El Gobierno local señala al sindicato policial UFP que la consejera de Bienestar Social no ha criticado “en ningún momento” a los agentes. Los policías que trabajan en la frontera tiene el “incondicional apoyo” de la Ciudad Autónoma “por su agotadora labor en unas condiciones inadecuadas y que, en ocasiones, se vuelven extremas, como ocurrió durante los graves sucesos del verano de 2010”, señal el Gobierno local en una nota de prensa. Ésa ha sido la respuesta del Ejecutivo melillense al comunicado del sindicato policial UFP, cuyo secretario regional de Organización, José Guerrero Cámara, aseguraba el pasado viernes que la veintena de menores marroquíes que ha llegado esta semana al centro de La Purísima habían entrado, probablemente, a través de agujeros que realizan en la valla fronteriza “con la permisividad de los agentes de la autoridad marroquíes”. Desmentía así Guerrero las manifestaciones que habían realizado los menores, que aseguraban que habían entrado a pie por los pasos fronterizos. Sin embargo, reconocía que quizás alguno sí se podría haber ‘colado’ porque, según denunciaba el dirigente de la UFP, en la denominada ‘tierra de nadie’ se encuentra “siempre plagada de personas, lo que imposibilita controlar a los menores que se mezclan con la multitud”.
El Gobierno local señala en su nota de prensa que “en ningún momento, a lo largo de toda esta semana, la consejera Garbín ha criticado la labor de los policías”. La responsable de Bienestar Social, que denunció la entrada irregular de menores marroquíes a la ciudad, “sólo se ha limitado a pedir a la Delegación del Gobierno que analice e investigue las causas que han propiciado estas entradas permanentes de menores extranjeros no acompañados”, señala la nota.
La Ciudad Autónoma asegura que lamenta que el sindicato haya interpretado la denuncia de la consejera como una crítica hacia los funcionarios de frontera. Además, afirma que es necesario dotar a las Fuerzas de Seguridad del Estado de “mayores medios humanos y materiales que favorezcan el trabajo de estos hombres y mujeres que, en demasiadas ocasiones, sufren humillaciones y vejaciones por parte de algunos”.
Soluciones oportunas
El Gobierno local manifiesta que “si estas primeras investigaciones policiales demuestran la existencia de ‘agujeros en la valla’, el Ministerio del Interior, como única administración competente en la materia, debe tener en cuenta estas anomalías denunciadas por el sindicato para adoptar las soluciones oportunas”.
Por otra parte, el Ejecutivo melillense “se reafirma en su deseo de colaborar con la Delegación del Gobierno para atajar un grave problema que afecta a todos los melillenses y que, como afirma el sindicato, no sólo afecta al ámbito policial, sino también al político”. El secretario regional de Organización de la UFP señaló el viernes que la situación en la frontera “se podría arreglar a través de unas conversaciones con el país vecino”.
Concluye su nota el Gobierno local agradeciendo al sindicato policial “su participación activa en este asunto porque ello ha propiciado conocer una situación anómala a la que será necesario encontrarle soluciones”.
Otra de las denuncias realizadas por la UFP se refería a que la presencia de numerosas personas en ‘tierra de nadie’ crea “una grave situación de seguridad para los policías españoles ya que entre la citada multitud también hay personas violentas que tienen prohibida la entrada en España y por lo tanto no pueden estar ahí”.