La Ciudad compra 200 vacunas contra la meningitis para el CETI y el Comarcal

La consejera de Bienestar Social afirma que no tienen por qué utilizarse todas estas dosis, es una medida preventiva.

La consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, aseguró ayer a El Faro que se van comprar 200 vacunas contra la meningitis. Las dosis que se van a adquirir previenen el contagio no sólo de la meningitis del tipo W, que es la que padece el joven inmigrante que está ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Comarcal, sino contra otros tipos (o serogrupos), como son A, C e Y. Garbín resaltó que han solicitado este número de vacunas aunque no tienen por qué utilizarse todas. Además, señaló que se destinarán a los trabajadores del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes y a los sanitarios del Comarcal.
Tras hacerse público el pasado lunes que un inmigrante residente en el CETI estaba ingresado en el hospital por una meningitis bacteriana, enfermedad contagiosa que afecta al cerebro y al sistema nervioso, se ha creado una alarma social sin motivos, según afirman tanto la Ciudad como el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani.
La consejera de Bienestar Social y Sanidad reitera que no se trata de “un brote”, ya que sólo se ha detectado un caso en Melilla, el del inmigrante de 19 años procedente de Gabón. Además, insiste, como dijo ayer El Barkani, en que se han tomado todas las medidas de prevención de salud pública que se indican en los protocolos que marca la legislación.
Entre las decisiones que se han tomado está medicar de 226 personas del CETI, residentes y trabajadores, y del Hospital Comarcal. Se les proporcionó un antibiótico (quimioprofilaxis) con el objetivo de que no desarrollaran la enfermedad.
Garbín explicó a  El Faro que las administraciones implicadas en la atención de este tipo de casos, desde el Ministerio de Sanidad al Centro Nacional de Epidemiología y el Centro Nacional de Microbiología y la Delegación del Gobierno, están en permanente contacto para abordar este tema y determinar las políticas de prevención que hagan falta en los próximos días.

Primer caso en Melilla
La consejera de Bienestar Social y Sanidad aseguró a este diario que es la primera vez que se detecta un caso de meningitis bacteriana del tipo W. Por ello, se contactó desde el primer momento con el Ministerio de Sanidad y los centros nacionales de Epidemiología y el de Microbiología para determinar las actuaciones que se iban a llevar a cabo en el entorno del paciente con el objetivo de no hubiera contagios.
Además, Garbín afirma que se trata de un caso excepcional porque se habían registrado meningitis en otros contextos, como familias o colegios, pero nunca en un CETI. A las complicaciones que supone para los sanitarios determinar el número de personas con la que el joven enfermo de meningitis estuvo en contacto, se le suma que el centro está aún más saturado tras la última entrada masiva de inmigrantes a través de la valla fronteriza. De hecho, la Consejería reconocía en un comunicado el jueves que el número de personas con riesgo de contagio “ha sido potencialmente superior a lo habitual”.

La enfermedad
La Consejería ha confirmado que la enfermedad está causada por la bacteria ‘neisseria meningitidis’ del serogrupo W, un tipo que es poco frecuente en España, donde se registran algunos casos esporádicos cada año, y es más frecuente en el llamado cinturón de la meningitis en el Sahel africano. La bacteria (meningococo) se transmite de forma directa de persona a persona por secreciones de la vía respiratoria y tras un contacto “estrecho y prolongado”.
Según la Consejería de Bienestar Social, el riesgo de desarrollar la enfermedad es “bajo” y disminuye con la edad, lo que puede dar lugar a que algunas personas sean portadoras del meningococo, pero que no desarrollen la enfermedad. Entre los factores de riesgo para el contagio están la exposición al humo de tabaco, la infección de vías respiratorias previa y el hacinamiento.
Asimismo, los síntomas de la meningitis bacteriana pueden aparecer entre los dos y los diez días tras producirse el contagio, aunque el director territorial del Ingesa, Francisco Robles, aseguró el jueves, que la media está entre los tres y cuatro días. Será a partir del lunes, pues han pasado diez días desde el diagnóstico del único caso de esta enfermedad, cuando las medidas preventivas dejen de ser tan estrictas porque habrá disminuido el riesgo de que se diagnostique a más personas con esta enfermedad.