La asistencia técnica del proyecto sale a licitación con un presupuesto inicial de 395.000 euros y un plazo de ejecución de nueve meses l Imbroda afirma que la obra será revolucionaria y Esteban habla de “una nueva era”.
El proyecto de ampliación del puerto continúa dando pasos. Tanto la Autoridad Portuaria de Melilla como el Gobierno de la Ciudad Autónoma tienen plena confianza en que la obra será una realidad en los próximos años. De hecho, el presidente Juan José Imbroda afirmó en la jornada de ayer, en rueda de prensa, que las tareas de construcción podrían comenzar, si todo marcha bien, a lo largo del primer semestre de 2016.
Imbroda compareció ayer ante los medios de comunicación acompañado del presidente y la directora de la Autoridad Portuaria, Arturo Esteban y Pilar Parra, respectivamente, para explicar las últimas novedades del proyecto, uno de los pilares básicos para el desarrollo económico y social de Melilla.
El máximo dirigente del Ejecutivo local reconoció que en muchas ocasiones se ha precipitado a la hora de dar plazos concretos sobre el arranque de la obra y su realización a causa de que es un proyecto “al que le tiene ganas”, habida cuenta de que se trata de uno de los más importantes para la ciudad autónoma en prácticamente todos los sentidos, especialmente en el económico. Así, subrayó que ha sido imposible agilizar más la tramitación de esta iniciativa, principalmente porque muchas gestiones dependen directamente del Gobierno central.
No obstante, recordó que la obra fue un compromiso personal del presidente Mariano Rajoy y se mostró convencido de que finalmente saldrá adelante. “Creo que va a ser una actuación revolucionaria para Melilla. Tanto o más que la construcción del puerto en el año 1909”, afirmó.
¿En qué punto se encuentra actualmente el proyecto? A finales del pasado mes de enero, en concreto el día 27, el Consejo de Administración del Puerto aprobó la contratación de la asistencia técnica para el proyecto, que salió ayer publicada en el Boletín Oficial de Estado (BOE) con un presupuesto de licitación de 395.000 euros y un plazo de ejecución de nueves meses. En marzo se abrirán los sobres con las ofertas y el contrato quedará adjudicado.
No se trata de la salida a concurso del proyecto, sino de la asistencia técnica para el mismo. Entre los estudios y campañas que se realizarán como parte de la redacción de esta iniciativa, está el de geofísica, el de cartografía bionómica, la prospección arqueológica, la campaña geotécnica, los sondeos en aguas no abrigadas y la toma de muestras, así como los respectivos ensayos necesarios.
La previsión del Puerto y de la Ciudad Autónoma es que a finales del presente ejercicio se podría contar con el proyecto ya redactado y con el informe de impacto ambiental, es decir, con lo necesario para que la obra salga a concurso público. Imbroda apuntó que las tareas podrían comenzar durante el primer semestre de 2016.
El presidente autonómico insistió en que esta actuación supondrá “un salto cualitativo” para la ciudad, ya que posibilitará la creación de puestos de trabajo, la liberación de suelo en el núcleo urbano y un incremento de la actividad comercial. En este sentido, subrayó que el desempleo podría descender un 15% solamente con el inicio de las obras, pues se crearían 2.500 trabajos directos e indirectos.
La patella ferrugínea
En cuanto a uno de los principales escollos para que esta actuación vea luz verde, la presencia de la patella ferrugínea, una especie de lapa en peligro de extinción, en la zona de las obras, Imbroda señaló que espera “lealtad” por parte de todas las fuerzas políticas de la Asamblea melillense y de los grupos ecologistas. “Nosotros estamos por la labor de apoyar la protección de esta especie”, abundó el jefe del Ejecutivo.
Por su parte, la directora de la Autoridad Portuaria, Pilar Parra, explicó a los medios de comunicación que el precio estimado de la obra sería de 180 millones de euros, aunque se trata de una cifra “a nivel de estudio”, es decir, meramente orientativa. Asimismo, detalló que la ampliación ocuparía 25 hectáreas, no las 51 de las que se habló en un primer momento.
Los melillenses ganan
En la misma línea, defendió que la obra beneficiaría principalmente a los melillenses de a pie, pues su impacto se notaría en todos los niveles de la vida local. Entre una de las principales ventajas, al margen de la creación de empleo, Parra resaltó que se crearía una nueva superficie de terreno para trasladar instalaciones industriales, tales como la incineradora, la planta de Endesa o la depuradora de La Hípica.
Por otro lado, recalcó que el proyecto de ampliación es fundamental para garantizar el nivel de competencia con el vecino puerto de Beni Enzar y evitar la saturación de las actuales instalaciones. Frente a la dársena marroquí, el enclave melillense espera posicionarse como un puerto superior en seguridad y medio ambiente, así como con costes más reducidos.
Por último, el presidente de la Autoridad Portuaria, Arturo Esteban, aseguró que en Melilla comienza “una nueva era” con el desarrollo de la ampliación. “La senda está abierta y sin nubarrones. Los que discrepen, que lo hagan con conocimiento de causa. Estamos dispuestos a explicar el proyecto a todo aquél que nos pida información”, abundó. Por último, pidió un esfuerzo a todos los partidos y organizaciones de Melilla para remar “en la misma dirección” y que la obra salga adelante.