El Gobierno local elegido el pasado día 28 de mayo, es decir, hace casi cuatro meses, continúa adelante con su tarea de intentar que Melilla recupere el esplendor de antaño. Ya no se puede contar con los beneficios que dejaba el paso fronterizo a Marruecos, con la aduana comercial cerrada todavía y sin visos de una pronta apertura. Las ayudas estatales o europeas, en forma de Fondos Feder, Fondo Social Europeo, Plan Estratégico Integral o de cualquier otro tipo, están muy bien, pero la Ciudad tampoco se puede quedar parada y, en verdad, durante los últimos días está dando un acelerón.
El lunes, la portavoz del Ejecutivo autonómico, Fadela Mohatar, informó de las negociaciones que se están llevando a cabo con la Autoridad Portuaria para la cesión de 1.400 metros cuadrados en la Estación Marítima que la Ciudad quiere, a su vez, ceder a la Universidad de Granada (UGR) con la esperanza de que se empleen, por ejemplo, en implementar nuevas carreras que consigan atraer a nuevos estudiantes hasta llegar a unos 5.000. Ello iría acompañado de una residencia universitaria detrás de la Comisaría de la Policía Nacional con el fin de alojarlos. Confía el Ejecutivo autonómico en que la presencia de estudiantes no sólo atraiga prosperidad económica, sino que también pueda dar más vida a una ciudad un tanto lánguida durante los últimos tiempos.
También adelantó Mohatar la aprobación, en el Consejo de Gobierno de la pasada semana, de los ocho millones extra para la Línea 8 complementaria, que pretende proporcionar ayudas para paliar los sufrimientos ocasionados por el covid19 a las empresas. Además, no sólo quienes se quedaron fuera de la anterior oferta pueden concurrir, sino que pueden presentarse nuevas candidaturas.
Este martes, lo ha confirmado la presidenta de Promesa, que es, en última instancia, la sociedad pública que debe conceder estas ayudas. Otra palanca, pues, otro espaldarazo para intentar reflotar la situación económica de la ciudad.
También se ha sabido que el hombre fuerte del Gobierno de Imbroda, Miguel Marín, estuvo la semana pasada en Málaga, con cuyo Ayuntamiento pretende firmar, antes de fin de año, un acuerdo para fomentar el turismo en Melilla. Si se diera esto, en la oficina de turismo de la ciudad de la Costa del Sol se anunciarían las bondades de la ciudad autónoma.
Además de seguir con los cruceros, la Ciudad ha anunciado que los bonos turísticos comenzarán a emitirse nuevamente a partir de la segunda semana de octubre.
Otro paso para la mejora del turismo, que, junto a la ampliación de estudios universitarios y la reactivación económica de la ciudad, deben de ayudarla a reemprender el vuelo poco a poco.
Qué va es un caos se hace cosas innecesarias y lo que de verdad requiere una intervención no se hace .