Los componentes de la unidad cinológica dedicaron esta actividad a un compañero que falleció hace unos meses, Antonio Hebilla l Los niños disfrutaron de las actuaciones de los perros.
Zombi, Dani, Bono, Poli, Brujo, Currito, Aston, Sirito y Tango no son los nombres de los componentes de la Liga de la Justicia. No son superhéroes de cómic, pero salvan tantas vidas como Superman o la Mujer Maravilla. Son los perros que utiliza la Guardia Civil de Melilla para detectar explosivos, droga o personas ocultas. Ayer fueron los protagonistas de una exhibición que realizaron para los más jóvenes de la Comandancia de la Guardia Civil con motivo de la festividad de la Virgen del Pilar.
El patio de la Casa cuartel se convirtió en escena de persecuciones, en una montaña en la que había una persona perdida y en un descampado en el que encontraron unas bombas. Los niños disfrutaron viendo cómo estos perros convertían en un juego la detección de la droga en una maleta y la localización de una persona herida tras una sábana.
El objetivo de mostrar el trabajo que emprende la unidad cinológica en Melilla es que los pequeños conozcan todo el trabajo que realizan los agentes para proteger a los ciudadanos. El subteniente Juan Antonio Rivera fue el encargado de presentar a los perros y a sus adiestradores. Explicó que cada uno de estos animales tiene un carácter distinto, unos son más tranquilos, otros inquietos y según su comportamiento, la Guardia Civil los destina a una misión.
Rivera destacó a los pequeños que en Melilla hay tres campos en los que se trabaja con estos animales, como son la detección de droga, la de personas o la de explosivos. Según el trabajo que desempeña cada perro, tiene una forma de indicar al adiestrador si ha encontrado algo o no. De esta forma, si encuentran droga arañan el lugar hasta que el agente les hace caso. En cambio con los explosivos, los perros se limitan a sentarse y mirar a su dueño. Y en las situaciones en las que encuentran a una persona, el animal se limita a ladrar para dar el aviso.
En la exhibición de ayer, los niños participaron de forma activa, como Blanca, que cumplió años, y Rafa, que ayudaron a colocar un juguete que olía a droga en una maleta.
Un recuerdo especial
El sargento jefe del grupo cinológico de la Guardia Civil de Melilla, Juan Dorado, dedicó esta actividad, en nombre de todos sus compañeros, a un agente que falleció hace pocos meses, Antonio Hebilla González y a su familia, que estaba entre el público. Este guardia civil era un gran amante de los perros y trabajó durante años en esta unidad.
Y tras esos momentos emotivos, los primeros en salir a escena fueron Zombi y Dani. Estos dos canes son expertos en detectar explosivos. Para ellos es un juego encontrar el lugar exacto en el huelen la bomba, ya que una vez que la han localizado, reciben un juguete y se divierten con su adiestrador.
En esta parte de la actividad intervinieron dos componentes de la unidad de desactivación de explosivos que hicieron una demostración de cómo se acercarían a una furgoneta que guardaba en su interior una bomba.
Bono, Poli y Brujo jugaron con los niños a encontrar droga en unas maletas. Su olfato les permite detectar los componentes de estas sustancias aunque estén impregnadas con gasolina o cemento, según explicó Rivera. Además, se destacó el trabajo de Brujo, un cachorro que está aprendiendo ahora a hacer este trabajo y aunque es ‘estudiante’ aún no falló a la hora de señalar a su dueñodónde estaba la droga.
Pero la Guardia Civil quiso ponerle el trabajo más difícil a estos perros y complicó la situación. Entró en el patio una furgoneta que fue detenida por una pareja de la Guardia Civil. Sus pasajeros, que hicieron un gran papel como malos de la película, se negaron a colaborar con los agentes y en cuanto Currito, uno de los perros, detecto la droga, intentaron huir. Uno de ellos escapó de la Guardia Civil, así que tuvieron que llamar a los especialistas en encontrar personas.
En ese momento apareció Aston. En tan sólo dos minutos había recorrido todo el patio y había ladrado con fuerza al encontrar al malhechor que había escapado de la furgoneta. Incluso tuvo que saltar al interior de un vehículo cuando este individuo intentó escapar de nuevo.
Sirito y Tango fueron los últimos en aparecer ante los niños. El primero consiguió encontrar a un montañero herido entre espinos y el segundo, localizó a una persona oculta en una caja.
Las actividades por la Virgen del Pilar, la patrona de la Guardia Civil, continuarán esta semana con meriendas, juegos y actividades para los más pequeños de la Comandancia.