La Ciudad estudiará la posibilidad de crear una zona para botellones

El vicepresidente del Gobierno melillense, Miguel Marín, se mostró convencido de que es posible celebrar estas reuniones de jóvenes sin molestar a los vecinos.

Los botellones que se han celebrado durante los últimos días en los aledaños del recinto ferial, y a los cuales han acudido millares de jóvenes melillenses, han llevado a la Ciudad Autónoma a plantearse la posibilidad de crear un espacio específico para este tipo de reuniones.

Así lo señaló el vicepresidente del Gobierno autonómico, Miguel Marín, ante los medios de comunicación locales, aunque no precisó en qué zona podría crearse esta superficie dedicada a los botellones.

En cambio, sí recalcó que ésta sería una medida positiva, pues se evitarían las quejas vecinales producidas en los últimos días y se controlaría más el área de limpieza, ya que después de estos eventos son numerosos los residuos que quedan diseminados por la zona.

Al hilo, precisó que la Administración autonómica “no pretende prohibir los botellones”, pero subrayó la necesidad de conjugar su celebración con la del respeto al resto de ciudadanos. “Todos tenemos derecho a estar tranquilos en casa sin que nos molesten los ruidos de la calle”, añadió, “pero creemos que esto es compatible con las reuniones que organizan los jóvenes”.

De igual modo, se mostró comprensivo con la convocatoria de estos eventos, pues concedió que “es una manera más que tienen los jóvenes para divertirse, no sólo en Melilla, sino en toda España”. Además, recordó que al final es este sector de la población el que decide dónde reunirse, ya que en los últimos años han sido muchos los lugares de la ciudad escogidos por los jóvenes para congregarse antes de salir de fiesta.

“No son borregos, al final son ellos los que optan por donde ir”, agregó, “no obstante, estamos convencidos de que se puede conjugar el botellón con el respeto a los vecinos, por lo que vemos interesante habilitar un espacio para estas reuniones”, sentenció.

‘Botijos’ de Feria

Y es que, pese a que en Melilla se lleva celebrando desde hace años en sitios como las casetas de La Hípica o los aparcamientos del Hotel Tryp Melilla Puerto, durante los últimos días la masiva afluencia de jóvenes en horario de tarde llevó a áreas del Gobierno local como Medio Ambiente o Seguridad Ciudadana a pedir “civismo” para no deteriorar la zona. 

Ante la molestias ocasionadas a los vecinos, la Policía Local tuvo que intervenir en alguna ocasión para evitar que se siguiera celebrando, aunque en lugar de esto, la decisión de los jóvenes fue la de trasladarse a otros puntos más cercanos al centro de la ciudad, como los laterales del Palacio de la Asamblea. Además, ante la actitud de algunos de los asistentes, que se negaron a abandonar el lugar, se interpusieron una veintena de denuncias.

Algunas voces del Ejecutivo melillense, como la del consejero de Seguridad Ciudadana, Ramón Antón, propusieron que este tipo de actividades se trasladasen a algún punto de la periferia, donde no ocasionasen molestias al resto de la población.

 Por otro lado, Antón recalcó que está prohibido beber en la vía pública, y que lo más grave de estos hechos es que muchos de los asistentes eran menores de edad.