Los alumnos del curso del centro Mare Nostrum harán una exhibición el viernes.
Los alumnos del curso de cocina para inmigrantes, organizado por el centro de formación Mare Nostrum, en colaboración con Proyecto Melilla S.A. (PROMESA) y el Fondo Social Europeo, exhibirán el viernes en una exposición culinaria todos los conocimientos aprendidos durante los últimos cinco meses.
Los quince estudiantes se han formado durante estos meses como ayudantes de cocina. En total 300 horas han dedicado estos alumnos a aprender todos los secretos de la cocina, de la mano de Noelia, profesora encargada de impartir las clases.
Según explica el gerente del centro de formación, Juan Antonio Ramos, el principal criterio de selección para los alumnos era que fuesen inmigrantes con residencia legal en la Unión Europea. En este sentido, señala que no hay un perfil concreto, aunque indica que la mayoría de los que participan en esta experiencia formativa son marroquíes, que a través de esta oportunidad buscan encontrar un hueco en el mercado laboral una vez que finalicen el curso.
El gerente del centro señala que además de la cocina propiamente dicha, los participantes en el curso también han aprendido técnicas de decoración, tanto de mesas como con distintos productos. Así, en la exposición, los estudiantes mostrarán a los asistentes, entre otras curiosidades, cómo hacer figuras con las servilletas que se colocan sobre las mesas. Y es que, según apunta Ramos, el montaje de las mesas en un restaurante es el primer paso para lograr atraer a los clientes que se sentarán en ellas.
Asimismo, los futuros cocineros también mostrarán sus habilidades creando distintas formas con frutas y verduras, que realizaran en directo para que todos los que acudan a la muestra puedan ver no sólo el resultado, sino también el proceso para conseguir que antes de que se pruebe, el plato sea deseado por la vista.
No obstante, la comida ocupará el lugar más importante de la exposición. Según explica la profesora del curso, los aprendices realizarán diversos platos, elegidos entre las cientos de recetas que han aprendido durante los últimos meses. Entre ellos se encuentra un brazo de gitano relleno de salmón, pollo al curry o rosada.
Los quince alumnos han aprovechado al máximo las horas de formación, según indica Noelia, pero ahora es el momento en el que tendrán que demostrar esos conocimientos adquiridos. Para ello, no sólo se tendrá en cuenta la muestra del próximo viernes, sino que los futuros cocineros se encuentran en estos días inmersos en jornadas de exámenes, para evaluar quienes han logrado los mejores resultados de su experiencia en el centro de formación. Así, se evalúan su dotes prácticos en la cocina, pero también los conocimientos teóricos que han tenido que aprender durante la primera parte del curso, en la que se les dan algunos conceptos básicos para manejarse posteriormente entre los fogones de la cocina.
Y es que los cinco mejores de esta promoción pasarán a un segundo nivel, en el que realizarán prácticas en la cocina del centro María Inmaculada, en el que se han desarrollado las clases prácticas durante estos meses.
A partir del viernes, y una vez finalizado el periodo de aprendizaje, los alumnos tendrán la oportunidad de desarrollar las actividades adquiridas en empresas hosteleras de la ciudad. El objetivo de este curso, como el de otros similares que organizan tanto el centro como Promesa, es dar a los estudiantes una formación profesional que les permita tener más oportunidades de abrirse camino en el mercado laboral.