Además, también se llevará a cabo una campaña de información, difusión y concienciación dirigida a todos los propietarios y promotores de los inmuebles para que puedan disipar cualquier duda y estén alerta sobre la obligación que tienen la Administración y ellos mismos de proteger los edificios. Es algo que, recuerda, establece la ley, por lo que con esto se quiere evitar que los propietarios y promotores “no tengan excusas por motivos económicos para recuperar y rehabilitar sus edificios”.
Una vez hecha la campaña, se hayan puesto todas las herramientas y medios económicos a disposición de los propietarios y se haya aprobado el PERI no habrá motivo para ese deterioro. De haberlo, Mohatar asegura que la Consejería iniciaría expedientes de expropiación forzosa para impedir que “nuestro patrimonio arquitectónico siga deteriorándose”.
Dentro de estas actuaciones de rehabilitación se encuentra un proyecto de regeneración y dinamización sociocultural, urbanística y medioambiental del barrio del Rastro. Fadela Mohatar lamenta que tras la salida de los populares de la Ciudad en 2019, el Gobierno anterior no continuase con el trabajo que se había adelantado en la zona.
Se trata de un trabajo que llevarán a cabo la Consejería de Cultura junto a Turismo y Fomento porque es “un conjunto histórico de gran importancia que nos va a aportar mucho valor añadido al valor que ya tiene patrimonial, cultural e inmaterial de Melilla”.
Explica la consejera que en pocos kilómetros cuadrados se aglutina el primer barrio judío en territorio español después de la expulsión, el Barrio Obrero; también está el barrio gitano de 1864; el Colegio Mediterráneo (antiguo Hospital Indígena); la Fuente del Bombillo; la Mezquita Central, que es obra del arquitecto Enrique Nieto; o una de las sinagogas más antiguas de Melilla con 200 años de historia.
Junto a este enfoque del Rastro como un barrio patrimonial llevará también incluida una señalética global de todo el patrimonio por toda la ciudad. “Queremos que nuestros barrios luzcan con todo el valor histórico que tienen. Cada rincón de Melilla tiene un valor importante que queremos volcar en toda la señalética patrimonial e histórica que empezaremos a implementar por la ciudad”, asegura Mohatar.
Por otro lado, la consejera de Cultura cree que fue un “error” suprimir el Instituto de Culturas porque era un organismo autónomo con personalidad jurídica a través del cual se establecieron importantes acuerdos con distintas identidades para promocionar la convivencia en Melilla y desarrollar acciones en su beneficio. Por eso, Fadela Mohatar pretende recuperarlo este año.
“Vamos a seguir con ese trabajo de una forma muy decidida”, afirma. Además de aprovechar el trabajo que se realizó en etapas anteriores, su área seguirá trabajando con los grupos interculturales que se dedican precisamente a esto. “Es un trabajo que siempre ha sido seña de identidad de este Gobierno y que queremos que lo siga siendo en lo sucesivo”.
Otra de las áreas importantes que forma parte de la Consejería de Cultura es Festejos, a la que este año le ha sido destinada un montante de 2,7 millones de euros, al igual que el año pasado.
Recuerda Mohatar que son muchas las celebraciones que tienen lugar en Melilla entre las fiestas populares de las distintas comunidades. “Es un área muy activa y viva a lo largo del año”, por lo que requiere una cantidad ingente de trabajo continuo para ir desarrollando todas las actividades.
Los casi 13 millones de presupuesto no se destinan en su totalidad a las actividades y acciones que llega directamente a la ciudadanía, ya que el montante también se designa para el mantenimiento de todas las instalaciones que dependen de la Consejería, como es el caso del Archivo Histórico, el Museo de Historia y Etnográfico, la Casa del Reloj o las Aulas Culturales para Mayores, por ejemplo.
En este caso entraría toda la inversión que la Ciudad ha hecho y va a seguir haciendo en el mantenimiento del Teatro Kursaal-Fernando Arrabal, que, aunque ya abre al público, todavía se seguirán arreglando muchos de los desperfectos de forma paulatina y paralela a las funciones.
Además del Kursaal, otro gran espacio que precisa de mejoras es el Auditorium Carvajal, que el Gobierno se ha encontrado en “muy mal estado” y necesita un proyecto de mantenimiento “importante”.
De hecho, explica la consejera que para primavera se está organizando un festival que seguramente no podrá hacerse en el Carvajal porque “no reúne las condiciones”. Por este motivo, Cultura ya se encuentra trabajando con el área de Fomento para poder repararlo y devolverlo a la vida.
Otro edificio que también tiene que ser arreglado es la Biblioteca Pública. Ya hay encargado un informe técnico para valorar la actuación y asegura Mohatar que la Consejería se encuentra en conversaciones con el Ministerio para que lleve a cabo los trabajos precisos o que la Ciudad Autónoma pueda hacerlos.
La Consejería de Cultura también pretende recuperar el Archivo Histórico Audiovisual ‘Fernando Belmonte’ dado que es un gran proyecto que cuenta con todo el capital filmográfico que se recuperó de la Filmoteca Nacional y de muchas donaciones ciudadanas. “Creemos que el archivo audiovisual tiene mucha fuerza y es muy interesante. Ha estado también sin atender y queremos recuperarlo y revitalizarlo”.
Dentro del área del Mayor, Fadela Mohatar recuerda la inversión y el trabajo que se ha realizado durante estos últimos meses para poner a punto las Aulas Culturales para Mayores, que vuelven a estar en funcionamiento a partir del día 8 de febrero.
También volverá la “histórica colaboración” entre la Ciudad Autónoma y la Obra Social La Caixa para luchar contra la pobreza, promover la cultura y el área del mayor. Una relación que se había perdido durante estos cuatro últimos años y que se recuperará en las próximas semanas con la firma de un convenio.
Continuará adelante la financiación para el aula permanente de formación abierta de la Universidad de Granada, con la que también se va a iniciar un nuevo proyecto de acompañamiento a las personas mayores promovido por los alumnos de Salud. “Es un proyecto interesante para paliar la soledad de determinadas personas que pudieran formar parte de este proyecto”, señala Mohatar.
Para los viajes del Mayor se han mantenido las mismas partidas que el año pasado. Se mantiene el viaje del crucero porque había cierta expectativa entre los mayores y unas listas de espera que se habían confeccionado en base a la subvención. También saldrán viajes de baños terapéuticos y alguna actividad para los mayores en el ámbito sociocultural.
Sobre destinar un millón de euros para el viaje de los mayores, Mohatar considera que “no es lo adecuado”. “Nuestros mayores se merecen poder tener un viaje de calidad, pero no por eso hay que gastarse mil euros por cada persona en un viaje de crucero. A lo mejor con ese montante podemos hacer dos viajes”, afirma.
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