La Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza ha iniciado los trabajos de elaboración del Plan de Acción y Mitigación para el Clima y la Energía Sostenible (PACES), herramienta clave para la preparación del municipio ante los retos que exige el cambio climático a las ciudades de Europa. Entre los objetivos, se encuentra la reducción de las emisiones en un 40 por ciento hasta 2030.
Esta iniciativa forma parte del Pacto de las Alcaldías para el Clima y la Energía, un movimiento mundial al que pertenecen gobiernos locales de la Unión Europea, que busca disminuir el consumo energético y la dependencia de combustibles fósiles, fomentando y aumentando el uso de energías renovables alternativas.
El proyecto, iniciado en el mes de marzo y que cuenta con un periodo de ejecución previsto de 12 meses, cuenta con el asesoramiento técnico de la compañía tecnológica NTT DATA, referente en el sector IT y con una línea especializada en cambio climático dentro del área Green Deal o Pacto Verde Europeo.
Además de los objetivos mencionados, se persigue un estudio de proyecciones climáticas que evalúe la vulnerabilidad y los riesgos del municipio frente a diferentes impactos climáticos y un plan de adaptación a los cambios climáticos futuros, que ya se están viviendo en la actualidad (periodos de sequía más prolongados, menor volumen de precipitaciones, etc.).
Estas dos fases en las que ya se está trabajando finalizarán con la redacción de un plan de acción y mitigación, con medidas que permitan diseñar una estrategia frente al cambio climático marcando 2030 como objetivo.
Dentro de las fases de este proyecto, se incluye la realización de jornadas técnicas de participación, que se desarrollarán los días 26 de octubre, de 11:00 a 14:00 horas, y 27 de octubre de 09:30 a 12:30 horas, en el aula 10 del centro asociado a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Melilla.
En estos talleres técnicos participativos, se contará con la presencia de las diferentes áreas de la administración, entidades y organismos públicos y privados, poniendo especial foco en la participación pública, con el objetivo de avanzar en las siguientes fases proyectadas, tratar los primeros resultados obtenidos del estudio de mitigación y adaptación, así como de participar en la propuesta y definición de las medidas de acción que han de incorporarse en el plan, tal y como exige la metodología PACES.
Con este proyecto, la Ciudad Autónoma de Melilla afirma que da un paso más en la lucha contra el cambio climático, que se inició con la Declaración de Emergencia Climática en 2020, y se posiciona entre los municipios europeos comprometidos con el futuro de los ciudadanos.
El mayor riesgo es más bien PPolítico y no climático. Entre trincas y sanguijuelas no dará ni pa castañas.